Primer capítulo

-Mamá te lo suplico, déjame entrar a esa habitación, prometo sólo dar una ojeada y no romper nada

-Hija, ya te lo he explicado, lo que hay ahí dentro ya forma parte del pasado y no me gustaría recordar todos esos malos momentos, sabes que puede ser peligroso para tí

-Mamá, no tengo 5 años.

-Te pido por favor que no entres por el bien de las dos

-Está bien..., no entraré

Chloe sabía perfectamente que no era buena mintiendo, pero en aquella conversación, sonó tan dura y concisa que hasta ni ella se lo creía.

Esa misma noche decidió hacer un plan para poder entrar a esa habitación tan misteriosa, pero debía ser muy silenciosa.

Como su madre antes era espiritista, tenía guardados todos los casos más fuertes para nunca recordarlos ya que pasó por un gran trauma. Ahora, se dedica a limpiar librerías y a veces edificios públicos. Ella siempre dice: "prefiero que me paguen poco, a traumarme por mi propio trabajo". La hija no entiende por qué decidió desde un primer momento elegir ese trabajo, es decir, si no le gustaba ese mundo, ¿para qué?.

Pero, es verdad que a Chloe sí que le encantaría dedicarse a ese mundo tan escondido y misterioso, pero sabe que su madre jamás le permitiría hacer tal cosa.

Para entrar a esa habitación debía primero de todo encontrar la llave que abriría el primer candado y por último el segundo. Para ello, entrar en el despacho de su padre y rebusquear entre sus cosas sería la mejor opción.