Las olas claman justicia

Capítulo 8

Para su sorpresa, Chad se había aparecido en su atelier con buenas vibras aquella noche despejada, había venido en son de paz.

-De no ser interrumpida, sí, hermosa sensación- dijo Ashley, sin quitar su atención de la pintura que acababa de comenzar, evitando ser abducida por sus encantados ojos color caramelo.

-De pronto el frío que hace aquí me erizó la piel, y eso que estamos en verano, ¿a ti no?- exclamó burlándose. Ashley sonrió con poco ánimo. -¿Que te sucede? ¿Me quieres contar?- agregó con una expresión atenta y amable, mirándola con cierta curiosidad. Parecía otro Chad...

Ashley lo observó extrañada y al cabo de unos minutos, luego de un largo suspiro contestó.

-Hay muchas cosas que me agobian. Me agobia tener que mentirle a mi padre que lo ha dado todo por mí y nunca me ha mentido, teniendo con qué hacerlo. Me agobia el festival de mañana, en realidad solo me hace pensar en mi mamá. Hay cosas y situaciones que me agobian desde hace mucho tiempo.

-¿Mentirle a tu padre?

-¿Crees que le diré que iré a una investigación arriesgada con la policía?- ahora sí, le clavó los ojos, como si estuviera diciendo algo obvio.

-¡Ah ya!, eso.. - hizo un ademán con la mano como quitándole importancia al asunto, sonrió y miró hacia un costado.

-Sí, eso. ¿por qué?- preguntó un poco más dura, buscándole la mirada.

-No por nada, es que... hemos quedado en que si pero yo tengo que hablar con mis superiores, de ahí a que ellos estén de acuerdo es diferente y no es mi campo.-dijo excusándose.

-Dijiste que me ibas a ayudar... y solo espero que cumplas.

-Tranquila, haré todo lo posible por ayudarte y por que todo salga bien. -sonrió de costado.

Ashley sonrió con los ojos.

-¿Y que me contabas de ese festival?- tomó un banco de madera pintado y se sentó más a su lado.

-Mañana es el festival en la playa y la primer competencia de surf del año. Hacen los dos eventos juntos, va a estar genial. Vienen varios surfistas reconocidos, entre ellos la Reina de las Olas, Livvy Sean.

-¿Livvy Sean? ¿La rubia que perdió en las finales con Raffa Broom?

-Sí, la que ganó las últimas competencias internacionales en Australia y se llevó el trofeo a la Reina de las Olas.- le discutió Ashley, quien la defendía siempre con uñas y dientes, era su ídola.

-Mm... eso me lo debo haber perdido, me había quedado con la imagen de verla caer frente a un contrincante tan básico... lamentable. - ¿Por qué el detective tenía que ser un hombre tan arrogante?

Ashley le lanzó una mirada impregnada de ira, se mordió el labio inferior en silencio y volvió a la pintura. Chad rió encogiéndose de hombros.

-Sólo estoy molestándote... no soy fanático de ningún surfista. No los conozco mucho, ni si quiera soy amante del surf, nunca me he subido a una tabla. - confesó entre risas relajadas mientras volvía a ubicar el banco donde estaba.

-Oh... te pierdes de la mejor compañía, las olas son adrenalina y paz, una perfecta dualidad.

-Suena genial, pero lo mío es otra cosa...

-¿Escribir poesía?- lo miró levantando las cejas, con una sonrisa más relajada.

-Soy un romántico poeta que apasionado vive y versa oculto en la sombra de un hombre justo, deduciendo pistas, persiguiendo huellas, indagando hasta llegar a la verdad suprema. -recitó mientras se paseaba por el atelier, contemplando todo lo que formaba parte de el. Y al terminar, llevó sus ojos a los de Ashley y sonrió con su típica y tentadora sonrisa, o cierta arrogante picardía.

Ashley le sonreía por inercia y lo miraba admirada.

-¡Vaya!... deberías darte a conocer así, por tus mejores atributos.-trató de disimular su admiración con una mirada interesante.

-¿Disculpa? -sonrió. -¿A caso no me veo bien así como suelo presentarme?- preguntó, mientras pasaba las manos por su despeinado peinado azabache mirándose en el reflejo de la ventana, y se arreglaba el cuello de la camisa arrugada.

-Seguro conquistarías a todas las mujeres que quisieras si guardaras tu arrogancia para cuando vives y versas solitario en las sombras de algún Chad.

-Si tu lo dices... por algo será. Lo tendré en cuenta detective Brenda.- se encogió de hombros y mostró las palmas de las manos arriba, aceptando críticas. -Pero de todas formas, no es de mi sumo interés ya que solo a una quiero conquistar, y el camino hacia ella creo ya no sea necesario andar. - añadió, con cierto suspenso e interés.

-¿Brenda?- se centró en esa pregunta, ignorando el siguiente derroche de palabras del "gran" poeta.

-Ajá... ¿No te he contado aún? Ya tengo un plan para nosotros.- sonrió con cara de tener todo bajo control, como siempre.

-¿No habías dicho que aún necesitabas la aprobación de tus superiores?

-Sí... bueno... de todas formas me la darán, me tienen confianza. -dijo con aires de superioridad.

-Te escucho...-giró los ojos y se cruzó de piernas en dirección a él, dándole su atención mientras clavaba el pincel que tenía en las manos en el moño avellana que llevaba en el pelo.



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En el texto hay: homicidios, amor, justicia por cuenta propia

Editado: 21.02.2019

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