Lazos de Amor

Cap. 23 Un largo día de navidad (I)

 

Joseph había resuelto lo del traslado tan pronto como le había sido posible, y justo es decir que el Comisario no tenía ningún deseo de ponerse difícil con aquel sujeto. De modo que se dio mucha prisa en hacer los preparativos para el traslado de Jason. Joseph volvió a la celda con el permiso firmado y dispuesto a sacar a Jason de allí de inmediato.

  • ¡Jason!  --  intentó Bill, pero el chico no reaccionaba de modo que miró a Silver 

El sanador le administró un líquido ambarino y luego lo apuntó con su varita mientras Bill y Joseph lo cubrían para evitar miradas indiscretas, ya que aquel lugar no ofrecía ninguna privacidad. Jason comenzó a abrir los ojos y Bill se acercó de nuevo.

  • Vamos, tienes que ponerte de pie, porque vamos a salir
  • Ya te dije que…
  • Ya sé lo que dijiste y vamos al juzgado, así que ahorra aliento

Entre él y Silver lo ayudaron a ponerse de pie, algo que no resultó precisamente fácil. En el primer intento Jason sintió que el mundo giraba a velocidades indecentes, se fue de lado y cayó de nuevo arrastrando a Bill con él.

  • ¡Maldición!  --  exclamó Bill mientras Silver y Joseph le quitaban a Jason de encima  --  ¡Haz un esfuerzo hombre, tú eras el que tantas ganas tenía de ir al juzgado!
  • Dame un… minuto… o detén la noria  --  le dijo él

Al segundo intento lograron mantenerlo de pie, ahora el asunto era que pudiese caminar, pero Jason era obstinado, de modo que dio los primeros pasos con inseguridad, pero lo hizo. No obstante, antes de que pudiesen salir de la celda, su respiración se volvió disneica. Bill miró a Silver, pero este le hizo un gesto negativo, ya les había advertido que no tardaba en presentarse la dificultad respiratoria. Bill decidió que así no llegarían a ninguna parte, de manera que lo sujetó firmemente por un brazo y Joseph por el otro y casi lo arrastraron hacia la salida. Salieron del área de las celdas y se encaminaban hacia la puerta del edificio cuando un patronus se posó ante Bill.

  • Señor, tenemos un problema. La entrada del edificio está bloqueada por los periodistas ¿Cuáles son las órdenes?

Bill no podía sacar su varita en aquel preciso instante, de modo que miró a Joseph y éste entendió el mensaje.

  • Hazte cargo, Silver  --  y el sanador sujetó a Jason mientras Joseph se dirigía hacia la salida

Verificó la información que les habían dado, se escondió tras una columna y envió un urgente mensaje a Sirius. Pocos minutos después, se escuchó una explosión a pocos metros y se vio una gran cantidad de humo, la mayoría de los reporteros corrieron en aquella dirección y solo unos pocos quedaron a las puertas del edificio. Joseph evaluó la situación y con el mayor disimulo levantó una barrera anti-muggles, enseguida los pocos reporteros que habían quedado comenzaron a alejarse, Joseph sonrió y volvió a entrar, ahora tenían que darse prisa.

Mientras Joseph hacía eso, habían sentado a Jason en una incómoda y destartalada silla que estaba en el pasillo.

  • ¿Qué haces aquí?  --  escucharon decir a Jason y lo miraron con curiosidad
  • ¿Cómo que qué hago aquí?  --  preguntó Bill, pero Jason había cerrado los ojos

Por un momento pensaron que se había desvanecido de nuevo, pero de haber sido así se habría ido de lado y aún estaba derecho, aparte de que un asomo de sonrisa apareció en sus labios. Al cabo de unos segundos volvió a hablar.

  • Gracias, pero…  --  sin embargo, no dijo nada más

Bill miró a Silver alarmado, pero el sanador estaba muy ocupado examinado los ojos de Jason.

  • Déjame en paz Silver, mis ojos están bien y no estoy delirando

En ese momento venía Joseph y dejaron el asunto así, sujetaron de nuevo a Jason y lo pusieron de pie. Con algo más de firmeza logró llegar a la salida, y apenas sintió la brisa y pudo respirar con libertad, el color comenzó a retornar a su rostro. Un oficial se acercó a ellos para decirles que el auto que los llevaría al juzgado estaba listo.

  • Espere un momento  --  dijo Bill dando tiempo a que Jason se recuperase un poco más 
  • ¿Mejor?  --  preguntó Silver unos minutos después y él asintió

Comenzaron a bajar las escaleras de entrada, subieron al auto y se pusieron en marcha.

  • ¿Puede abrir las ventanas?  --  preguntó Jason
  • Está helando, hombre  --  dijo uno de los oficiales
  • ¡Abra la maldita ventana!  --  ordenó Bill

Realmente el frío era desagradable, porque estaban a -3º pero no querían perder el terreno que habían recuperado con Jason, de modo que se aguantaron el aire helado mientras los oficiales de custodia maldecían por lo bajo. Cuando llegaron al edificio del juzgado, que afortunadamente no estaba tan lejos, definitivamente Jason tenía mejor aspecto. Se tomaron su tiempo desde que bajaron del auto hasta que llegaron a la mitad de las escaleras.

  • Creo que ya puedo caminar solo  --  dijo Jason

Bill y Joseph respiraron aliviados y terminaron de subir las escaleras. En el trayecto iban poniendo a Jason al día en cuanto a cómo enfrentarían el caso. Realmente él no tendría que decir mucho, solo se limitaría a responder las preguntas de la fiscalía y a identificar a los agresores, de los cuales solo uno estaría presente, las demás identificaciones, tendría que hacerlas por fotografías, ya que tres estaban muertos y dos seguían en el hospital. Jason rio cuando Bill le dijo cuál sería la historia que contaría para justificar su habilidad.




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