Las Chicas Perfectas

SESENTA Y SEIS

Ana iba despertando lentamente, todo le daba vuelta. La luz y las sombras la rodeaban envolviendola y confundiendola.

Lo último que recordaba era ser atacada por Sindy, su amiga, sin previo aviso para luego llevarla vaya a saber dónde. Estaba sobre algo blandito y calentito, pero al querer moverse no pudo hacerlo.

Todo su cuerpo le pesaba, como si una aplanadora le hubiese pasado por encima. Alguien caminaba cerca suyo ¿acaso sería Sindy?

Sintió que le levantaban la manga de su polera negra y su campera azúl dejandole libre una parte del brazo derecho.

Inmediatamente sintió algo frio y húmedo sobre esa parte libre del brazo. Era alcohol.

Ana respiraba entrecortado al tiempo que hacía su mayor esfuerzo para abrir los ojos. Pero cuando al fin lo logró, deseó no haberlo hecho.

Vio a Sindy con sombría expresión, sujetando una inyección. Sabía que había empezado a estudiar medicina. Sin poder evitarlo, Ana empezó a llorar de la desesperación.

- Sindy....¿por qué me haces...esto? Sindy...amiga...por dios no...no...

- Eres fuerte Ana, creí que ese calmante te dejaría dormida por más tiempo.

- Sindy ¿por qué?
- Deja de luchar Ana, me perteneces...

- Por dios Sindy...escuchate...así me...me trataban los lunáticos que me violaban....

- Se que no naciste con suerte Ana y creeme que lamento tener que hacerte esto pero...no tengo otra opción.

-¡Sindy! ¡Por favor! ¡¿Qué te pasó?! ¡¿Por qué me haces ésto?! ¿Qué te hice yo?

- Nada Ana, nada. Tú no me hiciste nada, de hecho eres una gran amiga.
-¿Entonces? No lo entiendo....

La visión de la rubia se le aclaró y recién pudo ver mejor a Sindy, ésta lloraba intensamente. 
-¿Sindy? ¿Qué sucede amiga?

- Lo siento Ana por dios...perdoname amiga. En verdad entiendo tu desesperación pero...pero debo hacerle sentir de alguna manera mi dolor...mi propia desesperación...
-¿Qué? ¿De quién estás hablando?

Sindy se acercó a ella dipuesta a inyectarle esa droga.
- De tu gemelo, Anthony. De él hablo

-¿Anthony? ¿Qué pasó?
- Me engañó Ana, eso pasó. Tu hermano siempre tuvo otra novia....

- Eso no...no tiene sentido alguno Sindy.
- Tengo pruebas de su traición y tú serás su perdición. Tu desaparición le destruirá el alma misma.

Diciendo aquello Sindy la inyectó, aquella droga le hizo efecto al instante. Le empezaron a pesar los parpados.

-¿Qué...qué harás conmigo....Sindy?
- Ya lo verás Ana, ya lo verás.

Ana cayó en un sueño vacío y deseperante. Sindy se quitó las lágrimas de su rostro con furia, se odiaba a sí misma por hacerle eso a su gran amiga Ana.

Estaban en el departamento de Sindy, que casi nunca solían usar, dentro de la zona privilegiada. Sindy la mantenía drogada para que no solo no hiciera ruido y algún vecino la escuche, sino también para que no intente escapar.

Ana se durmió al segundo siguiente. Sindy limpidió todo y cerró las cortinas. Fuera era ya de día y nevaba. Hacía más de veinticuatro horas que Ana desapareció. Sabía que su familia estaba desesperada, y la estaban buscando.

Su celular sonó. Era su padre. Estaba muy preocupado, debido a la desaparición de Ana. Era lógico, ya que todos creían que había sido secuestrada otra vez por Adam.

-Hola papá ¿qué ocurre? 
-¿Dónde estás Sindy?

- Estudiando en la biblioteca de la universidad ¿por qué?
-Ven inmediatamente a casa. Es peligroso.... 
- Papá ¿qué ocurre?

- Adam, ese sujeto volvió a atacar. Secuestró a dos chicas más. Y una de ellas es Ana.

-¿Qué dices? ¿Cómo que a dos? ¿Estás seguro papá?
- Por supuesto hija Ven a casa por favor.

-De acuerdo papá, tranquilo. Voy para allá.
- Apurate. No dejaré que salgas sola otra vez.

- No estoy sola papá, nunca salgo sola - Sindy miraba a su primo mientras hablaba - Mi primo está conmigo.

- Regresa a casa Sindy, puedes seguir estudiando aquí.
- De acuerdo.

Al colgar Sindy suspiró profundo mientras que su primo tapaba a Ana.

- Descuida Sindy - dijo su primo - Vendré a verla yo.

- No dejaré que te ocupes tú solo primo, no es justo.

- Se que vendrás, pero no podrás hacerlo tan seguido como creíste. Además te dije que te ayudaría en ésto Sindy.

Ambos cerraron la puerta del departamento con llave y se fueron. Su primo la dejó en casa y se fue a la suya.

Aún no podía creer lo que Anthony le hizo a Sindy luego de saber lo mucho que ella lo amaba.

 




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