Una vez ya preparado todo, se empezó a dar inicio a la ceremonia. Xue Yang se encontraba bastante nervioso al respecto, pero la presencia de Wei WuXian lograba calmarlo.
En el fondo, esperaba poder ver a su Lan-ge. Había pasado demasiado tiempo sin poder estar con él.
Aún seguía ese miedo de ser rechazado, pero hoy, al ser un día muy especial, podría comportarse como el futuro hijo de Hanguang-Jun y Yiling Laozu.
El mundo de la cultivación estaba asombrada por tal acto de GusuLan; sin embargo, las habladurías no se hicieron esperar. Cada comentario divertía a Wei WuXian, no obstante, muy pocos sabían de que se trataba.
GusuLan lucía radiante ante los ojos de todo el mundo. Igual que la hermosa sonrisa de Wei WuXian o la perfecta suavidad que irradiaba Lan WangJi a través de sus ojos.
Lan Qiren se había encargado, desde las sombras, a que todo saliera bien. Él no había dudado en responder los comentarios maliciosos, defendió esta ceremonia con todo su poder.
—Estás bastante motivado, tío —habló Xichen, lo que provocó un pequeño susto en el mayor.
—No sé de qué estás hablando, Xichen. —El mencionado solo sonrió levemente, y agradecía internamente a Xue Yang por eso.
Todo parecía más armonioso con la llegada del niño, hasta Lan Qiren había optado por una vista más positiva. Estaba orgulloso de todo lo que su sobrino había organizado, e iba a mantener todo eso al margen.
Cerca del mediodía, dió comienzo la ceremonia. Todos los líderes, estaban ansiosos por que comenzara; sobre todo, aquellos de pequeñas sectas.
Ellos siempre tenían algo para decir, más cuando se trataba de una secta tan prestigiosa como GusuLan.
Sin embargo, Lan Qiren no iba a darle el gusto de que hablaran mal. Él haría que el mundo del cultivo, se impresionara.
Es por eso, que no los iba a hacer esperar más.
—Honorables líderes, gracias por venir a esta gran ceremonia —dijo, con esa típica seriedad que lo caracterizaba—. Es un honor para GusuLan, honrar a un pequeño niño con un gran futuro por delante, nuestro Xue Yang.
Cuando el nombre salió por la boca de Qiren, muchos comenzaron a protestar y maldecir. Sin embargo, la energía de Wei WuXian, acabó con las quejas. Sin embargo, era bastante de esperar, nadie ahí, sabía razonar completamente.
No obstante, no dejarían que este simple error, volviera a ocurrir. Por lo tanto, decidieron ignorar tal asunto. Solamente, se encargaron de seguir con la ceremonia.
—La llegada de A-Yang a nuestras vidas fue interesante -prosiguió, Xichen con seriedad—. Era algo diferente a lo que estábamos acostumbrados, claro, sin mencionar a Wei WuXian.
»Sin embargo, eso no quería decir que no lo aceptamos, sino que todo lo contrario. Tenerlo con nosotros fue la mejor decisión que pudimos tomar.
—¿Cómo es eso posible, Zewu-Jun? —preguntó, un joven cultivador.
—Decidimos darle una segunda oportunidad —respondió, con simpleza-. Dejamos su pasado como cultivador demoníaco.
—¡Es inaceptable! —bramó el líder Yao.
—¿Inaceptable? —Fue la pregunta hecha por el segundo Jade.
—¡Claro que sí! —respondió, el anciano sin dar algún tipo de argumento. No obstante, Lan WangJi no dejaría nada a medias.
—No, líder Yao, quizás pueda darnos un mejor argumento que ese.
El mencionado tragó en seco, sin embargo, no dejaría que ese bueno para nada lo humillara.
—¡Es un maldito asesino! —gritó, mientras algunos asentían dándole la razón a sus palabras—. ¡¿Quién garantiza que no volverá a ese camino!?
—Nosotros —respondió Wei WuXian, con frialdad-. Así que deje las quejas e interrupciones para otro momento, está todo demasiado lindo como para derramar sangre.
Las frías palabras del Patriarca, dejaron a más de uno petrificado en su lugar. Sabían cómo era el joven y su poca paciencia, es por eso, que simplemente decidieron mantener al margen al viejo Yao.
Con un leve asentimiento, Xichen y Qiren agradecieron a WuXian por eso. Y prosiguieron como si nada.
—En nuestra secta, ya no vimos de nuestro pasado y perdonamos los pecados por lo que Xue Yang es ahora ignorante.
»Está demás decir que, ésta merecida oportunidad, es un regalo de los dioses para con nuestro nuevo miembro. Por lo tanto, el día de hoy, queremos darle la bienvenida formal a un tenaz discípulo y familiar, el pequeño Lan Yang, Lan ChengMei.
El mencionado, se posicionó delante de Lan Qiren y sus sobrinos, mientras que de reojo observaba la mirada llena de amor y orgullo que tenía su A-Xian. Por esa mirada, que calentaba su corazón, él, ahora Lan Yang, no iba a decepcionarlo.
—Es un honor para mí, maestro Qiren, Zewu-Jun y Hanguang-Jun, ser parte de este gran recibimiento.
—El honor es nuestro, Lan Yang —susurró WangJi con orgullo—. Wei Ying y yo, estamos realmente felices de tenerte.
—Yo también —respondió el menor, con una gran sonrisa.
—Sin más para agregar, la respetable secta GusuLan, recibe Lan ChengMei.
Aplausos y bullicios se hicieron sonar en Receso de la Nube, un nuevo integrante había llegado para cambiarlo todo. Un pequeño niño con un pasado horrible, pero una segunda oportunidad para tener aquello que no se le fue dado.
Y una sola cosa tenían en mente muchos ahí, agradecer a aquella persona que dejó a A-Yang en sus caminos.
No muy lejos de ahí, Yu Mei observaba todo con una pequeña sonrisa. Ella había seguido a Xue Yang desde siempre, y su corazón ahora estaba tranquilo con su resultado casi final.
—Disfruta de tu nueva vida, pequeño Yang, porque pronto, volveremos a vernos.
Un susurro al viento que prometía muchas cosas, por el momento, dejaría todo así. Luego, la mitad faltante de Xue Yang, debía volver.
Capítulo 32: Adelanto.
—¡¿Eres consciente siquiera de lo que haz hecho!? —preguntó Huaisang, con rabia.