Capítulo 17: Pactos

No voy a mentir: La tienda se llenó. Todo el mundo (Incluyéndome) con mascarillas tratando de conseguir hierbas para que los dolores no sean tan intensos, decidí regalar todo. Cancelé las ventas, y entendía que si hay una enfermedad afectándonos, lo mejor sería apoyar y no comercializar. Chelsea comprendió esto y me ayudó a regalar todo lo que teníamos. 

Pero claro, todo llega a su fin, y en un abrir y cerrar de ojos, ya no teníamos nada. La tienda estaba vacía. Por lo que tuvimos que cerrar nada más nos dimos cuenta de lo que sucedía.

-¿Y ahora que haremos?.- Preguntó Chelsea.

-Esperar....No tengo más hierbas para fabricar, no podemos hacer nada más...- 

Chelsea me dio una sonrisa nerviosa.

-Chelsea, has ayudado mucho...¿Por qué no vas con tu abuelo? Asegúrate que esté bien....-

-¿Y tú?.-

-Estaré bien, lo prometo. Si pasa algo voy y te aviso. Recuerda que vivimos cerca.-

-Si tú lo dices...- Me dio un abrazo, que por supuesto correspondí con cariño. A pesar de que chocáramos las mascarillas. -Nos vemos...-

-Adiós...- 

Chelsea salió de la tienda y me pegué con la realidad: Me encontraba solo, al igual que al principio, y enfermo, además.

Me quité la máscara, dejándola aún lado. Tomé un respiro, y me dirigí al comedor, para poder subir las escaleras y acostarme para descansar. El problema, es que las escaleras se movían, como si estuvieran bailando.....Me giré y luego toda la cocina lo estaba, al igual que la mesa y las sillas. Algo andaba mal.....Ay, la fiebre.

Tratando de ponerme estable, me afirmé de la muralla. Pero me tambaleaba demasiado, me temía lo peor. Sentía como el calor en mi cuerpo aumentaba y no podía parar.

-Che...che....chelse...- Dije de una manera débil, para acabar desmayado en el suelo.

......

......

......

......

Desperté. Aunque no en mi hogar. Era ese espacio donde me encontré al 'ángel'. Un lugar oscuro, sin nada, sin suelo ni paredes. 

-Vaya, ¿Te quedas dormido en plena epidemia? Que bárbaro.....- Era Krukut, a mis espaldas.

Me giré, y era ella, claramente.

-¿Qué quieres?.- Le contesté cortante.

-Verás.....- Krukut caminaba dando vueltas alrededor mío, con un claro lenguaje kinésico. -Ya sabes que todo esto es por un intercambio de muchos años que nunca se llevó a cabo...Pero vengo a proponerte algo...Para terminar esto de una vez.-

-¿Qué cosa?.-

-¿No quieres la cura? Yo puedo dártela, a cambio de lo que me prometió el rey Derbok hace muchos años.....-

-¿Un corazón?.-

-Claro, pero entiendo que su hijo; Astán, ya falleció, por lo que su corazón no me sirve para nada. Pero hay uno que sí me sirve.....-

-No te daré el corazón de Zoe....-

-¡Ay mi niño! Claro que no, Zoe sin duda es la mejor reina que ha tenido Nevada, por supuesto. Las brujas, queremos corazones de gente importante.....Tú eres el indicado..-

-¿Yo? ¿Q-quieres mi corazón?-

-Por supuesto. Ya nos entendemos....Con tu corazón, con tu vida, podré vivir más años, tener tu experiencia...Y el hecho de que tú mueras, será suficiente para hacer sufrir a la mayoría del reino....A Zoe, Chelsea, a los pobres de Angulema, tu pueblo en Oriunde......Sigmund Collins...-

-Pero si hacemos ese intercambio, moriré.. ¿De qué me servirá saber la cura si no voy a estar vivo para anunciarla?.-

-Oh, bien pensado, mi niño. Pero soy una bruja buena.....Te daré un tiempo. Cuando caiga la noche, tu me entregas tu vida. Así tienes tiempo para ir y anunciar a todo el mundo la cura...¿Qué me dices? De todas maneras, tú siempre dices ser un inútil...¡Aprovecha esta oportunidad para tener algo de utilidad!. Y además.....te seré sincera. Después de nuestro encuentro en el bar me di cuenta de lo grande que eres......Tu corazón me sirve bastante. Así que este trato nos dejará a ambos....en empate.-

Sus últimas palabras me afectaron, no lo voy a negar. Pero tenían cierta verdad en ellas. Lo tenía claro. Especialmente porque mi cabeza conectó. Iba a hacer algo arriesgado para acabar esto, pero para ello, por primera en mi vida, no tendría que demostrar ser valiente, si no serlo. 

-Acepto.-

-¿Tan fácil? Bien pensado mi niño. Ahora despierta, que no tienes mucho tiempo.-