Capítulo 6

El señor extiende la mano pero yo no la agarro. Al contrario le miro con una cara de no querer saber nada de él. Pero parece que no le a quedado claro.

-He visto que estabas un poco......perdida.- se que con esa palabra pretende decir que parecía una completa loca. Cosa que aún me planteó si es verdad.

No me gusta pensar mucho en ello. No soy normal pero aspiro a que nadie sepa que mi cordura esta tendida de una cuerda que se está desgarrando poco a poco, por el peso de las almas y las personas que se entretienen jugando a ver cuanto peso aguanta la cuerda. Sin saber que cuando la cuerda se rompa todo estará condenado. Y que mi principal objetivo será vengar y destruir a los asesinos de mi cabeza carcomida por sus ideales y mis pensamientos sanguinarios.

Salgo de mis pensamientos cuando una mano pasa por delante de mí cara.

-Hey, estas bien - dice el viejo del que ya no me acuerdo ni de su nombre con voz preocupada. Yo asiento lentamente dando a entender que estoy bien, aunque nunca lo esté, pero como no hay sangre no hay sufrimiento ¿no? - ¿Qué vas a pedir?

Lo miro extrañada hasta que noto que hay un chico de unos cuarenta años, volteado hacia mi con una libreta de camarero y una sonrisa coqueta en la cara.

Que. Puto. Asco.

-Un café negro, por favor. - digo  con una sonrisa para ver cuál va a ser su reacción. Obviamente todo esto sin que se de cuenta el viejo que me a traído.

El "hombre" se va y de vuelvo la vista a mi acompañante.

-Veo que puedes llegar a ser muy buena mintiendo. Que pena que yo también sea un mentiroso nato. Si no me lo hubiera tragado como ese pedófilo de ahí.

Eso me descoloca bastante. ¿Como sabe este hombre que estaba mintiendo? ¿Quien coño es este viejo?