‘’ Juramos eterna lealtad y obediencia a la corona, aquella que nos mantiene en paz infinita’’…
10 de diciembre de 1984
Carino, país ejemplar y posiblemente uno de los mejores lugares donde vivir. Aun sujeto a una monarquía, la familia real Carinesa: La reina, su alteza real, Cristina I, mujer elegante, recta y correcta, siempre acompañada de su querido marido, Nicolás I, padre del príncipe David, uno de los solteros más deseados del mundo, heredero al trono y futuro rey, hermano de la princesa Lucia, doncella real, etiquetada como la hija rebelde y de carácter duro, firme y seguro.
La familia real residía en el palacio de Clonsterfill, una espectacular residencia de casi 20,000 m², una altura de 25 m, compuesta por 3 pisos y construida al estilo puro de la arquitectura clásica , incluyendo tambien, elementos de la arquitectura moderna: sin duda alguna, toda una obra arquitectónica fascinante. Es el hogar de la familia Carinesa, al igual que el lugar de empleo de un gran personal calificado: mucamas, mayordomos, choferes, chefs, y por supuesto, personal de seguridad.
Este magnífico palacio cuenta con 175 habitaciones y 3 grandes jardines, en la planta baja se encuentran 2 espectaculares salones principales, 1 comedor real, la real biblioteca con más de 5000 obras y manuscritos, la real armería, 4 oficinas reales, el archivo general del palacio y por supuesto, la cocina real. Al este se encuentran las escaleras principales, y en la segunda planta encontraran el despacho del rey y de sus ayudantes, un salón de arte que funge como galería, salas de visitas y un comedor (siendo este menos formal que el comedor real). Finalmente, en la tercera planta se localizan los dormitorios, habitaciones de invitados y cuartos de estudio. En la parte frontal del palacio se encuentra la guardia de seguridad, junto con una comisaría de policía, a su vez que en la parte trasera se ubican las cocheras reales. No con todo ello, esta admirable residencia también cuenta con su propia cafetería, zonas deportivas, una pequeña ermita y un helipuerto.
La monarquía de este país es de carácter constitucional, aunque con algunas variaciones: Originalmente en este régimen, el rey ostenta el poder ejecutivo, pero no el legislativo. Este último es llevado a cabo por una cámara de representantes elegido normalmente por la población. Básicamente, la monarquía constitucional es la evolución de la monarquía absoluta, combinando características de esta, pero otorgando mayores libertades al pueblo. Claro, es demasiado visible el poder de los reyes, mas no es una dictadura.
La monarquía resaltaba, era pulcro el trabajo de los reyes en el mantenimiento y representacion de su país, de modo que la familia real estaba al ojo del público, a todas horas, en cualquier día. Eran los favoritos de los editoriales y los noticieros, y la atención que recibían los hermanos Albano era considerable. A pesar de ello, era lógico quien de los hermanos ocasionaba más furor: David, quien próximamente se convertiría en rey, y gracias al destacable trabajo de los reyes en los años anteriores, su gran objetivo principal era que la monarquía se mantuviera en ese estándar, o mejor aún, que se superara. Mientras tanto, al día de hoy la economía se mantenía estable, la dignidad y prestigio del reino relucía, y la familia era bien recibida, tanto en su país, como en los demás estados que se encontraban en su cargo.
Pertenecer a ellos no era un trabajo sencillo: debían seguir gran cantidad de protocolos, reglas, normas, además de mostrar una actitud tranquila, alegre, pero al mismo tiempo, madura. Junto con ello, sus agendas diarias estaban totalmente ocupadas en repetidas ocasiones: desde galas elegantes, conferir honores, asistir a banquetes, funerales, aperturas, trabajar y encabezar fundaciones y asociaciones dedicadas a múltiples sectores: medio ambiente, salud, educación, vivienda (por mencionar algunos). No obstante, a pesar de cuan duro pareciera, ellos siempre encontraban la forma de lucir perfectos ante cualquier posible desdicha.
A pesar de la tranquilidad que albergaba, la familia real mostraba una subyacente preocupación, debido a que el príncipe David, todavía no contaba con una novia formal, a pesar de su avanzada edad de 27 años. Los días transcurrían, el príncipe se encontraba estresado ante tal situación, debido a las altas expectativas que tenían que ser cumplidas.
Por otro lado, dentro del palacio, se volvía a repetir la misma situación:
- David, hace menos de 2 meses cumpliste 27 años, el tiempo se termina y parece que no muestras esfuerzo alguno en tu deber real como heredero al trono – Reclamaba la reina Cristina, mirando fijamente a su hijo durante la cena.
- Madre, por favor no me muestres esta actitud, por supuesto que me lo tomo seriamente, pero encontrar una esposa indicada para tan alta categoría no es tarea sencilla – Contesto David, esperando recibir un poco de compasión.
- Tantas relaciones en las que te has involucrado y no puede ser posible que ninguna de ellas sea mínimamente candidata para el puesto – Recrimino Lucia, con la mayor honestidad del mundo.
En efecto, su hermana no decía nada más que la verdad: su hermano David, encaminado por su ''etapa de libertad'' después de haber concluido su pronta educación, ha decidido aprovechar al máximo de su posición, dándose gusto con damas de todo tipo, asistiendo a mas fiestas de lo normal, disfrutando todo tipo de sensaciones y privilegios de ser el primogénito y el proximo rey.
- Efectivamente hija, posees toda la razón. A tu hermano pareciera que no le importara este problema, ¡si está de más, inclusive el pueblo muestra más atención que el! – Menciono el rey, levantando el tono de su voz.
- Ustedes saben que sería un placer para mi tomar la mano de… - Comento el príncipe, pero antes de siquiera poder pronunciar su nombre, la reina lo interrumpió instantáneamente.