Un muchacho débil a simple vista será el punto central de cualquier posible acosador: amable, sin disponibilidad de pelea, con un cuerpo frágil capaz de ser lastimado con un suspiro así se podría describir a Henrik Collins un chico de 16 años la victima diaria de los a cosantes golpes físicos como mentales de Alfonso Colucci, se podría describir como intimidante dado que venía de una familia de buena posición.
Ahora si comparamos a los dos chicos notaremos que Henrik es completamente diferente tanto en aspecto de riqueza como físico de Alfonso que contaba con una buena musculatura aun teniendo ambos la misma edad. Por donde lo veamos Alfonso no tiene justificación del maltrato hacia el pobre de Henrik el cual nació sin nada en comparación a él que lo tuvo todo o eso parece…
Recordemos que el acoso escolar siempre tiene un motivo otra cosa es que no se nos muestre a simple vista.
Era tarde como siempre Henrik llegaba justamente cuando su familia se sentaba a la mesa. Se disculpaba por la demora cubriéndose diciendo que iba a cambiarse y volvía. Como todas las noches su pequeña hermana Jude pedía permiso para ir al baño donde agarraba el botiquín de primeros auxilios para llevarlo al cuarto de su hermano, se podría decir que era la única que conocía el lamentable maltrato que vivía su hermano día a día y la que le ayudaba a cubrir sus heridas. Aun siendo una pequeña de siete años era muy madura para su edad por lo cual le reclamaba el hecho de quedarse callado, el por qué no hablaba con sus profesores sobre lo que sucedía con Alfonso, ya sabía que no se lo contaba a sus padres era para no preocuparlos por los momentos pasaban circunstancias difíciles y no quería ser les un dolor de cabeza más por eso la pequeña no le insistía con que les contara.
Su hermano solo le dedico una sonrisa calidad que siempre mostraba para quitarle importancia de su mal estado, la misma que causaba más la ira de Alfonso el solo hecho de verlo feliz le desagradaba.
-Todo estará bien- dijo Henrik acariciándole la cabeza – En algún momento se aburrida… Ya lo verás.
Se unieron en un cálido abrazo.
- Pe… pero ¿si no lo hace? - pregunto con cierto miedo la pequeña. Por las noticias sabía que el principal motivo de suicidios en los adolescentes era por el acoso escolar, lo cual temía, le aterraba que Alfonso siguiera haciendo que su hermano se sintiera peor haciendo le recurrir a ese último recurso.
Henrik rompió el abrazo limpiando las lágrimas que empezaban a salir de jude.
-Te contare un secreto. A veces las personas no son lo que nos hacen ver, algunas, aunque parezcan tener todo son las personas más tristes del mundo. ¡Bueno vamos a comer! nuestros padres nos esperan.
Con eso salieron de la habitación con un renovado Henrik lleno de energía y una Jude confusa por lo que le había dicho su hermano.
Al siguiente día con la intriga de saber más sobre el acosador de su hermano, Jude después de salir de clases se escabullo para ir al lugar donde siempre Alfonso esperaba a su hermano para darle la última paliza del día para luego irse como si nada. Como espero ahí se encontraba los dos amigos de Alfonso junto a este último que mostraba molestia ya había sonado el timbre de salida pero aún no aparecía su hermano, los dos cómplices se disponen a ir a comprar unas bebidas mientras Alfonso se quedaba recostado en la pared en eso suena un teléfono de inmediato responde, su cara de molestia aparece, por lo que escuche otra vez sus padres no iban a llegar por lo cual le tocaba comer solo y eso le molestaba pero no lo demostró en la conversación, cuando corto la llamada pateo uno de los botes de basura del lugar en eso por fin llego mi hermano disculpándose como si Alfonso fue un buen amigo suyo.
Primer golpe; le dio en la quijada le había partido el labio inferior. Henrik solo sonrió sin importancia haciendo más grande su enojo mientras le repetía que no valía nada, ¿¡que por qué él podría ser feliz y él no!?, ¿por qué sus padres nunca le prestaban atención?
En eso las palabras de mi hermano tomaron sentido Alfonso sufría, aunque parecía tener todo aun así le falta la presencia de sus padres por eso su hermano no se quejaba ni pedía que se detuviera comprendía su enojo y prefería que lo dirigiera a él en vez que se lo guardara. Pensaba que así lo ayudaba, pero eso no era cierto…
Tres años después Alfonso no midió sus golpes, junto a sus dos cómplices le habían quitado la vida a mi hermano. El resto fue rápido la policía, los tramites del funeral, los periodistas pidiendo una declaración nada fue importante solo seguía viendo la lápida que decía ``Henrik Collins 2002-2020´´ la única muestra que me decía que mi hermano se había ido realmente.
Llore, llore como nunca lo había hecho me encontraba sola en el cementerio aferrándome a la lápida de mi hermano reclamando le por no haber hablado, por no haberle detenido. En eso no me di cuenta sino hasta que estuvo a mi espalda una figura flácida, con grandes ojeras y una mirada de desconcierto.
- ¿Eres Jude? - asentí. No lo podía creer era Alfonso Colucci o mejor dicho parte de él se veía así porque la otra parecía un zombi no era el mismo que vi alguna vez hace tres años- Te quería mucho… Siempre hablaba de lo madura que eras aún con una edad tan corta- hizo un amago de sonrisa- Lo siento. Lo siento realmente me merezco lo peor-fue lo único que dijo hasta que unas lágrimas prófugas salieron para luego que dejara el lugar.