Las dos caras de Amelia

Capitulo 24

César daba pasos hacia la entrada del aeropuerto sacó su móvil del bolsillo de su chaqueta, le marcó a Hernesto el padre de Juan Pablo 

 - ¿Que me tienes?, Espero que seas mas eficaz que Víctor. 

Hernesto jugaba con los vídeos que ya tenía en sus manos sonrío de medio lado 

- Espero no defraudarlo señor ¿A qué hora llega su vuelo? 

César le entregó a la recepcionista su pasaporte 

 - Llegaré por la noche, ya sabrás que hacer, sabrás que me gusta las personas eficientes, podré recompensar tu trabajo Hernesto. Corto  con la llamada. Le regaló una sonrisa a la chica - Muy amable joven.

                                              

 Hernesto miró a las chicas que ensayaban para el espectaculo de la noche 

 - ¡Con ánimo mujeres!, ¡Hoy viene su jefe?, dijo en voz alta. 

Se escucharon murmuraciones entre los empleados a lo que el atacó dando fuertes  palmadas con sus manos 

 - ¡Cállense!, a trabajar a trabajar. Para eso les pagan, despeto. 

Las chicas se miraban entre sí, sentían que no merecían ser tratadas así, Hernesto era bastante exigente aparte no tenía nada de comprensión ni solidaridad para con ellas...

 

 

Elisa sentia  pesadez en su cuerpo, abrió sus ojos algo forzosa, al estar totalmente despierta tenía  lagunas, no recordaba que habia pasado..., Los minutos pasaban y ella se esforzaba por recordar, poco a poco fue relajando su cuerpo, derrepente vino a su mente el ataque de un hombre con el que ella forcejeaba. 

Sintió pánico, miró todo a su alrededor y reconoció su propia habitación, estaba impresionada, trataba de recordar claramente lo que le había pasado, no lo conseguía. 

Al levantarse de la cama sintió una sensación en sus manos, miro con extrañes unas bandas que tenía en su mano derecha. 

- ¡Tengo que hablar con Luciana!, Susurro. 

Salió de la habitación y se dirigió a la de su hermano, se asomó, al verlo dormido sonrió, caminó hacia la cocina, sentía pesadez en su cuerpo y hambre. Bostezó, recogió su cabello y abrió la alacena para preparar unos sándwiches lo más rápido para calmar su apetito. 

Elisa dió pasos hacia la ventana, se sentía intranquila 

 - ¿Qué pasó anoche?, Se preguntó - Es increíble que no recuerde nada, resopló. 

Tocaron el timbre y caminó rápido hacia la puerta.

 - ¿Dime que te sientes bien?, Se apresuró en pregúntale  Amelia, estaba muy  preocupada por ella.

Elisa frunció el entrecejo, la tomo de la mano y la llevo al sofá

 - ¡Tenemos que hablar!, Siéntate, ¿Que pasó anoche? ¡no recuerdo nada!, La acechó - Quiero que me digas que pasó, Amelia guardó silencio, no sabía cómo explicarle. Elisa se inclino hacia ella - ¡Luciana!,  ¿Que pasó anoche?, ¡contéstame!, Gritó Desesperada.

 Amelia suspiro profundo y la miró los ojos, Elisa arqueo una ceja.  

- ¡Estoy en problemas!. Respondió 

Elisa la miró sorprendida, negaba con la cabeza, no entendió lo que su nueva amiga le dijo.       

 - Haber espera, ¿Como? repite, repite lo que dijiste, no entendí, ¿De que hablas? 

Amelia tragó saliva, resopló, rasco su cabeza y se puso en pie

 - Que estoy en problemas, estoy en serios problemas creo que mate a un hombre. Dijo sin rodeos - Creo que lo mate, repitió - No, no se que iba hacerte, a donde te llevaría, llevo su mano izquierda a la cabeza -  tenía que hacer algo, empezó a deseperarse. 

Elisa abrió sus ojos impresionada, no podía creer lo que estaba escuchando, sabía que esto era grave que la policía las buscaría, caminó por toda la sala con los nervios alterados 

 - ¿Que haremos Luciana?, Titubeó - esto, esto es grave, es muy grave 

 Amelia  pasó su manos por su rostro

 - No, no lo sé, hay que esperar a la policia. Dijo sin tener claridad 

Elisa negó 

 - Nunca eh tenido problemas con la ley Luciana, tengo a mi hermano bajo mi poder, no puedo estar presa, ¿Que voy hacer que voy hacer?, Se desespero en decir, Elisa estaba muy asustada - Y, ¿Tu hermano? ¿Y Efraín?.  

Amelia exhaló, cerró sus ojos y le dió la espalda, esta mañana ha sido muy intensa para ella,  recordar a su hermano Efrain no era tan importante como pensar el gran enfrentamiento que iba a tener con su hermano Joel. 

 - El está bien, está dormido, no sabe nada, ni siquiera se dió cuenta, y créeme, es lo mejor que pudo haber pasado 

Elisa frunció el ceño 

 - Cómo que es lo mejor que pudo haber pasado, no entiendo 

 - No importa Elisa, esto tiene que quedar entre las dos más nadien puede saberlo, espero que lo entiendas 

 - ¡Por Dios!, Tenemos problemas con la ley, a poco crees que me voy a poner a gritar, ¡Mi amiga iba a matar a un hombre que me iba violar!,  ¿Cómo crees? ¡Estas loca!, Bufo molesta 

Amelia negó a las locuras que está decía 

 - ¡Baja la voz!, La reprendio - hay un policía que quedó en ayudarnos, el presenció en problema junto a otro tipo 

 - Eso es bueno, muy bueno, frunció el ceño al verla vestida - Porque, ¿Porque estás vestidas así? ¿A dónde vas?. Amelia volteo los ojos en blanco, Elisa brinco emocionada  - ¡Oh por Dios lo había olvidado!, ¿te viste con tu novio? ¡te lo follaste! ¿usaste protección?  ¡Cuéntame, cuéntame!, ¿Qué pasó?  preguntó insistente. 

Amelia frunció sus labios  

 - Te contaré, pero primero ayúdame a quitar este maquillaje.    

 - ¡No inventes!, Te lo mamaste, rio divertida dando pasos a hacia su habitación dejandola sola.

 Amelia bajo la mirada, dió pasos  hacia un espejo enorme que había en la sala, se miro la boca  y  rozo sus labios con su dedo índice. Su corazón empezó a latir de forma extraña, estaba recordando el beso que Jhon le había dado, la forma tan  apasionada en la que se adueñó de su boca, era tan delicado e intenso.  Era la primera vez que tenía este tipo de cercanía con un hombre, miraba sus labios, estaban algo hinchados por la succión fuerte que este le había propinado.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.