Las Ruinas de Orne

Capítulo 10

Y entonces pasó...

La criatura se abalanzó sobre  la mesa y lanzó un grito desgarrador, asustando a todos los presentes.

 

Mientras todos corrían en busca de una salida, mientras todos buscaban desesperados alejarse de aquel  ser, Orne se dió la vuelta y miró a los ojos a la criatura.

 

— Te estaba esperando— le dijo Orne— pero no esperes que vaya contigo.

 

La criatura bufó con desdén para después abalanzarse sobre Orne y dejarla acorralada.

 

Todos los presentes gritaron menos Clement. 

Ella sabía que aquel circo se debía a Orne, y a la incompetente criatura.

 

Mientras Orne estaba bajo la bestia no se asustó. 

Cerró sus ojos, y  pensó en cuando estaba sola, sin lugar a donde ir más que las ruinas, pensó también en sus amigos imaginarios que a veces también se iban... todo fue así, hasta que apareció el ser que en este momento la tenía atrapada.

 

Cuando estuvo a punto de arañarle, Orne tomó impulso y le dio un golpe, que aunque no fue lo suficiente como para noquearle, sí fue suficiente como para hacerle retroceder.  

En lo que se recuperaba del aturdimiento, Orne aprovechó para correr, sin embargo cuando llegó a la puerta su abuela se interpuso.

 

— No crea que podrá huir para siempre, al final volverá aquí. 

 

Orne le sonrió mostrando los dientes.

 

— ¿Es lo mejor que tienes para intimidarme?— le dijo la chica.

 

Y salió por la gran puerta. 

 

Corrió hasta la salida— ya que recordaba por dónde había entrado— y al llegar pudo ver que había un montón de carruajes estacionados por todos lados, y que podía tomar el que quisiera para escapar, pero no... Ella eligió correr hacia el bosque, era lo más seguro para todos. 

La criatura estaría en el bosque persiguiéndola y se olvidaría de los demás, incluida su abuela, que si bien era cierto que no era una buena persona, seguía siendo su abuela. 

 

Así que corrió y corrió y corrió, hasta que los pulmones le ardieron. 

Y cuando ya no pudo más, se ocultó entre las raíces de un gran árbol. 

Trató de calmar su respiración y pensar en otra cosa que no fuera la criatura.

 

Y vino a su mente un recuerdo vago... el recuerdo de unos ojos dulces y de un hermoso color... no supo dónde los había visto pero esa memoria la calmó.

Y al calmarse no pudo evitar sentirse agotada, y cayó en un profundo sueño.

 

 

 



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En el texto hay: misterio, familia, criatura

Editado: 06.02.2021

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