Hanna estaba en su oficina revisando sus notas sobre la investigación que había iniciado su amiga. Había algo que no encajaba, algo que estaba oculto en la oscuridad y que parecía estar relacionado con una organización secreta que operaba en la ciudad. Justo en ese momento, sonó su teléfono.
Hanna: "¿Sí, quién habla?"
Daniel: "Hola, soy Daniel. He estado investigando a la misma organización secreta que tu amiga y creo que podemos trabajar juntos".
Hanna dudó por un momento. ¿Cómo había conseguido su número? ¿Podía confiar en este desconocido? Pero, por otro lado, sabía que no podía continuar investigando sola. Decidió escuchar lo que tenía que decir.
Hanna: "¿Cómo ha conseguido mi número?"
Daniel: "Lo siento, no debería haberlo hecho, pero necesito hablar contigo. Creo que estamos en algo grande y necesitamos unir fuerzas si queremos descubrir la verdad detrás de la muerte de tu amiga".
Hanna: "¿Qué tienes en mente?"
Daniel: "Podríamos reunirnos y compartir la información que hemos recopilado. Creo que juntos podemos encontrar la respuesta que estamos buscando".
Daniel: "Hanna, me parece que podrías ser de gran ayuda en esta investigación. ¿Te gustaría trabajar conmigo?"
Hanna: "Claro, me encantaría. Pero, ¿cómo puedo saber que puedo confiar en ti?"
Daniel: "Entiendo tus dudas, pero necesitamos trabajar juntos para poder descubrir la verdad. Te prometo que no te pondré en peligro".
Hanna quedaron y quedaron en un café del centro. Daniel llegó con una carpeta llena de notas y archivos sobre la organización secreta. Comenzaron a intercambiar información y Hanna se dio cuenta de que Daniel sabía mucho más de lo que había pensado en un principio. Además, su manera de hablar y su actitud confiada y segura la intrigaban y atraían.
Pero algo en su interior le decía que no debía confiar completamente en él. ¿Qué si era parte de la organización secreta y sólo estaba tratando de distraerla de la verdadera verdad?
Mientras tanto, yo observaba la escena desde lejos, sin intervenir. Sabía que Hanna estaba en un peligroso camino hacia la verdad y que Daniel podría ser un aliado o un enemigo. Pero también sabía que, si quería descubrir la verdad detrás de la muerte de su amiga, tendría que arriesgarse.
Mientras yo me preguntaba si Hanna podría manejar el peso de la verdad que estaba por descubrir y si estaría dispuesta a arriesgar todo por ella. Pero una cosa era segura, el camino por delante no sería fácil ni seguro, y la decisión de confiar en Daniel podría ser crucial para el resultado final.
Hanna confío en él y trabajar juntos. Juntos, comenzaron a seguir la pista de la organización secreta y consiguieron que tenían vínculos con importantes figuras políticas y empresariales de la ciudad.