Las lunas de la manada

Verdad a medias

Narra Noelia

Jane se veía emocionada mientras subíamos las escaleras obvio su emoción era contagiosa, Jane era una de esas personas que iluminaban todo a su paso cuando estaba feliz me pregunto si será el mismo efecto cuando esta enojada.

La habitación de Jane estaba ordenada si ignorábamos la ropa que estaba en el sillón que estaba al lado de su cama, su decoración era simple tenia porster y fotos pegadas en las paredes y una guitarra colgada en la pared.

-¿Tocas la guitarra?

Jane me miro un momento antes de echarse a reír.

-Si me escuchas tocas tal vez pienses en no volver y los chicos la sacaran.

-Es un no muy claro.

-Si, lo diré de manera literal- me volvió a mirar- no Noe, no toco la guitarra- paso los dedos por la guitarra esta vez estaba seria- era de mi hermano John- enserio sonaba como si la muerte de John no hubiese sido un accidente, pero quien querría asesinar al que era en ese entonces un adolescente.

Jane se quedo mirando la guitarra como si estuviese analizando diversos escenarios después pareció volver a concentrarse y se giro hacia mi, volvió a tomar mi mano hasta que llegamos a su cama la cual estaba perfectamente tendida eso antes de que Jane se tirara en ella arrastrándome con ella.

-Hay muchas cosas que no te he dicho- miro sus manos y las comparo con las mías- pero prometo que te las diré ... de a poco pero te las diré.

-No te obligare a decirme Jane, puedes decirme cuando quieras, tenemos dieciséis años por eso hay mucho tiempo para que me puedas contar.

Jane soltó una musical carcajada para luego suspirar- Tiempo es lo que creo que ya no tenemos Noe- me miro apenada mientras volvía a suspirar.

En realidad yo no entendía a lo que se refería, pero ¿que importaba? Yo solo quería a alguien que me amara, alguien a quien yo pudiera amar sin que le importe mis defectos e inseguridades.

-Pese a que sea poco puedes decírmelo a tu tiempo.

Me sonrió posiblemente agradecida por que no la presionaría a que me lo dijese enseguida.

Que tan grande a de ser ese secreto como para tenerla tan preocupada o mejor dicho que tan peligroso para otros, que tan ciegos eran mis ojos como para no fijarme en detalles como esos.

-Bueno- balbuceo Jane- tu y yo tenemos cosas mas agradables de las que hablar- su tomo adquirió la confianza que talvez hubiese perdido hace unos instantes, su voz también se volvió ligeramente mas sexy como el susurro que le das a quien amas cuando hay muchas personas alrededor- ya tengo el lugar donde será nuestra cita.

-Puedo saber a donde será el lugar de mi secuestró- intente hacer una broma, obvio que no funciono por la casa que puso Jane.

-No tiene gracia Noe- sabia que tenia razón pero su mirada otra vez me decía que era por algo que yo no podía comprender, algo que pronto descubriría en menos tiempo de lo que el cerebro humano podría asimilar esa cantidad de cambios- y no, no te voy a decir donde te llevare.

-¿Y eso porque?- dije mientras inclinaba mi cabeza un poco a la derecha- ¿Esto si lo responderás? Mirajane.

Para mi satisfacción Jane se sonrojo este gesto pudo deberse mis preguntas o porque era la primera vez que la llamaba por su nombre completo y no el típico Jane que solía usar, si reaccionaba de esa forma siempre que la llamara Mirajane lo haría mas seguido.

-No te diré el lugar porque primero es una sorpresa y segundo quiero ver tu linda cara sorprendida por el lugar- miro por la ventana antes de mirarme otra vez- ¿el sábado estas libre?

-Amm ¿supongo?

-Perfecto- dio un aplauso de emoción- dile a tu mamá si es que te deja salir conmigo.

-La convenceré de que me deje ir y si me dice que no, insistiré hasta que me deje.

-Es una excelente técnica-comento mientras se sujetaba la barbilla con los ojos cerrados- la usare con Esteban cuando tenga oportunidad.

-No se si Esteban pueda caer en era técnica pero no pierdes nada con intentar.

- Pues claro que funciona- me dio una gran sonrisa- me dirá que si solo para que lo deje tranquilo.

Al parecer Esteban no soportaba que lo molestaran tanto, pese a que quisiera a su hermana odiaba que Jane hiciera eso.

- ¡¡Oye tonta!!- vocifera Lucas mientras entra a la habitación de Jane pateando de paso la puerta.

-¿¡Que quieres idiota!?

- Estamos aburridos, iremos al lago por si quieres venir.

Jane me miro solo un momento.

-¿Que esperamos para ir?- fue lo único que dije

Terminamos pasando una tarde genial en el lago siempre es divertidoparar tiempo con todos ellos.
...
La semana paso rapido tan rápido que hoy era sabado y hacia mucho calor, mi cita con Jane sería en un rato por eso decidí cambiarme a algo más apropiado una mini falda rosa, polera blanca y zapatillas de plataforma blancas.

Jane llegó unos minutos después, nos subimos al auto rápidamente y nos dirigimos la ciudad, al llegar entramos en un edificio muy espacioso.

Tenia una exposición de planetas y satélites entre ellos estaba la luna de nuestro planeta que resplandecia de color oro.

-Bien ya que estamos aquí empesare- se detuvo un instante para tomar aire después prosiguió- mi familia desde hace siglos mi familia esta muy ligada a la luna.

>> En ese entonces cambiamos de religión y reconocimos a la luna como nuestra Diosa, ella es quien elige a otra persona para que estemos unidos hasta que alguno muera.<<

>> La mujer que viste en la foto es la santa Serena ella es a lo que le decimos una hija de la luna<<

-¿Porque hija de la luna? Más bien ¿porque santa?

-Mmm... bueno-se detuvo antes de continuar su respuesta- en nuestra religión hay estamentos los niños de la luna, los siervos y los creyentes.

>>Los niños también hay diferencias el cargo más alto es el de santo/a luego los hijos de la luna y termina con los niños mirados- espero unos segundos y continuo- los siervos son los sacerdotes y sacerdotisas, los creyentes son fieles quienes creen en la diosa.<<



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En el texto hay: hombrelobo, lgbtq, adolcentes

Editado: 19.03.2023

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