Las Jones.

Extra # 4.

Layla. 

Siempre vi a las personas como algo tan valioso y lo son, ellos lo fueron en su momentoHasta que ese día llegó, hasta que en ese momento una parte de mi quedo con ellos dos. 

Mi mamá me hizo enamorar de la vida, me hizo sonreír en todo momento, me dijo que nunca me rindiera porque yo era su hija esa que nunca le gustaba perder.

Esa noche perdí todo.

Decir que esa noche fue fácil, sería mentirme, mentirles. Porque fueron los peores momentos de mi vida. Sangre, llantos, agonías, era lo único que se escuchaba.

El rostro de Edward por el dolor, retorciéndose por la quemadura en su pierna, su pecho en sangrado, gritando el nombre de ambas, queriendo hacer algo. Mamá sufriendo con su respiración entrecortada, sufrió al ver llorar a Edward, al verme tan lejos de ella, al ver a su hermana. Todos estábamos mal al ver lo que ella había sido capaz de hacer.

Tenía la navaja en su mano, miraba con tanto cinismo, con tanto orgullo. —Son de esas imágenes que me provocan náuseas—.

Sería lindo que toda la familia estuviera.

Mis recuerdos siempre han sido confusos, solo se que ese día hubiera muerto si no fuera por Mateo. Que ese día se enfrentó y abrió paso a lo que sería su infierno.

Yo fui la culpable.

Yo soy la culpable, de que se convirtiera en eso, que su padre le haya hecho tanto daño.

Yo soy la culpable, que mi padre me odie e igual mis vecinos. 

¡Solo yo y solamente yo!

Quería esto y lo logre, pero perdí muchas cosas a lo largo. Mi confianza y el amor de personas muy importantes. 

Una lágrima rueda por mi mejilla, aprieta la imagen con fuerza, trato de retener todo. ¡No quiero llorar! ¡No me gusta! 

¡Pero duele!

Duele saber que esas palabras de Santiago hace un mes se repiten en mi cabeza, me lo expreso con tanta rabia, que quedo como esa daga que no sale y solo te hace retorcer del dolor. Él en una ocasión llego a decir que era muy diferente a Renata y que ella no era igual que yo.  

Claro que no lo soy, resulte ser peor.

Había pasado por un corazón roto, lo experimente cuando Jeremy destruyó todo. Cuando sus problemas fueron más fuertes qué él y terminamos. 

Y lo experimento ahora, pero es diferente porque Santiago llegó sin previo aviso, arruinando planes, cruzando esas líneas que yo había puesto. Entro y aunque trate de evitarlo se entro, llevaba tres años sin tener esta conexión con alguien y resulto siendo con quien no debía. 

Me duele el cuerpo, me duelen los ojos, me duelen tantas cosas, porque estoy rota y nadie está dispuesto a reparar algo tan roto y podrido.

Porque él era el único que podría hacerlo.

Yo fui quien le fallo. ¡Yo soy quien le mintió!

Yo fui la que se enamoró, la que sabía perfectamente que no debía, que era un Collins. Y el mayor, él que adora a su padre. Fui ilusa al pensar que él me creería, él cree en él, en su padre y aunque duele, debo entenderlo.

Y debo seguir mi camino.

Con o sin perdón.

Con o sin mi padre.

Con o sin él.

Pero algo que no es difícil reparar, un corazón roto.

                          



#295 en Joven Adulto
#1779 en Otros
#110 en Aventura

En el texto hay: vecinos, ex novio y mentiras, playboys

Editado: 23.01.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.