SECRETOS
El clásico sentimiento de curiosidad fluyo en mí, tome una bocanada de aire abriendo súbitamente la puerta llamando la atención de mi jefe y su acompañante.
-Eres tu – hablo el jefe, mostrando un rostro de incomodidad con mi presencia – Nadie te mando a llamar, vuelve a tu oficina
-Sucedió un asesinato como parte del departamento de policía me concierne investigar
-Pues como jefe del departamento asigne a otros para revisar el caso – contesto molesto
-Debería mostrar mi inconformidad por el futuro accionar que tenga jefe – solté, petulante intentando que el hombre frente a mi perdiera los estribos
La atmosfera se tornó pesada y los dos hombres mostraban determinación en sus miradas , mientras un tercer hombre aun con los ojos rojos se mantenía expectante del escenario que se desataba frente a el
-Debo mostrar mi interés hacia el joven que interrumpió nuestra conversación – soltó al fin el regordete hombre que mantenía una mirada vacía
-Me puede decir exactamente qué sucedió – hablo Rafael , tomando una libreta de apuntes del bolsillo derecho de su abrigo
-Preferiría hablar con usted en privado – mirando al jefe del departamento , quien mantenía una expresión de molestia
-Debo advertirle que este solo es un principiante y últimamente está manteniéndose al pendiente de un caso que hace mucho fue resuelto – reprocho intentando persuadir al cabizbajo hombre
-Soy uno de los representantes del alcalde y deseo comenzar una charla con el joven detective – mostrando molestia y fastidio en su voz – no entorpezca mas mi trabajo
-Lo sé pero no quiero que le siga la corriente a mi subordinado , podríamos llevarlo con otro de mis chicos o discutir el problema en mi oficina
El pelinegro se mostraba expectante a la respuesta del hombre
-Lo pensare de forma correcta – pausando - por ahora paso a retirarme
El regordete hombre caminaba a la salida cuando una abrupta caída lo dejo en el piso
-Lo siento Brown mis nervios ocasionaron mi caída – haciendo aire con sus manos – podrías traerme un poco de agua
El jefe de policía acepto, dirigiéndose al pequeño lugar donde los que trabajaban en el departamento mantenían ciertos alimentos que eran utilizados como refrigerio
El regordete hombre se puso en pie con ayuda de un desconcertado Rafael
-Mira chico tu jefe está en un problema que implica diversos asesinatos- mirando temeroso la puerta – toma – extendiendo un pequeño papel con números escritos en el
-Brown también está metido en esto – reprocho dubitativo – pensé que solo tenía algunas cosas turbias no asesinatos
-Chico, no es momento de hablar aquí, al revelarte esta información le puse precio a tu cabeza y la mía, necesito decirte algunas cosas – temblando – llámame pero no le digas a nadie que te di mi número es mas no confíes ni en la sombra que está detrás de ti
El regordete hombre, camino presuroso hacia la salida, abriendo con poca delicadeza aquella puerta de vidrio cerrándola duramente produciendo eco
-Aquí está su agua me di la molestia de echarle un poco de azúcar para calmar sus nervios – mirando a todo lados –El señor Meison – hablo mirando al chico
-Recibió una llamada y se marchó diciendo que lamentaba las molestias – contesto el pelinegro tranquilamente
-Te diré algo chico – el robusto hombre se acercaba como un león a su presa – no te metas donde no te llaman, recuerda que la curiosidad mato al gato
-También recuerde que el gato es curioso por naturaleza – dándose la vuelta y caminando hacia la salida