Santiago.
— Esto esta pero como una fiesta juvenil — se queja o mejor dicho, se sorprende Will al ver todo el desorden que hay en toda la casa. Los abuelos de las vecinas están que bailan entre ellos y son algo coquetos, también están que molestan a sus hijos y nietos.
En la pista de baile están bailando algo muy de pioneros, música country, todos están con una sonrisa en su rostro y es la primera vez que en una casa se ve tanta felicidad junta.
Nunca he estado en un cumpleaños como este.
Ya a Aina se le cantó el cumpleaños y recibió sus regalos, de verdad se veía feliz. De por sí con todas las caricias y cariños que toda su familia le dio.
— Bastante — concuerdo.
Estamos sentados en una puerta, con un pequeño balcón, para que nos de la brisa, ya bailamos en lo que pudimos —Aunque Kyle y yo hicimos más bien el ridículo—. Tadeo llega ubicándose al frente y buscando algo.
— ¿Han visto a Chloe o Layla?
— No — contesta Will, y Tadeo suspira.
— Ambas se perdieron hace rato — su mirada se va hasta Will — Y sabes que ambas juntas y sin ti, son un peligro.
— Esas atronadas juntas no son sanas — ambos nos levantamos dispuestos a buscarlas — Pasa que estando los tres, siempre hay uno que asume el papel de responsabilidad. Cuando solo estamos dos de nosotros tres nadie la asume — me explica Will.
— Ese es mi desvelo.
Empezamos a esquivar cuerpos y saludando, también rechazando bailes.
— Estas niñas — empezamos a caminar por el jardín de la casa, guiándonos por Will, iluminados por las luces que esta tiene.
— ¿No les va a pasar algo, verdad? — preguntó. Me preocupan mis amigas.
Amigas...
— No, solo que pueden hacer locuras — explica Will — Una vez a los 16 años ambas se desnudaron de lo loca que estaban.
— ¿Ebrias?
— No, solo que se les subió la temperatura y les da la locura, el arrebato — Will muchas veces habla en español y pese que deduzco que son insultos o algo parecido, no entiendo nada, pero me divierto.
— Tu también fuiste después con Chloe — le recuerda Tadeo, con un sonrisa y con los dedos en su boca para no reirse.
— Ni me lo recuerdes — los tres reímos, no me los imagino en esas circunstancias.
Aunque a la vecina si.
O mierda. Callate
— ¡CHLOE CORDELIA! — Escuchamos el grito de la voz de Layla. — TE AMO MEJOR AMIGA.
— ¿¡Como te atreves a llamarme de esa manera!?
— Así te llamas — están en el jardín en la parte de atrás de la casa, un poco alejadas, pero a ambas las veo sentadas en el piso. Iveth solamente se encoge los hombros.
— ¡LAYLA IVETH!
— Es bonito — le responde y esta se le tira encima, haciendo que Layla caiga en el pasto. Para... ¿Abrazarse?
— ¡O por Dios esta borracha! — exclama Tadeo al ver a su novia.
— Se viene una noche de pasión — lo molesta con el hombro Will, subiendo y bajando las cejas. Este se avergüenza un poco, pero mejor va hasta donde su novia y se la quita a Iveth.
— ¡Amor! — lo abraza y al separarse lo cogue de los cachetes — ¿Por qué eres tan lindo? — pregunta con voz de niña pequeña.
— Chloe vamos adentro — la toma de la cintura y trata de guiarla a la entrada de la casa.
— ¡No! Está haciendo calor — se suelta de los brazos de Tadeo y toma el dobladillo de su vestido, todos abrimos los ojos grandes.
— Voltea tu mirada Santiago — yo cierro los ojos no hay necesidad ver la novia de mi amigo. — ¡Joder Chloe! Cuántas veces te he dicho que no puedes beber — escuchó sus quejas y sus pataletas, aun con mis ojos cerrados. — ¡No te vas a quitar el vestido!
— ¿Por qué?
— Porque sí y ahora vamos a la casa — escuchó un silencio y luego un grito proveniente de ella, pidiendo que la bajen.
Abro los ojos y Tadeo lleva en su hombro a Chloe.
— ¡No te lleves a mi mejor amiga — se queja Layla levantándose del pasto. Al hacerlo se tambalea un poco y camino antes que se caiga — Como siempre ayudándome a no saludar el piso — me sonríe.
Levanto mi mirada antes de quedar mirándola más de la cuenta.
— Dale como a televisor viejo — lo molesta Will.
— ¡Más duro que a eso! — nos reímos por las ocurrencias de Cloe si es divertida sobria. Ebria mas — TE AMO MEJOR AMIGA. — Le grita a Iveth quien está algo desorientada.
Otra Ebria.
Los ojos de Will se enfocan en Layla y los abre con preocupación.
— Lila — la llama y camina para revisarle la cara — ¿Bebiste?
— Poquito — hace un gesto con la mano poniendo sus dos dedos casi juntos, y sonríe.
— Ay no, esto no me puede estar pasando — se separa y lleva sus manos a su frente — No quiero lidiar con Facetas de Ivetly.
— ¿Ivetly? — me rio por ese nombre.
— Ayúdame a llevarla al baño y te explico — la tomamos de la cintura para poder llevarla adentro.
— No, a mí déjenme acá — se separa y se cruza de brazos como una niña pequeña.
— Layla haz el favor — le advierte Will.
— ¿Qué favor?
— El de entrar.
— Pero todavía quedan unas cuantas botella — señala y vemos a esa dirección, está una manta y tres botellas de cerveza e igual unas de vino.
— ¡No te emborrachabas desde hace cinco años! — le grita ya notablemente Will.
— ¡Pero hoy... lo necesitaba! — ya empieza arrastrar las palabras.
— Entra y yo me quedo a que se despeje un poco — grave error Santiago, pero es para prevenir peleas entre ellos dos.
Me sorprendo un poco que al decir eso, Will enfoca sus ojos en mí y una sonrisa aparece en su cara. Y mira a Iveth con maldad, ella empieza a negar y el afirmar con la cabeza. Y yo sin entender un carajo.
— Bueno, no me voy hacer de rogar — ella lo mira como si la estuviera traicionando — Voy a buscar el amor de mi vida...