El ejercicio durante la clase me ayudó a canalizar la energía negativa y salí de ahí más relajada. Después de ducharme intenté llamar a Jhoan pero al parecer su móvil estaba apagado. Me daba tristeza y a la vez coraje que se hubiera marchado sin dejarme dar una explicación.
El día siguente desperté un poco nostálgica, hasta cierto punto extrañaba mi vida aburrida de antes. Pero Issa Rivera nunca se rinde ni da un paso atrás. Esa tarde Eliot pasó por mí para ir a cenar y hablar sobre Maggy, decidí no buscar a Jhoan hasta después de aquella cena para no empeorar las cosas.
Admito que intrigaba lo que Eliot quería decirme y a la vez sentía que no necesitaba saberlo.
— Sabes Issa, sé que es algo raro lo que te pasó con mi hermano aún más que el destino haya puesto a Maggy en tu camino.
— ¿Así que ahora crees en el destino? — Pregunté con un toque de sarcasmo.
— Pues sí, ahora creo en muchas cosas, y tal vez suene algo loco pero que yo lo diga pero hasta tengo fe en que Dios permitirá que mi sobrina tendrá tendrá un gran futuro.
— Vaya, — dije sorprendida — creo que ese grupo de apoyo al que van Audry y tú es efectivo.
— Me estoy esforzando Issa, siento que tengo que hacer algo que realmente valga la pena con mi vida.
— Eso no lo dudo Eliot, nunca has sido mala persona y me da gusto que te enfoques en cosas positivas en lugar de hacerte daño. Y sobre Maggy, creéme que estoy segura de que esa niña tendrá un gran futuro. Te tiene a tí y a Victoria para cuidarla y apoyarla.
— Y a tí también. — Agregó con una seriedad perturbadora.
— Pues en cierto modo puede ser que sí, — respondí mientras acercaba el vaso de agua a mi boca y desviaba la mirada hacia la puerta del restaurante para controlar un poco una rara incomodidad que comencé a sentir.
— Sabes Issa, Victoria está enferma, tiene cáncer. — No lo sabía y me quedé en silencio al escuchar esas palabras.
— Eso si es una mala noticia, ¿qué tan avanzado está?
— Lo mantiene controlado pero lo suficiente para estar preocupados.
— Lo siento mucho, no tenía idea, ella nunca lo ha mencionado.
— Supongo que no quería preocuparte. — Mi amigo hizo una pequeña pausa y me miró fijamente a lo cual sentí un poco de miedo al intuir el extraño descenlace de nuestra conversación.
— Y yo supongo que están preocupados por lo que pasará con Maggy en caso de que Victoria falte. — Dije y solté un gesto de ironía negando con la cabeza mientras Eliot me miraba como si de pronto no supiera que decir. — Mira Eliot, ya me estoy imaginando de lo que querías hablar conmigo y la verdad estás equivocado si piensas que yo te ayudaré a cuidar a tu sobrina si algo le pasa a Vicky.Yo no podría hacer eso.
— Ella te quiere mucho Issa y yo solo no sabría que hacer con ella. Además no quiero tener más problemas con Cristian que puedan afectarla y estoy seguro de que no sería capaz de meterse contigo después de todo lo que te hizo. Yo me haría cargo de todo lo económico y estaría al pendiente todo el tiempo pero por su seguridad no podría tenerla conmigo.
— Maldición Eliot! Mira, yo entiendo que es una situación dificil y creéme que quiero mucho a Maggy y a ti también pero yo no podría hacerme cargo de ella. Lo siento mucho.
— Descuida, se que no es cualquier cosa lo que te estoy pidiendo, solo quería que lo supieras porque mientras Victoria esté viva podemos hacer algo para asegurar la custodia de Maggy, después quién sabe que pasaría. Tú solo piénsalo y si llegaras a cambiar de opinión o tuvieras alguna sugerencia hazmelo saber por favor.
— De acuerdo — solté un pequeño suspiro y bebí un poco de agua. — Pero hay que terminar de cenar sin hablar por favor.
Cuando terminamos de cenar solo le dije que pensaría en lo que hablamos pero no le prometía cambiar de opinión. A decir verdad tenía muchas ganas de hablar con Jhoan. Quería estar bien con él y contarle lo que estaba pasando para que me animara con sus consejos como solamente el sabía hacerlo.
Subimos al auto y le pedí a Eliot que me dejara a 2 cuadras de la casa de Jhoan, no cruzamos muchas palabras pero cuando pasamos frente al Tamessi solté un horrible grito de angustia.
— Lo siento mucho Issa! — Exclamó Eliot mientras intentaba frenar el coche antes de que un completo silencio trajera a mi mente las escenas más relevantes de mi vida.
No fue agradable despertar en un hospital algunos días despues con un dolor insoportable y la noticia de que mi cadera estaba fracturada además de los golpes en mi cuerpo. Mi madre y mi hermana estaban sentadas en un sillón a lado de la cama con una mirada de alivio al verme despertar.
— ¿Y Eliot? ¿Cómo está Eliot? — fué lo primero que pregunté.