El día del cumpleaños de Sirius y como cualquiera hubiese podido predecirlo, tuvo un muy duro despertar. En opinión de Grace, y luego de su muy lamentable e infantil comportamiento del día anterior con motivo del cumpleaños de Jason, su marido debió haber tomado la precaución mínima de no dormir, porque si de algo estaba segura ella, era que en primer lugar sus nietos y sobrinos que por regla general se presentaban a horas indecentes los días de cumpleaños, en esa oportunidad contarían con la muy poco misericordiosa colaboración de Jason como en efecto sucedió.
La primera fase fue ejecutada con precisión militar. Cassander, Altair, Rigel y los gemelos Black se encargaron de colocar ciertos artefactos alrededor de la cama, después de lo cual entró Jason y retiró el hechizo aislante que había lanzado previamente para que Sirius no escuchase nada. A continuación, se retiró hacia la puerta dejándola abierta mientras todos miraban con atención y un segundo después parecía que hubiese estallado en la habitación el festival anual de las luces, acompañado del ensordecedor detonar de un centenar de cohetes.
Anthar y Tyler miraban a su padre con preocupación, porque en opinión del segundo estaban a punto de ocasionarle un paro cardíaco, algo que Jason desestimó diciendo que aquel infeliz ciertamente no iba a morir por ello. Lo que sí sabía Jason, era que la cabeza que sin duda iba a estarlo matando porque la pasada noche se había excedido en la bebida, constituiría la verdadera tortura.
Jason rio y entró a la habitación.
Sin embargo, Sirius pensó equivocadamente que Jason había decidido ser generoso, pero la generosidad era algo que definitivamente no estaba en el código genético de Jason, al menos no con respecto a él, porque si bien detuvo el espantoso ruido a continuación les hizo una seña a los chicos y estos entraron a toda velocidad. J.B se subió a la cama al igual que Rigel y Altair, mientras que los gemelos Black, Ben y Cassander se situaban al lado de la cama.
A continuación y antes de que Sirius pudiese decir nada más, Jason agitó su varita de nuevo y en las diabólicas manos de J.B apareció un gran pastel, en las del resto de los ángeles diferentes jarabes dulces y todo fue a parar a la humanidad del desventurado animago. Mientras Sirius maldecía en todos los tonos entró Grace y elevó las cejas.
Jason caminó hacia el baño aun partiéndose de risa y después de concluir lo que fuese que estuviese haciendo, hizo levitar el enmelado cuerpo de Sirius y lo dejó caer en la tina.
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Editado: 27.06.2023