42 - La Fiesta

Cuando Diego y Melek salen de la habitación juntos de ella; también Irem iba detrás de Melek como un tipo de guardiana desde lo último que ocurrió con los espías; la joven Irem lleva una espada y también una daga, en el pasillo estaba Hanna con un vestido largo de color negro y unos zapatos del mismo color y ella dice:

—¡Melek! — le sonríe Hanna con su elegante sonrisa, ella esta muy hermosa con su vestido negro; Melek considera que Hanna es la mujer más elegante del mundo, su presencia opaca la belleza de otras mujeres.

—Parece que llevaré a dos bellas damas solteras al baile — le sonríe Diego a su hermana y a Melek y él las lleva al salón en donde esta la fiesta.

—Pero que galán, Diego — sonríe Hanna y los tres llegan al baile y todos quedan impresionados, ante la llegada de Melek, Diego y Hanna; sobretodo Dameron que la estuvo esperando toda la noche para poder verla antes de dormir y conversar sobre algo que lo inquieta, para Dameron encuentra a Melek como su amiga y Dennis leyendo su mente se le adelanta en sus intenciones, le toma la mano y le besa la mano con delicadeza:

—Señorita Hoffmann me concede esta pieza para bailar — dice Dennis con timidez — usted es realmente hermosa con ese vestido, parece un ángel.

—Muchas gracias por supuesto me gustaría bailar con usted, príncipe — sonríe Melek y comienzan a bailar al compás de un  vals, Dennis a pesar de haber estado encerrado el joven tiene una gran habilidad para el baile a pesar de todo y Melek se lo destaca — baila muy bien para haber estado encerrado en una habitación por muchos años o estar en sus investigaciones.

—Bueno la gente te puede sorprender en muchas ocasiones, todos somos cajas de sorpresas — admite Dennis con una sonrisa — y le agradezco por ese cumplido, joven Melek.

—¿Por qué me agradeces? — pregunta Melek con una sonrisa — eres muy brillante en todo sentido.

—Por no irse de este lugar y no querer escapar, por luchar en esta guerra por todos nosotros, por confiar en mí y por mi trabajo de  científico — exclama Dennis con una sonrisa — yo sé que puedo ser más.

—De nada además usted es el mejor ingeniero de la galaxia, a pesar de ser muy joven, pero la edad no determina tu sabiduría o tu inteligencia solo es un número, nada más —exclama Melek con una sonrisa de tranquilidad — y ahora la agencia necesita su ingenio y tus habilidades.

—Por supuesto — exclama Dennis — que te voy a servir y por mi parte es un gran honor compartir mis conocimientos con los demás.

—Dicen que el conocimiento se debe ser compartido con otras personas — dice Melek — pero como utilizan ese conocimiento no es tu responsabilidad, ¿Lo entiendes?.

—Entiendo — dice Dennis.

—Nos vemos mañana a las 0830 horas — exclama Melek y ya había terminado la música del baila, así que Dennis se acerca a Hanna para bailar con ella, un rato mientras que Ghaada bailaba con Gaith y no se despegaron en toda la noche. En el otro lado esta Dameron rodeado por muchas muchachas que le están lanzando sus armas de seducción, en realidad no está interesado en ninguna de ellas; sabe que es el último príncipe soltero y todas quieren casarse con él, por poder o por cualquier cosa. Con la mirada busca a Melek que es la única que lo podría salvar de esas muchachas desesperadas. En el mismo sitio está Diego tomando un vaso de aguardiente mientras mira con avivado entusiasmo a Halime, con su hermosa cabellera pelirroja que bailaba con Dennis y su hermana Hanna, está al lado de Melek y está detecta la mirada de Diego, se acerca a él:

—Señor Peters — dice Melek y esté la mira — ¿Qué está mirando joven?.

—Señorita Hoffmann — le sonríe sin quitarle la vista a Halime y Melek se da cuenta de la mirada, con una sonrisa hacía al lado.

—¿No está bailando esta noche? — le pregunta Melek, mientras que tomaba un tequila — ¿Por qué? Me sorprende que no sea el alma de la fiesta.

—La noche esta algo aburrida y no quiero bailar — dice Diego, en ese momento Melek comprende todo la mirada del soldado del tiempo — y no bailo desde 1943, así que perdí la práctica.

—¿Esta aburrida la noche o no tiene el valor de invitarla a bailar a Halime, soldado? — exclama Melek y esté la mira sorprendido — y es en serio amigo mío; soy distraída y mucho, pero no tonta.

—¿Qué me está insinuando joven Hoffmann? — pregunta Diego intentando aparentar inocencia.

—Es lo evidente, joven — dice Melek sin rodeos  — usted está enamorado de la princesa Halime — esté se ruboriza al escuchar las palabras de Melek — te doy un consejo amigo  mío ese tren va a partir luego así que si la quieres debes tomarlo antes que la pierdas, ¿Acaso crees que Alejandro Magno  conquistó el mundo conocido en un día? Por supuesto que no así que vaya, soldado — exclama Melek y Diego entiende a lo que se refiere.

—¿Debería ir? — exclama Diego mirando a Melek con inseguridad.

—Pues claro amigo — exclama Melek — debes tomar el valor suficiente para hablar con ella — le toca el hombro con confianza — debes permitirte ser vulnerable por lo menos el otro va a saber que eres humano.

—Voy a ir — dice Diego mientras que  toma un poco de alcohol, para tomar el valor suficiente que le  hace falta y él se acerca a Halime que estaba en una esquina con un vestido azul metálico que representa a las hijas del mar con su pequeña corona de princesa, delicada como una flor.

—Hola princesa — dice con un hilo de voz y la muchacha lo mira con sus penetrantes ojos.

—Hola joven — con su voz dulce y Diego se conmueve con su angelical voz.

—¿Le gustaría bailar conmigo señorita? — le propone y extiende su mano con amabilidad.

—Por supuesto joven  — dice la muchacha con una sonrisa y toma la mano del muchacho.

— ¿Cómo se llama, usted? — le pregunta a Diego mientras él la  acerca a la pista de baile.

—Coronel Diego Peters de ejército de los Estados Unidos América pertenezco al escuadrón 7 — hace un saludo militar y Halime lo mira de forma extraña y se acerca a ella con prisa  — ¿Y cómo se llama señorita? Además me puede llamar por mi nombre — le toma su mano con delicadeza y la besa, su mirada es más penetrante.