Las memorias de un Noviembre

Noviembre.04

 

Pase lo que pase ~

 

 

Él fue el caballero ése día. Siempre acostumbraba a serlo pero ése día dio hincapié en su personaje. Se ciñó con su brillante armadura y su yelmo de bronce. Su espada fue su palabra y estaba dispuesto a utilizarla aquel día en que llegó a pedir mi mano o mi corazón. Habló con tal elocuencia y firmeza que mi madre quedó con el rostro radiante, encantada con tal personaje que estaba dispuesto a amar el corazón de su pequeña princesa. Mi madre le entregó mi mano en la suya y él me puso un añillo, una promesa; me dedicó la promesa de alguna vez cambiarlo por un compromiso mayor, uno que uniría por siempre y para siempre nuestros más profundos personajes; nuestras almas. Hoy recuerdo ése día con tal efusión  que hasta mi corazón salta con el recuerdo de sus ojos castaños centelleantes prometiendo amar lo que yo podría odiar muchas veces. Él prometió amarme a pesar de todo, aún sin poder estar a mi lado, y  yo prometí dedicarle mis letras, mi amor y cada canción que me hiciera palpitar el corazón; le dediqué mi esencia en general, y aunque ya no esté junto a mí esa promesa sigue latente, vivificada en cada olor a poesía y café, en cada pieza de arte colgada y en cada amanecer; porque no siempre tenemos lo que amamos y aquello que te debilita es lo que te hace más fuerte y te impulsa a seguir; y el amor no significa sujetar, sino ser libre y aprender a volar. Significa estar, pase lo que pase aunque seas tú quien pase.

 

 

 

 

 

Las memorias de un Noviembre

11.11.18



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En el texto hay: poemas y pensamientos, poemario

Editado: 26.12.2018

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