Lazos de Amor

Cap. 1 1° de Septiembre

Aquel 1° de septiembre, en la casa de los Potter había el conocido alboroto. Lily peleaba a gritos con James por quien sabe qué asunto con su lechuza, mientras Ginny gritaba a su hijo mayor que dejara en paz a su hermana, y Harry se llevaba la mano a la sien resignado al caos de ese día. Cuando los chicos bajaron aun venían peleando.

  • ¡Te juro que ni mamá podrá reconocerte cuando acabe contigo! 

A continuación escucharon el inconfundible sonido de un rayo y algo que se hacía pedazos.

  • Por favor Lily, es solo una lechuza, no va a sucederle nada.
  • ¿Ah sí? ¿Entonces por qué no enviaste la tuya?
  • Buenoooo… mmm… la mía está algo ocupada
  • Seguro  --  dijo la chica con sorna  --  Déjame adivinar, en el laboratorio de experimentación de nuestro loco primo ¿no? 

Pero mientras ellos se gritaban, Lily no había dejado de atacar a su necio hermano.

  • ¡Lily y James, ya basta!  --  gritó Ginny pero fue ignorada, y a continuación escucharon la voz indignada de ambos chicos
  • ¡Albus!

Harry imaginó, como efectivamente había sucedido, que Albus venía bajando y los había desarmado a ambos.

  • Vamos a desayunar o llegaremos tarde a la estación  -- escucharon que decía
  • Dame mi varita  --  escucharon a Lily
  • Cuando estés sentada como debes

Los chicos entraron al comedor y tomaron asiento, pero Lily venía con muy mala cara.

  • Puedo golpearte lo mismo sin varita  -- amenazó ella a James
  • A ver Lily, todos sabemos que James es un cretino, y como eso no tiene remedio, tenemos que conformarnos  --  sentenció Albus
  • Gracias hermano  --  dijo el cretino, pero fue ignorado
  • Pero para compensarte por su necedad, antes de salir de aquí encargará una enorme caja de tus chocolates favoritos, y cuando llegues a Hogwarts, estará sobre tu cama
  • ¿Y yo por qué habría de…?  --  comenzó James pero se detuvo

La razón para ello, era que Albus lo había mirado en forma peligrosa, y si algo había aprendido James Sirius muy pronto, era que, a diferencia de sus padres, su hermano no tenía ningún inconveniente en sacudirlo, y James tenía muy claro que Albus era tan hábil como él, pero con dos agravantes. El primero, que lo conocía bien y podía predecir lo que James haría a continuación, por lo que éste siempre había tenido la incómoda sensación de que su hermano le leía el pensamiento. Y segundo, mientras James era completamente visceral y actuaba dejándose llevar por la ira, Albus era en extremo frío, lo que lo hacía doblemente peligroso. De manera que, en beneficio de su salud, guardó prudente silencio. Harry le dio un silencioso gracias a su hijo, y él le guiñó un ojo, con lo que pudieron terminar de desayunar en paz.

 

En Grimauld Place la situación era diferente. Grace había despertado a Sirius, y después de la habitual lucha para que se levantara, repentinamente se había sentado en la cama con cara de consternación.

  • Esto está mal, muy mal  --  había dicho
  • ¿De qué hablas?
  • Rowena no vino a despertarme  --  pero Grace rio y continuó arreglándose  --  no le veo lo gracioso. Además, durante todo el verano se estuvo comportando de manera extraña
  • Si por manera extraña, te refieres a que no causó estropicios, o no fastidió para que la llevases de compras, o a que cuando de igual manera lo hiciste y no agredió a nadie por mirarte más de la cuenta, entonces eso significa que…
  • … que ya no me quiere  --  concluyó él en tono trágico
  • No seas necio, Sirius Black  --  replicó ella con fastidio  --  Creo que deberías hacerte revisar la vista, ya que tu cabeza no tiene arreglo. Lo que sucede es que Rowena ya no es una bebe, y pareces ser el único que no lo ha notado, está creciendo, es una señorita y tengo la esperanza de que esté comenzando a portarse como tal.
  • Pero… ¿Qué estás diciendo?
  • Ya te lo dije, lo que tú no has notado, pero más vale que comiences a aceptarlo, porque no pasará mucho tiempo cuando ya se presente aquí con su novio
  • ¡Grace Black!  --  gritó él  --  Mi hija es una niña aún

Grace lo miró con pena y pensó que su marido iba a necesitar ser sometido a terapia muy pronto, porque ciertamente si había algo que ya Rowena no era, era una niña.

Anthar despertó y luego de desperezarse miró la hora, y repentinamente tuvo una reacción muy parecida a la de su padre. Se incorporó a toda prisa y sin molestarse en ponerse ni una camisa se dirigió a la puerta, pero cuando él salía vio a Tyler cerrando con cuidado la de la habitación de Rowena.

  • ¿Está enferma?  --  preguntó Anthar
  • No, solo dormida 
  • ¿Estás seguro?
  • Lo comprobé, al menos no tiene calentura y se ve bien
  • Pues, está muy raro ¿no?
  • Sí, pero no tengo más idea que tú




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