10. Iveth.

Dos meses, sesenta días viviendo en California. Las cosas no han cambiado mucho este último mes; salimos con Aitana y Sofía de vez en cuando con los chicos. Aitana y Austin siguen siendo amigos que se coquetean -Algo que solo entenderán ellos-, se llevan bien como amigos, sin embargo, hay algo entre los dos extraño.

Por otro lado Pablo ha estado un poco distraído no ha querido decir exactamente qué le pasa. Estoy seguro que el que lo sabe es Austin, pero él no va a traicionar a su secuaz.

El que ha sido un dolor de cabeza últimamente es Mateo, si antes era raro ahora más. Ya sale, y el porcentaje que se pasa en la casa es del dos por ciento, cosa que en él es raro ya que hace días era un noventa y nueve por ciento. Aparte he notado que le da fastidio cuando las vecinas están aquí y en especial Sofía, que es la más cercana por ser mi amiga. Con lo de las investigación sobre cuáles son sus amistades y que oculta, estamos igual que en el principio: confundidos.

Por otra parte mi vida ha estado tranquila y agradezco eso, ya me adapte a la universidad y me agradan mis compañeros en especial dos personas que conocí hace un mes. Esta Will quien es el novio del chico con el que comparto algunas clases, y gracias a él, conocí a una chica llamada Chloe quien vendría a ser su mejor amiga, que en ocasiones vemos luego de clases.

También dejé las cosas claras con Renata aquella vez con la llamada. Lo que menos necesito es volver donde tanto me había costado salir. Porque esa fue nuestra relación; algo tóxico.

-La muy mal nacida no me contesta desde antier -Se queja Will mientras le muestra su teléfono a Chloe-. Ya sabemos que está ocupada, pero tampoco para olvidar que tiene un mejor amigo.

-Y mejor amiga -agrega Chloe. Estamos sentados los seis sentados en una amplia mesa del comedor, mientras unos parlotean con otros.

-Sí, como sea-le resta importancia.

- ¿Por qué Lila se quedó?-inquiere Kyle, mi compañero de clases.

-Porque el señor Mendele se lo pidió, tiene ese don de convencimiento. Lila supo destacarse ayudando a los doctores en las operaciones o en lo básico -Explica Chloe, mordiendo un pedazo de su emparedado-. Santiago, ¿de dónde eres?

-Nací en Colorado.

-Está cerca -dice-. En una ocasión estuve allí.

-Si, viví los primeros años hasta que nació mi segundo hermano, pero luego nos fuimos a vivir a New York -Después que Mateo mis padres decidieron marcharse de Colorado, porque de pasó la familia de mi padre estaría cerca de nosotros, esa fue la excusa dada por ellos.

-En la puta mierda -Escucho que dice Will, pero me quedo viéndolo con el ceño fruncido, no lo dijo en inglés.

-Sabe hablar español y suele decir cosas así de la nada. Te acostumbras con el tiempo -explica su mejor amiga.

-Yo llevó cuatro años compartiendo con ustedes -Kyle lo señala-, y sigo sin saber qué dicen. Aunque Chloe por lo menos solo lo dice cuando está enojada

-Perdón, es la costumbre, las digo en el momento que menos te lo esperes. Por mi madre las escuchó cuando estoy en casa -explica, apenado-. Es que California y Nueva York son estados muy separados el uno al otro, literal es de una punta a otra.

-Si tienes razón, son muchas horas de viaje -confirmo-. ¿Tu madre es de algún país hispano?

-Mi madre es de Latinoamérica, pero mi papá sí es de Santa Mónica, por esa razón vivimos acá -Nunca he compartido al lado de una persona que tenga en su vida esa cultura, y aunque en está zona del país conocer personas de habla hispana, no esperaba que Will con su aspecto tan americano lo fuera.

Después de hablar un poco de los diferentes estados, suena la campana y nos despedimos para que cada quien vaya a ir a su siguiente clase.

***

Luego de una larga jornada, por fin salimos de "Sistemas Constructivos", y yo tengo que ir a recoger a mis hermanos, ya que mi mamá no alcanza a ir.

- ¿Mañana que planes tenemos? -pregunta, entusiasmado Kyle.

Mañana es treinta y uno de octubre, equivale a Halloween. En la universidad nos toca asistir pero con menor tiempo y aparte como cae viernes, entonces la gracia es aprovecharlo para poder salir. La verdad no lo hago desde hace tres años, a Renata no le gustaba eso de disfraces y nos quedamos en su casa haciendo otras cosas.

-No tenemos ideas -responde André con una mueca- ¿Por qué no vamos al karaoke?

-¿Estas de broma? -Will se cruza de brazos, bufando-. No, es muy tranquilo para celebrar Halloween. No he ido a una fiesta durante mucho tiempo y al karaoke vamos de seguido -hace un mohín a su novio.

-Me imagino que no va a estar tranquilo sabiendo que es Halloween -agrego. Además nunca he ido a uno, quiero conocerlo y hagamos el pedido de forma indirecta.

-Es cierto -respalda Kyle, tronando sus dedos mientras caminamos-. Aunque si vamos, la gracia es que estén ustedes tres para que nos den el pase VIP.

-¿Cuándo regresa Layla? -inquiere André a Will-. Podemos mentirle a los encargados con decirle que ella ya viene y luego ellos solo se olvidan de nosotros.

-No lo sé -Saca algo de su maleta-. Así no funciona nuestra entrada VIP, estamos los tres o no nos dan nada -explica, Will-. Esa fue la condición con la señora Juana. Ella tiene que vernos a los tres para darnos los descuentos por ser clientes habituales.