Cap. 25 En otros lugares

En la región de Valaquia al sur de Rumania y en la frontera limítrofe con Bulgaria, se encuentra el distrito de Călărași, éste era el lugar que había escogido Jensy para establecer su residencia temporal. Evidentemente solo sus más cercanos seguidores conocían esta localización, pero no iban a ella si no eran convocados como había sucedido en esa oportunidad.

El Castillo medieval era oscuro y tenebroso, y aunque muchas propiedades de la época abrían sus puertas a los miles de turistas que visitaban la zona, no era el caso de aquel lugar, aunque sin duda los entusiastas seguidores de las historias vampíricas habrían estado encantados de trasponer sus puertas.

Aunque Weiss Salvin y Evil Kindelan habían pasado casi toda su vida en Europa oriental, seguían teniendo gustos más occidentales y aquel lugar les desagradaba en grado extremo, algo que se hizo evidente en sus expresiones y provocó la hilaridad de Zly.

• ¿Le temes a los colmillos de un vampiro, Evil?  -- preguntó Zly en tono burlón ganándose una mirada asesina del susodicho

Sin embargo, no pudo contestar, porque en ese momento hizo su aparición Jensy y de inmediato todos se pusieron respetuosamente de pie.

• Señor  --  dijeron a modo de saludo
• Caballeros  --  contestó él

Tomaron asiento y se dispusieron a esperar a que Jensy decidiera informarles el motivo por el que habían sido citados. Aunque todos estaban intrigados por la ausencia de Raziel, a nadie se le habría ocurrido preguntar, y en algunos casos, de hecho, preferían no verlo y esperaban que sus actividades en Grecia lo mantuviesen lo bastante ocupado como para librarlos de su presencia.  Sin embargo, los deseos no son hechos y después que llevaban un rato allí, el mencionado individuo hizo acto de presencia.

• Leka nosht [1] --  saludó Raziel alegremente
• Dobre doshŭl Raziel [2] --  respondió Jensy

Al parecer lo que Jensy estaba esperando era la llegada del condenado muchachito para comenzar con la reunión, y a pesar de que habían sido citados para la medianoche y a los demás les parecía una enorme descortesía de parte de Raziel el hacerse esperar por su jefe, éste no parecía molesto y ellos se cuidaron muy bien de emitir ninguna opinión.

Jensy les dio las nuevas órdenes que tenía para cada uno, pero a Raziel no le ordenó nada, de modo que supusieron que seguiría en una búsqueda que a juicio de todos era infructuosa aparte de que no le veían la utilidad ni entendían el por qué Jensy tenía tanto interés en ella. Alrededor de las tres de la mañana, Jensy les dijo que podían marcharse.

• Vyarvam ti [3] --  le dijo a Raziel antes de partir y el chico sonrió
• I az nyama da te ostavi [4]

Después de eso abandonaron el castillo y se perdieron en la oscuridad de la noche.

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Bill y Fleur se encontraban en Grimmauld Place, ya que los Black los habían invitado a cenar, cuando repentinamente escucharon la airada voz de Rowena.

• ¡Ese cretino puede irse al demonio!

Los Black y los Weasley suspendieron las conversaciones, Sirius se puso de pie y corrió hacia el salón. Los Weasley también se levantaron con rapidez, pero Grace lo hizo con más calma, porque se imaginaba la razón de aquella repentina y furiosa aparición.

• ¡Wini!  --  exclamó Sirius mientras se acercaba a su hija  --  ¿Dónde está James?  --  preguntó de seguido
• ¡Espero que en el infierno!

Aquello bastó para que Sirius entendiese y Grace confirmase su idea. James y Rowena, aunque seguían negándose a casarse, poseían una hermosa casa donde residían en teoría, porque la mayor parte del tiempo si no estaban en Grimmauld Place, estaban en la casa de Harry y Ginny. Sin embargo, cuando se peleaban, Rowena se iba a casa de sus padres y James a la de los suyos, y dependiendo de la gravedad del problema, el asunto podía traducirse en varios días durante los que nadie tenía paz, porque si era James quien había provocado la ira de su mujer, ésta se negaba a escucharlo y viceversa mientras todos sufrían el mal humor de las criaturas. Aquello parecía no afectar en lo más mínimo a las niñas que nunca tomaban partido por ninguno de sus progenitores y continuaban con sus vidas como si nada, porque afortunadamente aquel par de desquiciados al menos en eso se habían comportado con cordura y no involucraban a sus hijas en sus problemas. Sin embargo, la nota discordante en aquella familiar situación, fue ver que Oriana Sofía venía con su madre y parecía del mismo humor que ésta.

• Rowena ¿qué hace Oriana aquí?  --  preguntó Grace  --  Debería estar en Inverness con los demás
• No fastidies madre, no tuve ocasión de llevarla  --  dijo Rowena

Si bien Sirius, Bill y Joseph habían regresado a sus casas, los hijos y nietos de éstos residían en Inverness desde que la ola de ataques hacia la familia se había reanudado, y era a esto que obedecía la pregunta de Grace. No obstante, cuando se acercó a su nieta con intenciones de llevarla ella misma, la niña se aferró a la mano de su madre.

• No Niña, yo tampoco quiero ver a Jamie  --  dijo Oriana