Capítulo 8 - Annabeth

Esta desventura está por terminar.

Quede tan paralizada, por el miedo y el frío, que al final Crow y yo tuvimos que ser cargados todo el camino de regreso a la casa. Y el hombre corpulento que nos cargó no fue otro que el señor Aster, el esposo de la señora Winter y mi jefe, es un hombre muy intimidante físicamente, pero es de tranquilo carácter generalmente. Recuerdo que la primera vez que estuve en Edurne el señor Aster me asustaba mucho por esa cara tan seria y marcada que tiene, nunca me trato mal, así que con el tiempo dejé de temerle. Y no solo el señor Aster es amable con una desconocida como yo, también lo fueron el resto de hombres que habían salido a buscarnos, durante todo el camino de regreso a la casa nos rodearon con sus antorchas para que entráramos en calor y para protegernos de las ventiscas con sus cuerpos… en verdad estoy agradecida por su amabilidad, pero… fueron los minutos más terroríficos que he tenido en mi vida.

Yo he pasado por horribles situaciones a lo largo de mi vida, tengo “pequeños” traumas que siempre me hacen estar alerta a cualquier tipo de situación… Para ser exacta… yo siempre he vivido con miedo.

El miedo siempre ha sido parte de mi vida, o mi vida misma, pero lo que hoy sentí al estar rodeada por las llamas de esas antorchas fue… terrorífico y asfixiante.

No sé qué pasa conmigo, siempre le he temido al fuego, pero esta vez me está dando tanto pavor que no puedo ni mirarlo, ya lo estaba sospechando desde que regresé al pasado, hasta ahora no he sido capaz de prender una vela sin que me tiemblen las manos y esta noche al estar rodeada por esas antorchas me trajo horribles recuerdos de mi muerte en la hoguera. Si no hubiese sido por Crow que me llamaba desde mis brazos creo que me hubiese desmayado.

Creo… que he desarrollado una fobia al fuego.

Por ahora prefiero… no pensar mucho en ello. Además, mis segundos de meditación han acabado, tengo un nuevo problema en manos.

Annabeth: -Puedo sola, no se preocupe.

Sra. Winter: -¡¿Qué dices? Niña! ¡Deja que te ayude a bañarte! ¡Ya tengo el agua caliente! ¡No seas testaruda! ¡Anda, quitemos esa ropa!

Annabeth: -No, señora… Puedo sola. Soy tímida, por favor… comprenda.

Mi suplicante mirada parece calmar a la señora Winter.

Sra. Winter: -Ya… Entonces bañaré a tu hermano. Con eso no tienes problema, ¿no?

Annabeth: -No, claro que no.

Sra. Winter: -Bien, hay que terminar de quitarle la ropa.

Por el lío que he armado no hemos podido empezar el baño de Crow, él necesita un baño caliente más urgentemente que yo.

Jale: -¡Mamá, Blaze no me quiere servir mi comida! ¡Tengo hambre, mamá!

Es la pequeña Jale quejándose desde el pasillo.

Sra. Winter: -¡Estoy ocupada!

Jale: -¡Lo sé, pero Blaze no quiere hacerlo! ¡¿Puedo hacerlo sola?!

Sra. Winter: -¡¡NO!!

Gritó enojada la señora Winter a su hija, y tiene toda la razón de negarse a la petición de Jale, la enorme olla caliente podría caerle encima a la pequeña si se acerca sin cuidado.

Yas: -¡Mamá, yo también quiero comer! ¡Tengo frío! ¡Mis pantalones se mojaron por la nieve!

Ahora Yas también requiere su atención.

Sra. Winter: -¡Pues cámbiatelos!

Yas: -¡No encuentro mis pantalones limpios!

La señora Winter se ve realmente ajetreada por la impertinencia de sus hijos. Son niños, no se puede evitar que no sepan entender el ambiente.

Annabeth: -Vaya, señora. Yo me encargo de bañar a Crow, no hay problema.

Sra. Winter: -Ahora vuelvo.

Annabeth: -No tenga prisa.

Una vez Crow y yo solos en nuestro cuarto empiezo a quitarle la ropa a mi somnoliento niño.

Annabeth: -No te duermas, Crow, pronto te darás un bañito bien calien… ti… to.

NO PUEDE SER.

Esto tiene que ser una broma extraña, no puede ser, ¿esto es real?...

Lo froto con mis dedos, pero no se borra, no es pintura, esta cosa es REAL.

¡ES EL SELLO DE UN CONTRATO DEMONIACO!

Crow… tiene ese demoniaco Sello en su pecho, justo encima de su corazón.

Esto solo puede significar que…

¡Crow es un Contratista Demoniaco!

¡Mi pequeño ha entregado su alma a un Demonio a cambio de un deseo!

¡CROW ES UN BRUJO!

No lo entiendo, ¿qué está pasando aquí?

¡¿Cómo puede ser un contratista siendo solo un bebé?!

Ni siquiera sabe hablar correctamente. Apenas dice su nombre, esto no tiene sentido.