Las Chicas Perfectas

SESENTA

Anthony no podía concentrarse en la cena teniendo a Sindy tan atractiva como sexy frente suyo.

Su forma de moverse, de hablar, de caminar era tan sensual que todas las miradas estaban centradas en su persona. Nadie se perdía detalle alguno de lo que Sindy hacía.

Eso hacía que en Anthony se despierten los celos y la lujuria a su vez. El rubio restregaba sus piernas con intensa desesperación.

- ¿Qué fue lo qué hiciste....Sindy? 
- ¿A qué te refieres Anthony? - la pelinegra lo miró con deseo, logrando así enloquecer al rubio.

- Sindy....¿acaso estuviste....hablando con...Ana?
- Algo así, pero disfrutemos de esta deliciosa cena Anthony.

Pero el rubio no soportó más y tras sujetarla de la muñeca se la llevó de ese sitio.

Necesitaba estar a solas con Sindy o estallaría, debido al deseo y a los celos por estar siendo observada por todos los hombres del restaurante. Sindy era suya y de nadie más.

Una vez en el auto, Anthony dijo:
- ¿Qué juego es este Sindy?

- El de la seducción - fue la simple y sincera respuesta de ella
-¿Cómo dices? - preguntó Anthony confundido.

Sindy sonrió para besarlo con pasión intensa, mientras lo abrazaba. El rubio la presionó contra su cuerpo disfrutando de aquel beso de amante.

Cuando se separaron, Sindy dijo.
- Te amo Anthony, solo deseo estar a tu lado siempre.

- ¿Y qué te detiene entonces Sindy? 
- Que solo somos....amigos nada más.

Anthony sonrió con cierta picardía, mientras la acariciaba en la entrepierna exitándola a más no poder. Sindy empezaba a excitarse más y más.

- Deseable, estás en extremo deseable mi amor - le susurró el rubio - Ya somos novios entonces.

- Aún no me lo pediste
- No hace falta amor, ya lo decidí. Tú eres mía, solo mía Sindy

- De acuerdo ¿qué quieres que haga amo? 
- Llevarás un anillo de compromiso mío, me dirás amor y yeas my lord.

- Wow tranquilo amor, todo está bien. No necesitas encerrarme ni encadenarme. Te amo solo a tí.

Ambos se abrazaron con fuerza. Así los dos fueron a la mansión de Sindy, donde pasarían la noche juntos. Ambos estaban desesperados por poseerse mutuamente.

Sin embargo Anthony pensaba tener una larga charla con su gemela Ana en cuanto le sea posible hablar.

Ambos se desnudaron y el rubio prácticamente se avalanzó al cuerpo de Sindy con intensa desesperación.

La pelinegra se movía con magistral perfección enloqueciendo a Anthony tanto que el rubio tuvo que contenerse debido a que era la primera vez para Sindy y no quería lastimarla.

Se deleitó en acariciarla lentamente en cada sector de su cuerpo, consiguiendo enloquecer a Sindy cada vez más.

A Anthony le preocupaba que su amada se haya vuelto una doncella perfecta, debido al sufrimiento que ésto conllevaba. Pero podía notar en Sindy la intensa felicidad. Ana le enseñó todo.

Sindy se sentía enloquecer debido a las magistrales caricias de Anthony

- Eres perfecta Sindy, perfecta para mí. 
- Es lo que necesitaba oír....dios....ah....por favor....Anthony....ah....

- Te volviste irresistible mi amor, ahora pagarás las consecuencias.

Las caricias de Anthony en la entrepierna de Sindy y sus partes privadas la anulaban al completo, haciendola delirar del deseo.

Sindy se tapaba la boca con sus manos abriendole las piernas a su amado. Se sentía enloquecer, jamás imaginó que Thony fuese así. Jamás.

- Ah...Anthony....dios...
- Tranquila mi amor, disfrutaremos los dos.
-Ah...ah...¿e-en serio?

- Por supuesto amor.
- E-Entonces ¿por qué me siento tan...tan incomoda? Ah...dios...

Anthony imaginaba que su mamá Sara sentía lo mismo que Sindy cada vez que estaba en la cama con su esposo, y a su padre ser como él en la alcoba. Sonrió sintiéndose excitado. Pero deseaba que su amada Sindy disfrute y no que desespere.

- Solo relájate Sindy, te estoy preparando para que disfrutes del momento....amor.

Por supuesto que Thony se tomaba su tiempo explorando aquel delicioso cuerpo consiguiendo enloquecer a Sindy más de lo que ya estaba.

-Dios....no....ah....ya basta....por dios....ah...
- Eres mía Sindy y soy yo quien decide todo no tú ¿entendido?

Sindy asintió con la cabeza nerviosamente sintiendo cómo los dedos del rubio lo penetraban.

Se aferró al cuerpo de Thony con desesperación. Así cuando estuvo lista recién Anthony la penetró lento pero continuo.

Poco a poco fue aumentando el ritmo hasta volverse salvaje. Ambos sintieron el orgasmo con intensidad, para acabar agotados en la cama abrazados. Fuera se desató una fuerte tormenta con rayos.

Sindy se abrazaba con fuerza a Anthony debido a que tenía miedo a los truenos. El rubio la rodeó con sus protectores brazos asegurandose que pueda dormir tranquila.

- Te amo Sindy
- También te amo Thony.

 


 




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