Las Puertas Al Infierno

CAPITULO III Video Prohibido

 

*Se cierran unas persianas*

  • Hola madison, dime en que puedo ayudarte (suena el seguro de  una puerta).
  • No lo sé, profesor Jackson ¿en que podrías ayudarme?
  • Si claro, pero primero deja de decirme profesor solo dime, Jackson.
  • Está bien… Jackson… me gusta cómo suena.
  • Pues te va a gustar lo que te hare.

MINUTOS DESPUES…

  • Estuviste increíble, eres muy buena para esto.
  • (risa) Obvio, no seré muy buena con mis calificaciones pero este es mi don.
  • Nos vemos mañana, adiós.
  • No, no, no… sabes que hacer.
  • Está bien, toma hoy… te doy una propina, solo porque me hiciste esperar, pero valió la pena.
  • Entonces la próxima te hare esperar un poco más, hasta mañana.
  • Eso espero *sonido de puerta cerrándose *.

A veces ser la hija del alcalde no basta, ser millonaria tampoco, te mantienen vigilada y tengo que tener una buena imagen, solo porque soy la hija de la persona más importante de todo Lakewood, el dinero… el dinero, no puede devolverte a las personas, el amor de una madre, no puede sanarte tus heridas, quitarte el dolor que sientes, no puede cambiar tu pasado, ni siquiera lo que paso ese día.

 

Horas Después… (Casa de madison)

Me encontraba en mi cuarto cuando mi teléfono sonó, era un mensaje nuevo de un número desconocido, era un video una duración de tan solo 10 segundos le di a reproducir. (Silencio) *Gemidos de mujer*, no lo podía creer, pero si era yo estaba en la sala del profesor, ese hijo de puta me tendió una trampa rabo mientras estábamos teniendo sexo, pero que eras lo que querías maldito, pues estaba a punto de saberlo, unos minutos después llego un mensaje que decía:
 

“Quiero 5.000.000 dólares, tienes hasta las 5.00 p.m.

Para entregarlo en la Tod Plaza, de lo contrario

Este video será publicado.”

Vi el video una y otra vez, no se le podía ver la cara al tipo, era obvio que fue Jackson, trate de enviarle un mensaje trate de llamarlo pero no podía el numero ya había desaparecido, ni modo de ir a la policía iba a quedar en ridículo, pero si no llevaba el dinero de todos modos iba a quedar en ridículo y como una perra ante toda las personas pero no tenía el dinero, después de varios minutos entendí el objetivo de “El Anónimo”; quería que le robara el dinero a mi padre, mi padre casi nunca mantenía en la casa así que sería fácil entrar y salir, la mayor parte del dinero mi padre la guarda en una caja fuerte lo único es que no sabía cuál era el código que mi padre había destinado para la caja fuerte. Trate con mi fecha de cumpleaños, con la fecha del cumpleaños de él, pero nada intente varias veces pero todo me era inútil.

 

Recordé que lo había escrito en su agenda y guardado debajo de sus pantalones, subí a su recamara, al fin lo había encontrado: “11-04-19” entendí la referencia el día en que mi madre había muerto, mientras regresaba la agenda a su lugar vi la foto de mi madre la tenía guardada, pero ¿porque en sus pantalones? y no en la casa para verla todos días,  al revisar encontré papeles que mi padre apreciaba y era de gran importancia y fue cuando entendí que esta foto era muy importante para él. Mire el reloj las manecillas, marcaban las 04:22 p.m. faltaba menos de una hora y la plaza está a diez minutos en carro, me dispuse a abrir la caja fuerte, en una maleta saque la cantidad que el anónimo solicitaba mientras lo hacía recordé la foto de mi madre, y recordé… recordé como decía “pequeña”, recordé su dulce voz, cada una de las palabras que me dijo el día antes de morir: “Te amo mi pequeña”, y recordé también lo que le respondí: “ya estoy muy grande para que me digas pequeña”, me di vuelta tan solo faltaban un cuarto para las cinco, así que cerré la caja fuerte.

 

Me dirigí a mi auto… no encendía, así que tuve que correr, tal y como lo había dicho no soy muy buena con las calificaciones y el deporte no era lo mío, pero puede tomar un atajo corrí unas seis o siete cuadras y al fin llegue, pero ya era muy tarde tenía diez minutos de retraso, era mi perdición el anónimo expondría ese video, me dirigí a la casa regrese el dinero, y me encerré en el cuarto, oí llegar el carro de mi padre y luego él subió a mi cuarto y me pregunto ¿has intentado de abrir la caja fuerte? Pues le había legado una alerta a su celular, no podía mentirle a mi padre, así que no dije nada él lo tomo como un sí y se fue de mi habitación, solo me quedaba esperar, pero el pensar no me dejo dormir bien.

 

 

Al Día Siguiente…

Me levante, fui a desayunar mi padre no estaba, se me hizo raro siempre desayunábamos los tres, ni siquiera pude verlo esa mañana; fui a la preparatoria, pedí un Uber, de camino recibí un mensaje, era el video “El Anónimo” lo había subido a una página web, en este había demasiados comentarios malos sobre  mí algunos decían perra, zorra, y sobre todo mi novio Matthew me envió un mensaje donde decía que terminábamos leí este mensaje me destrozo mi alma, mi mejor amiga Emily no me estaba esperando, en las redes sociales estaban locas por los videos y empezó a sonar mi teléfono con mensajes de haters.

 

Lo apague para no tener que leer más desgracias a mi vida, fue cuando llegué a la preparatoria, al entrar todos se quedaron mirando y el director me esperaba al final del pasillo, me llevo a su despacho me dijo que la reputación del colegio había sido dañada, hablo y me pregunto quién había subido el video pero no tenía la respuesta iba a culpar al maestro pero no tenía pruebas además me echarían del colegio, él investigo la página web y vio que el video ya se había eliminado pero era muy tarde ya todos lo habían visto. No quise entrar al aula de clase, ya sabía lo que esperaba pero tenía que hacerlo, Belmont es un colegio muy estricto, no puedo romper las reglas, en la puerta estaba ella Emily mi mejor amiga, se dio la vuelta me había cambiado por otra ella era una perra maldita, así que le trate de habar, me miro encima del hombro y dijo en voz alta: “Vámonos chica aquí huele a perra”, me enfurecí tanto que me lanza sobre ella y la mechonee, nos separaron y de nuevo me encontraba en la dirección, “Lo siento señorita Madison, tendré que castigarla” no dije nada en mi defensa solo pensaba así que no me demore demasiado en la sala del director; Cuando salía habia una anciana que me miraba terroríficamente me mostro su reloj y me pregunto que horas marcaban, le sonreí con una sonrisa no muy amable pero eso que diablos importaba ahora.
 



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En el texto hay: demonios seres, suspenso, ouija

Editado: 15.04.2020

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