Estaba agotado.
No quería moverse ni siquiera un centímetro, pero era necesario que fuera al ayuntamiento para terminar de firmar unos papeles que serían cruciales para la excavación arqueológica de las ruinas de lo que solía ser Blue Bell.
Así que, con gran pesadez, tomó su abrigo antes de abrir la puerta de su casa para salir. Suspiró, y se encaminó hacia el ayuntamiento.
Mientras caminaba podía sentir la brisa de la noche golpear su rostro de manera delicada, casi romántica y se dio cuenta del olor a pastel de manzana que inundaba la calle por la que transitaba, se percató también del armonioso sonido que emanaba aquella noche, con sus grillos y ranas, su brisa y su niebla, su olor y su calma... Pero, la paz se vio interrumpida por una voz ronca.
— ¡Demon!— gritó un hombre que llevaba un bastón — ¿puedo hablar contigo un momento, por favor?
Demon conocía de vista a ese hombre, si no se equivocaba su apellido era Saint, que en inglés es santo, pero de santo no tenía un pelo.
Ese hombre era un prestamista que había llegado de la capital hace algunos años, tenía fama de ser cruel con sus clientes y si somos honestos, con todos en general.
Demon se acercó con cierta desconfianza.
— Buenas noches, señor Saint— dijo el joven— ¿necesita algo?
El señor Saint sonrió cínico y con crueldad le dijo:
— Que dejes todo esto del "proyecto arqueológico".
Demon pasó de tener una leve sonrisa a fruncir el ceño.
El viejo escupió al piso y con su bastón señaló al joven Demon.
— Porqué te lo estoy pidiendo yo que he visto cosas no tan graves en ese lugar, otros no serán tan amables ¿sabes?
Demon le dio una sonrisa de boca cerrada.
— Gracias por su interés— dijo él— pero es imperativo que se realice el proyecto, así que si me disculpa me retiro.
El joven se dio la vuelta.
No había ni dado dos pasos antes de que el hombre dijera siniestro:
— ¿Has oído hablar sobre la criatura?
— ¿Qué hay con eso?
— Podrías pensar que eso de llevarte a vivir con ella toda la eternidad es una vil mentira, un cuento de terror para niños pequeños o incluso que nunca se ha confirmado...
—¿Pero...? — le preguntó el chico entornando los ojos y volteándose para verlo.
— Pero mira a Sarah, ella vive con la criatura... vive con miedo en los ojos... si no me crees— el hombre se encogió de hombros— pregúntale.
Demon seguía observando a aquel avaricioso hombre, preguntándose qué beneficios obtendría si se parase el proyecto.
No pudo pensar en nada lógico.
— Que tenga una buena noche, señor Saint.
Y con eso cada quien se fue por su camino, Demon pensando en si hablaría con la mujer a la que llamaban Sarah y Saint pensando en cómo podría mantener soterrado el secreto que guardaban esas ruinas.
***
Cuando iba llegando al ayuntamiento, pudo ver claramente a una gran multitud gritando, y no eran gritos sin sentido para nada, gritaban con un ritmo que era suficiente para llamar la atención.
Demon no entendió de inmediato la situación— siempre había sido un poco inocente respecto a ver las intenciones de la gente— pero al ver cómo se iban callando al verlo cayó en cuenta de lo que aquello significaba. Estaban protestando para que se detuviera la excavación de Blue Bell.
Una mujer se le acercó y antes de que pudiera articular palabra le dio una cachetada en la mejilla izquierda.
— ¿¡Tienes idea de lo que vas a provocar, mocoso insolente?! ¡Tú y tus amiguitos van a molestar a la criatura!
Demon respondió con toda la calma que pudo.
— La "criatura"— dijo remarcando la palabra— como ustedes la llaman no es una amenaza ¿por qué? Bueno, porque no existe. No cómo ustedes creen, podría ser una persona con algún padecimiento mental o quizás un ermitaño.
— ¡Ahórrate la cháchara! — le gritó otra mujer— ¿¡Qué vas a saber tú!?
— He vivido aquí lo suficiente como para decir lo que digo, además— dijo él avanzando hacia la puerta del ayuntamiento— la "criatura" jamás ha hecho nada en contra de Orange y no es porque no la hayan molestado... según recuerdo muchos de ustedes han ido a las ruinas y han vuelto en perfecto estado, por lo que me lleva a la conclusión de que esta "criatura" no es una amenaza. Y no pienso cambiar de parecer a menos de que me presenten pruebas sólidas, si no las hay pienso seguir con este proyecto.
Todos se quedaron en silencio.
— Que tengan una linda noche— les dijo para finalmente entrar al edificio.
Editado: 06.02.2021