Mara
Estamos en Brasil… papa me compro una casa muy bonita cerca de la playa, un auto y todo lo necesario, hablo con los alfas de las manadas de esta zona para que guarden el secreto de que estoy acá y pues aceptaron porque aquí las manadas atesoran a sus lunas y se portan muy bien, contrato a una chica para el servicio no me deja hacer nada también un chofer y citas con doctor de la manada cada mes, hoy me toca la primera, terminamos de hablar con las chicas y vamos a la clínica, el medico dice que tengo tres semanas de embarazo y que debo cuidarme, en la semana diez tengo otro chequeo para escuchar el corazón del bebe
Cada día papa está más posesivo, no deja que haga ningún esfuerzo y el embarazo se comienza a notar, así como los mareos, vómitos, antojos y cambios de humor… en la semana siete Maya llego y papa regreso a la manada no sin antes darle mil y una instrucciones, las cuales maya cumple al pie de la letra, se preocupa por cada síntoma y se vuelve loca complaciendo mis antojos, ella y Sofía me consienten en todo, en la semana ocho los mareos aumentaron por lo que Maya alerto a todos y no me deja ir ni al baño sola, las chicas siempre están llamando para saber cómo avanza el embarazo, Maciel me llama casi diario, para contarme como siguen las cosas Javier me busca y ellos no le permiten encontrar ni una pista
Cuando llega la semana diez Maya está más que emocionada al llegar a la clínica esperamos nuestro turno y al entrar el medico inicia con el chequeo y escuchamos es corazón de mi bebe, es como un mini tambor que sueña muy rápido y el doctor sonríe
-Felicidades Mara, tu bendición es doble- yo me quedo inmóvil y Maya salta de la emoción
Cuando salimos de la clínica Maya va a comprar vitaminas y otras cosas que necesito, mis bebes están buen pero tengo que cuidarme porque son dos y yo soy joven y primeriza, además son hombres lobo… en cuanto llegamos a la casa Maya celebro junto a Sofía y Mark el chofer los cuales son pareja y viven con conmigo por órdenes de papa, según el cuanta más gente este conmigo más me cuidaran
Maya hace una video llamada y suelta la bomba en cuanto están todos conectados y las chicas gritan y celebran y los chicos también, me felicitan me piden que les muestre el vientre y miles de cosas más, Maya toma miles de fotos para enviarlas a papa y a las chicas en una de ellas estoy con un vestido que muestra mu embarazo en la semana doce, Mia vino y Maya se fue, organizaron una fiesta para celebrar mi embarazo y colocaron la foto, los alfas felicitaron a papa por sus primeros nietos y a mí por el embarazo, de Javier nadie quiere saber nada
Mia me vuelve loca quiere tocarlos a cada rato, uno a uno los chicos viene a visitarme, y se quedan un mes acompañándome, a partir del mes seis dos de los chicos me acompañan, siempre vienen en parejas ellos mueren por saber el sexo de los bebes pero yo quiero que sea sorpresa, en la semana ocho ya casi no podía moverme así que las chicas estaban más pendientes, a inicios de la semana nueve llegaron todos pues querían asistir al parto, pero antes se aseguraron de que Javier no los siguiera, la verdad es que ya no me interesa lo que el haga, con mis bebes tengo suficiente
Estamos todos en la sala, Maciel y Melany me ayudan a sentarme, desde la mañana tengo un leve dolor pero no los quiero molestar pues mu vientre es enorme… Leo cuenta algo sobre remodelaciones en la manada pero no le presto atención porque siento un fuerte dolor y luego algo escurrir por mis piernas
-¡papa!...- digo entrando en pánico todos me observan, y entran en pánico, las chicas gritan los chicos corren buscando las cosa y llaves del auto Maciel y me ayudan a llegar al auto y las contracciones aumentan, grito y maldigo y siento que tardamos una eternidad
Las chicas les gritan a los doctores y los chicos se desesperan, papa y Maciel están peor que yo, los médicos me llevan a la sala de labor y papa va con migo, el parto es lo peor, las contracciones son terribles, media hora para escuchar a mi bebe llorar
-Es un niño- dice el médico y papa llora, siento las contracciones y unos minutos después escucho llorar a otro bebe- es niño también- dice el medico
Me realizan los procedimientos de lavado y luego me llevan a una habitación papa ha estado con migo en todo momento, llevan a los bebes y los colocan en m mis brazos, se ven tan bellos, son mi mayor tesoro las chicas y los chicos entran en silencio a la habitación, traen globos de diferentes colores y flores, Maciel toma muchas fotos y luego le pide a una enfermera que nos tome una grupal, admiran a los bebes y todos caen rendidos a sus pies cuando sonríen, tienen la piel blanca y el cabello negro, con rasgos bastante finos, y cuando abren los ojos se sorprendes, tan negros como los míos
-¿Mara cuáles serán sus nombres?- pregunta Malina
-Daniel y Gabriel White- digo viéndolos
Unos días después regresamos a la casa las chicas ya habían acondicionado mi habitación y colocaron las cunas de los bebes y todo lo necesario, dos semanas después volvieron a la manada pero Maya y Melany se quedaron par a ayudar a cuidar a los bebes, y así se turnaron los primeros meses, cuando los bebes cumplieron cinco meses ellas me dejaron toda la responsabilidad pero yo ya me había acostumbrado, además son unos bebes tan juiciosos, lloran solo cuando tienen hambre o quieren que los cambie, ellos son muy unido, no les gusta estar separados y también les gusta estar cerca de mí, y lloran cuando alguien que no es de la familia se acerca nosotros