Capítulo 20 (Final Divino): ''Me Quedo''

Creo, sinceramente, que la mejor parte de haberme quedado con los ángeles, fue ver mi funeral. Me dio pena, pero fue lindo ver a Angulema reunida por algo que siempre pensé que solo estarían como máximo dos o tres personas. 

En fin, quizá eso no es lo que quieran saber. ¿Qué pasó conmigo después? Pues me uní a ustedes. Me alegra estar ayudando a los demás, es algo que siempre quise. No voy a negar que extraño a Sigmund, Chelsea, y a Zoe. E incluso a Alicia y a Alejandro. Pero mi misión terminó. Logré que la enfermedad terminara, y creo que con eso es suficiente.

Zoe siguió gobernando, se convirtió en las mejores reinas que ha tenido Nevada. Y me llena de orgullo que ella esté logrando tantas cosas en Nevada. Chelsea obtuvo mi tienda, si bien, nunca tuve la oportunidad de enseñarle muchas cosas sobre las hierbas; Ella pudo aprender perfectamente. Al igual que yo en su momento, hace más accesible los medicamentos para todos. Esa es la Chelsea que amo.

¿Sigmund? Pues, se casó. Con otra persona. No hay dolor en mi corazón, todo lo contrario. Él está feliz. Tiene hasta un hijo, que lo llamó 'Abraham'. Es bonito, aunque raro para su pareja, supongo. Pero al final, mi historia llegó a convertirse en algo histórico en el reino.....Conseguí mucho reconocimiento y era entendible.

Puede que ya no esté con ellos, pero estoy seguro que saben que los protejo día y noche. Y me llena el corazón que sepan aquello.

¡Ah! Y lo mejor es que renombraron el 'Distrito Bajo' como el 'Distrito Abraham', siento que es bonito también.

-¿Y qué fue de ese ángel que te vio antes de morir?.- Me preguntaron. 

Estaba en Oriunde, en un campo con varios ángeles alrededor sentados en las rocas, ellos me escuchaban. Soy nuevo en el equipo, claro que les interesaba mi historia. (Y claramente nadie más que nosotros nos podían ver)

-¿El ángel? Oh, era el arcángel Rafael.-

-¿En serio? ¡Wow!.- Todos se sorprendieron. No suelen tener mucha relación con los arcángeles al parecer. 

-Una pregunta más.....Dijiste que Sigmund se casó, pero ¿Qué está haciendo ahora?.- 

-Seguramente amando, abriéndose, tratando de ser mejor cada día. Desde la última vez que lo vi, creo que se dirigía a las Islas Fukar, su hogar. Debe haber recordado que le dije que tenía una familia de hechiceros, quizás fue a investigar más.-

-¿No extrañas ser humano?.-

-Sí, no lo voy a negar. Pero a pesar de lo que crean, siento todavía la conexión con cada uno de ellos, es como si no hubiera entregado mi corazón a Krukut. Si no, que le entregué un pedacito a cada uno de ellos. A mi padre, a mi madre, a Zoe, a Chelsea, a Angulema.....e incluso a Sigmund.-

-Creo que tenemos que irnos ya.- Sonaban unas campanas desde el cielo. Teníamos que subir a recibir misiones.

-Sí......¿Por qué no me adelantan? Yo iré al cielo en un rato, quiero hacer unas cosas antes.- Respondí. Los ángeles asintieron y partieron volando hacia las nubes hasta quedarme solo en el campo.

Me levanté de esa roca en la que estábamos sentados, y caminando por el pasto, recorriendo el campo de mi padre, vi una figura a lo lejos entrando a lo que solía ser mi choza; Sigmund y su hijo; el pequeño Abraham. 

Mirando lo feliz que eran, no pude evitar sonreír. Y sé que lo pudieron sentir.