De las crónicas de Sethus V

Base de Heskel, Polo 10, Islas de la Antártida. Año 587 de la N.E.

El Polo 10 en la Antártida, inexplorado por los humanos, siempre ha sido mi hogar. Frío, oscuro y sin vida.

He vivido centurias en este planeta, recuerdo que era muy hermoso antes de ser herido en la recolección. Muy parecido al nuestro. Ahora es árido y frío.

Permanezco siempre dentro de estas paredes, dentro del hogar que mis hermanos y yo creamos hace muchísimo tiempo. A menudo reflexiono sobre mis errores. Las pocas visitas que hago al exterior consisten en supervisar a Annika, que aún reside en Meridian. No ha muerto, pese a todo pronóstico, sigue con vida, débil, anciana y casi sin voz, pero su llama no se apaga.

El Sunt estará al cuidado de Zenyi y de Marie, en espera del reencuentro con su gemelo. Se marcharán dentro de unos días y cuando ella encuentre a Hye, la obra en este planeta terminará.

Pero la búsqueda del Súper Dios no.

A menos que alguien lo detenga.

Ellos deberían disfrutar de su albedrío. Y si tan solo alguien les dijera la verdad: que pueden elegir, que pueden quedarse en este planeta si así lo desean. Que pueden incluso desobedecer a sus creadores.

Si las mitades del Sunt jamás se reencuentran, si tan solo el Sunt no fuera reunido con los eslabones de los primeros eternos, este ciclo maníaco se detendría.

Necesito a alguien que cuente la historia completa para que los eternos decidan.

He robado la llave de la cámara que contiene las almas reencontradas hasta ahora. Maro la guarda celosamente, pero he encontrado la manera de obtenerla, aprovechando mi cercanía y la confianza total que en mí tiene.

Se la entregaré a Zenyi antes de que se marche y le contaré todo. Tal vez él pueda hacer la diferencia.

No puedo permitir que las almas asciendan tan solo para ser recicladas.

Si tan solo pudiera liberarlas...

La miro, es pequeña pero poderosa. Creada y perfeccionada por Luhna y Umn antes de las guerras celestiales. Está fría, y la piedra que la adorna adopta la forma del Sunt coronada por las alas de una mariposa.

La llave del infinito.