18 - El Dolor de Klaus Hoffmann

Han transcurrido casi cinco días desde la desaparición de Melek, Klaus está inconsolable, Guadalupe reza y Roberto mira toda la escena con gran pena, Azra hace tres días le había traído noticias de las pericias de la sangre y confirmaron que era de Melek, en ese momento Klaus se derrumba, Roberto todavía lo recuerda.

Hace tres días atrás, Azra se acerca a su madre y a Klaus y Roberto; con los exámenes de las pericias en sus manos y Klaus esta impaciente y dice:

—Quiero saber.. ¿Dónde está mi hermana? — exclama con angustia y sus ojos están muy tristes, mirando a Azra, ella se veía aún más sombría y dice:

—No sé como decir esto — exclama Azra.

—Solo dilo hija mía — exclama Guadalupe.

—Como saben a Klaus es la única familia viva de Melek le pedimos su A.D.N en calidad de pariente cercano o sea es su hermano.. — se detiene y su angustia se deposita en su garganta que le impide seguir — y en la escena cerca del cementerio encontramos sangre de dos personas desconocidas y el resultado es que el charco de sangre más grande le pertenece.. — se detiene y los tres la miran, Klaus la toma de los hombros y la zangolotea y le dice dentro de su desesperación:

—¿De quién es? — pregunta con la mirada preocupada y esto conmueve el corazón de Azra y de cierta forma no podía dar esta noticia, se trata de su mejor amiga y también es la hermana del hombre que la tomó de los hombros y que lo mira con pena, sus ojos azules están opacos, Azra toma valor y finalmente dice:

—En un 99,99% la sangre le pertenece a Melek — lo dice finalmente, Guadalupe esconde su rostro para llorar, mientras que el rostro de Klaus palidece tanto que parece papel y le salen sus primeras lágrimas, Roberto mira sorprendido y a la vez con pena por Klaus. Azra en estos momentos nota algo nuevo en la expresión de los ojos azules de Klaus, por primera vez ve que el corazón del hombre que está parado en frente de ella y que la sostiene con fuerza, se rompió en millones de pedazos, parece que su alma se esfumó al escuchar esas palabras, Klaus se queda paralizado; no podía asimilar ante tal impactante noticia. Klaus la suelta con suavidad y se retira en silencio hacia la habitación de Melek, Azra abraza a su madre y Roberto va detrás de Klaus. Roberto sabe que su amigo lo necesita tanto, camina lo más rápido posible y sabe a donde va a la habitación de Melek. Y al llegar al lugar Klaus esta buscando entre las ropas de Melek, algo que no sabía lo que era; esta desesperado y frenético; Roberto se acerca tocándole el hombro y le dice:

—¿Qué estas buscando, Klaus? ¿Te puedo ayudar? — pregunta su amigo con dulzura y Klaus sigue buscando algo que no existía en ese momento habla palabras sin sentido:

—No está..  ¿Dónde está eso? Esa cosa.. — murmura Klaus que desordena la ropa de su hermana sin motivo ni sentido, por primera vez siente su corazón partirse en millones de pedazos; no puede soportar un nuevo dolor, su respiración se agita aún más y siento que no puede respirar — no.. no.. la puedo perderla.. no a ella.

—Lo sé.. — dice Roberto y acerca a su amigo para abrazarlo.

—E-e-e-ella n-n-no puede estar-r-r — tartamudea Klaus que suelta todo su dolor — m-m-mi..

—Lo sé..Klaus — dice Roberto — no.. no sé que decir.

—El-l-lla nooo — dice Klaus que  aprieta su camisa — no puedo respirar mi corazón.. corazón.

—Todavía no hay evidencias concretas solo es sangre, pero nada que puede determinar una presunta desgracia.. — dice Roberto — tal vez haya esperanzas de que ella este viva.

—No lo sé — dice Klaus que toma una de las ropas de Melek para sentir su olor, Roberto se percata de ese gesto por parte de él; nunca ha sido así por su esposa, siempre es tan frío con ella, el sabe que la ama solo lo suficiente, pero a sus hijos los ama con todo el corazón, con a Melek es muy diferente; sus ojos cambiaron y su mirada se volvió sombría. Roberto se percató algo en la mirada de su amigo, dentro de él se rompió algo; era su corazón. En ese instante entendió que Klaus ama a su hermana con tanta devoción y amor, él la ama con toda su alma; ese amor no cambiará con los años. Roberto entiende que sí Klaus no fuera hermano de Melek, daría a entender que estuviera enamorado de ella, pero no ella es su hermana y la ama demasiado más que su propia vida. Ahora Roberto entiende lo que es el dolor de perder a un hermano, él nunca conoció a sus padres porque a él lo abandonaron, nunca supo si él tiene más hermanos, su dolor es igual de grande que el dolor de Klaus. Ahora entiende lo que significa Melek en la vida de su amigo, y sus palabras al decirle que ella es su alma y su corazón es la única mujer por la que Klaus arriesgaría su vida, él podría sacrificar su vida por Melek. Su amor de hermano es tan grande que no lo piensa dos veces, ahora entiende lo que es el dolor y que se puede mostrar de muchas formas; y mientras Roberto piensa en el real significado de familia. Klaus mira fijamente el vacío de la habitación, este dolor es más fuerte que esa vez que tuvo que ir a reconocer los cuerpos de sus padres, es lo que jamás va a olvidar en su vida todavía lo recuerda como si fuera ayer y siempre tiene la misma pesadilla, él era un chico de diecinueve años. Ese día esta estudiando para una prueba miy importante y eran cerca de 21:50 de la noche, suena el teléfono de la casa y es contestado por Guadalupe y ella dice:

—Alo la casa de los Hoffmann — exclama Guadalupe.

—¡Alo!.. ¿Hay un pariente de la señor y de la señora Hoffmann? — pregunta la voz.

—Sí, esta su hijo mayor — habla Guadalupe —espere un momento voy a buscarlo.

—Está bien — dice la voz y Guadalupe deja en espera a la voz y va directamente a la habitación de Klaus y golpea:

—Adelante.. — dice con amabilidad el joven Klaus que deja de leer su libro y Guadalupe entra y dice:

—Joven Klaus — dice Guadalupe y el muchacho la mira con tranquilidad.

—¿Qué ocurre? — dice el joven Klaus

—Lo llaman.. y no sé lo que quieran — exclama Guadalupe.