Veintisiete: La Leyenda Viva

Con el paso de los días Azra y Christian comienzan a entender, la popularidad de Melek dentro del Consejo Intergaláctico; a la vez había personas que no comparte su forma de actuar durante la guerra. Azra ve algunos videos de esa guerra y no puede creer como actuaba Melek, para ella no es esa mujer tranquila, seria, doliente y trabajadora; ella parece una militar que no repara en asesinar a alguien, ahora no sabe quién es Melek en realidad, esa leal amiga, intelligente, alegre y dulce. Su percepción de ella cambia y se da cuenta que nadie conoce realmente a las personas, Azra esta en un dilema con respecto a su amiga. También Christian esta al lado de Azra, parece no afectarles las acciones de Melek en la guerra, en realidad no sabe lo que realmente piensa. Azra lo mira por algunos minutos al muchacho que esta pensativo y ella habla:

—¿Qué opinas al respecto? — pregunta Azra a Christian, el muchacho responde:

—¿Con respecto a qué? — pregunta Christian confundido.

—A Melek — dice Azra con tranquilidad — ¿Qué opinas de lo que sabes ahora de ella?.

—Sí quieres una respuesta va a ser tan corta como concisa está bien  — dice Christian procesando todo lo que ha visto, se acerca a ella. — No me importa.

—¿No te importa? — exclama Azra con sorpresa. — ¿No te importa que sea una asesina?.

—No ¿Y a ti? — exclama Christian con tranquilidad y mira ligeramente a Azra para entender su reacción. — Este es el oficio de un detective, no tuvo elección.

—Yo entiendo esa postura, pero en el video no es en su calidad de detective de quien estamos hablando — dice Azra mirando al muchacho que esta inexpugnable en su posición. — Es de un soldado en una guerra.

—Es hipócrita de tu parte que te alarmes porque Melek asesine a soldados y se comporte como uno de ellos — exclama Christian defendiendo su posición. — Los países, los territorios no se forjaron a través de la paz o analizando segundas opciones.

—Yo.. — dice Azra sorprendida — ¿Hipócrita?.

—Sí, tú ¡Azra! — dice Christian sutilmente enojado por su hipocresía. — Es negar que los humanos forjamos nuestros hogares, naciones de las cuales vivimos, servimos con una extraña devoción y el bien superior de la nación.. Fue a través de la expansión territorial, conquista y la protección de nuestras naciones de invasiones extranjera como: Las guerras de la independencia¹*, la guerra del salitre²*, la guerra de invierno³*, la Gran Guerra⁴* , entre otros conflictos y después se llegó a la paz.

—Pero.. — dice Azra que se queda en silencio, no puede debatir contra el argumento de Christian, porque tiene razón el mundo se forjó de los sangre, las naciones se han desangrando.

—Es vivir una fantasía sin sentido de creer que todo lo que conseguimos fue a través de la paz, siempre fue de la violencia — dice Christian muy firme en sus palabras y convencido de su argumento.  — Ademas la opinión que tenga de Melek sigue siendo la misma, ella tiene este secreto, pero sus motivos son justificados y nos salvó a todos de Abaddon el conquistador; por eso estos hombres se inclinan ante ella, es respeto y agradecimiento por salvar la regencia del universo.

—Lo entiendo y estoy enojada por el simple hecho que me apartó de ella — dice Azra enojada. — Y eso pudo afectarle, me preocupó por ella.

—Entonces pregúntale el motivo de que no te compartió este secreto — dice Christian que toma una tableta, para seguir leyendo. — Ahora quiero analizar estos datos, me puedes dejar en paz y no quiero escuchar tu patético intento injustificado de cuestionar las decisiones de Melek y mejor pregúntale a ella.

—Está bien te dejo — dice Azra que sale de la habitación y piensa en muchas cosas. En ese momento toma la decisión de ir a la habitación de Melek que hace un poco de yoga, lo hace cuando está realmente estresada. Espero que terminará su rutina y después se acerca a ella, Melek se ve tan concentrada en su rutina que ignora completamente la presencia de Azra. Al terminar Melek se sobresalta al ver a su amiga en la puerta y está dice:

—¿Desde cuándo estás allí parada? — pregunta Melek guardando el mat de yoga, y se acerca a ella.

—Quiero hablar contigo sobre un tema — dice Azra algo seria. — ¿Puedes?.

—Por supuesto que sí — sonríe Melek que paradójicamente no es la misma persona que vió hace poco. Azra no supo como abordar la situación, pero no tenía los recursos necesarios para hacerlo y es interrumpida por la voz de Melek. — ¿Qué querías hablar conmigo?.

—Es sobre lo que vi en los archivos de guerra — dice Azra confundida. — ¿Es verdad que hiciste todo esto?.

—Sí, es verdad — dice Melek tranquila. — Hice todo eso en la guerra y no tengo miedo en admitirlo.

—Pero.. Melek — dice Azra. — Es horrible lo que hiciste.

—Lo sé es con mi conciencia con la que estoy peleando actualmente y es algo molesto — confiesa Melek. — ¿Ahora me juzgas?.

—Sí, pero no es eso lo que realmente me enoja — dice Azra. — Me enfurece que no me hayas contado tu secreto, soy tu mejor amiga, nos conocemos desde años, no me compartes nada de ti.

—Todos tenemos derecho a tener secretos y este es el mío — dice Melek y agrega. — Ni siquiera lo sabe Klaus.

—Él tiene derecho de saberlo, es tu hermano —le reclama Azra y Melek se queda en silencio. — Entonces.. Esa vez hace dos años cuando desapareciste..

—Sí fue la guerra en el planeta y ganamos — dice Melek para aclarar.

—Entonces.. Esa herida en tu estómago que atraviesa la espalda.. ¿Qué fue eso? — pregunta Azra con curiosidad.

—La historia te la voy a resumir.. De hecho morí por algunos minutos, fue Abaddon el conquistador qué con una lanza me atravesó, fue algo doloroso — confiesa Melek haciendo un gesto en su rostro. — Bueno fuí al cielo, conocí al bisabuelo de Dameron, por cierto es el doppelganger⁵* de él son iguales, vi a mis padres y a Nathanael.

—¿Viste a Nathanael? — exclama Azra sorprendida. —¿Cómo está?.