Epílogo.

Recuperar los recuerdos, eso es lo que intento hacer con él. 

Estaciono el auto al frente de esa casa. Dos de sus hermanas están afuera, con dos chicos—Las de la mitad—. Sonríe y se que están liberándose de toda la tensión de estos meses. Les he llevado la pista durante estos siete meses, no quiero que él se pierda de sus movimientos y del como están. Aunque se de las tres, de la mayor no tenemos nada. Por lo visto ya no vive con ellos y eso me hace preocupar, no quiero llevarme alguna notica mala.

Ava esta en condena, por 15 años y aunque la tengan encerrada sigue siendo un peligro. Sus obsesiones son muy grandes y el hecho que el amor de mi vida saliera de sus garras, no la tiene tranquila. Con Alfredo, todo cambio. Ahora es el perdón en pasta, para sus hijos; envía cartas a cada uno de ellos y aunque no los conozco, se que son grandes personas. 

La vida continuo y aunque ellas no son conscientes de lo que pasa a su alrededor. Están en paz y buscando a su hermano, cosa que todavía no han logrado y es casi imposible.

—¿No te hacen conocidas? —separo mis manos del volante y separo mi cabello de la cara para verlo mejor. 

—No —suspiro por su respuesta —. Pero siento algo aquí —se lleva una mano al pecho —, es algo raro, pero quiero ir donde están ellas dos y abrazarlas. Tengo una puta tristeza que ni yo mismo me lo explico —cierra los ojos frutado —. Ella se es parece a Ava y eso me atormenta. 

—Poco a poco —tomo su cara y pego sus labios a los míos —. Yo te ayudare a recordar cada cosa de ellas, con tu familia y conmigo. Ella es tu pequeña Barbie, así la llamabas y la que esta a su lado es Nia.

Sus ojos reflejan confusión, hacen que mi pecho se encoja. Tiene miedo como yo, no quiero que le hagan más daño, quiero que pueda recuperar a su familia y sus recuerdos. Pero por más que hace siete meses escapo, no los consigue. Esta bloqueado y eso me hace sentir impotente. 

Lo perdí hace seis años y ahora que lo tengo al frente, siendo un hombre completo. Me hace darme cuenta lo mala que fui, al sepáralo de mí y separarme de lo único que tenía para recordarlo. Su familia.

Pero ahora que lo he recuperado, voy a luchar contra todos para que vuelva a ser el mismo...

Edward Jones Hill.