Cap. 48 Lo importante es...

Cuando Remus y Lyra llegaron de nuevo al Hospital, ya los chicos se despedían para volver a Grimmauld Place, de modo que Lyra se acercó a la cama de Lily le dio un apresurado beso y se dirigía a hacia Sirius, pero se detuvo y cambió de dirección.

• ¿Cómo te sientes?  --  le preguntó a Sara
• Bien, gracias por preguntar, todos ustedes son muy amables  --  contestó la niña sonriéndole
• Me alegra saberlo, ya verás que pronto puedes volver a casa
• Sí, eso me dijo el sanador  --  dijo la niña mirando con adoración hacia donde estaba Jason   --  y yo le creo, porque él me prometió que no moriría y tenía razón
• Bueno, pero ahora debes descansar 
• ¿Cómo te llamas?  --  preguntó la niña antes de que ella se despidiese
• Lyra, mi nombre es Lyra
• Muy bonito, espero que cuando el año próximo vaya a la escuela, los vuelva a ver  --  pero luego bajo los ojos con pena  --  aunque ya Tyler y Anthar me dijeron que es su último año y ya no estarán

Lyra se sorprendió mucho, porque le había calculado a Sara no más de siete u ocho años, pero luego miró a los padres de la niña que en ese momento conversaban con Hermione, y se dio cuenta que la madre de Sara era muy menuda y el padre tampoco era que fuese muy alto, porque Fred y Hugo que eran los menores del grupo, eran tan altos como él.

• No te preocupes, a los demás sí nos verás  --  le aseguró Lyra  --  Ahora debo marcharme, que descanses Sara
• Gracias.

Después de eso se dirigió hacia la cama de Sirius que en ese momento peleaba con Jason, para variar, mientras Anthar y Tyler reían.

• ¿Y se puede saber dónde estaba usted, señorita Lupin?
• Afuera, estaba conversando con Pa
• Pues si me lo preguntas, es un mal cambio, porque yo soy mucho más divertido que él  --  le dijo Sirius, pero no dejó de notar la sonrisa triste de ella y miró en dirección a Remus que se mantenía apartado
• Ya debo marcharme, tío Si, el tío Ron nos llevará a casa  --  le dijo dándole un beso en la frente  --  Te veo mañana.

Sirius ahora estaba realmente alarmado, esa no era su lobita. En cualquier otra circunstancia ella le habría dicho alguna pesadez por decir que su padre no era divertido, y ciertamente no era de las que obedecía órdenes en pacífica actitud, de modo que habría sido la última en salir y no la primera. Sin embargo, y como Ron, Luna y Ginny, los comenzaban a apurar para marcharse, no dijo nada.

• Que descanses, lobita  --  ella le sonrió y se volvió para salir
• ¡Ey!  --  la detuvo Jason y le bloqueó el paso  --  ¿Hay algún motivo por el que no sea merecedor de una despedida?
• Hasta mañana, Jey  --  le dijo e intentó seguir su camino

Para Jason aquella actitud fue como una bofetada, pero de ningún modo estaba dispuesto a quedarse así.

• Nena  --  dijo sujetándola por un brazo  --  ¿He hecho algo para…?
• No
• Pero estás molesta
• Solo quiero que me devuelvas mi brazo para irme a casa

Pero aquel individuo era entre otras muchas cosas, cuya lista cubriría varios metros, terco en grado sumo.

• No vas a ir a ningún lado hasta que me digas…
• Suéltala, Jason  --  lo interrumpió Remus

Cualquier otro individuo habría retrocedido en forma inmediata al ver el destello de furia en los ojos de Jason, pero tratándose de Remus Lupin, eso estaba muy lejos de suceder. Bill que tenía un excelente instinto para detectar situaciones peligrosas, se había movido con celeridad, pero Hermione llegó primero.

• ¿Lyra puedes venir un momento? Discúlpenme  --  dijo mirando a su marido y a Jason como si no hubiese sido consciente de que algo ocurría
• Sí, Ma  --  dijo la chica y Jason se vio en la necesidad de liberarla
• Jason necesito consultarte algo  --  dijo Bill casi al mismo tiempo

Jason miró a Remus que no se había movido, pero cualquier cosa que pensase decirle quedó en suspenso, porque Bill no iba a arriesgarse y ya lo arrastraba hacia fuera.

• ¡Suéltame necio!  ¿Piensas arrancarme el brazo?  --  exclamó cuando iban a mitad de pasillo

Sin embargo, Bill lo ignoró y no se detuvo ni lo soltó hasta que llegaron a la cafetería.

• Ahora siéntate y escucha  --  le ordenó, pero como el sanador lo miraba con rebeldía, él repitió  --  He dicho que te sientes
• Y tú deberías recordar que nadie me da órdenes  --  dijo en forma peligrosa
• Bien, si quieres escuchar de pie, por mí está bien, pero me escucharás de cualquier manera  -- y mientras él se sentaba Jason siguió tercamente de pie  --  Eres mi hermano, Jason, y desde que tenías once años he procurado mantenerte fuera de problemas, he participado en cuanta locura se te ha ocurrido por desquiciada que fuese, he cubierto tus espaldas tanto como me ha sido posible, y perdí la cuenta de las veces que mentí por ti para que las chicas no te hicieran pedazos. Por otro lado, te conozco lo suficiente como para saber cuándo estás furioso, feliz, deprimido, o a solo un paso de matar a alguien. Creo que todo lo anterior me da ciertos derechos a los que no voy a renunciar, de modo que si piensas que me voy a sentar cruzado de brazos a ver como arruinas tu vida por ser lo bastante terco y necio como para no reconocer que estás enamorado hasta los huesos de tu nena, estás a años luz de la realidad.
• ¡Bill Weasley! Te dije que si volvías a…
• Me importa un rábano lo que hayas dicho o dejado de decir, y puedes gritar todo lo que se te antoje, pero lo que estoy diciendo es una verdad del tamaño de un campo de Quidditch y lo sabes te guste o no. Y eres tan condenadamente arrogante, que piensas que nadie va a notarlo.
• Nadie tiene por qué notar lo que no…
• ¡No seas imbécil, Jason! ¿Cuánto tiempo crees que puedes seguir ocultándolo? Porque déjame decirte que estás teniendo escasísimo éxito, si los demás no se han dado cuenta es porque hemos estado sumergidos en una indecente cantidad de problemas, pero por lo menos somos tres los que lo sabemos de hecho  --  y Jason puso cara de consternación  --  ¡Oh sí, mi querido hermano! Yo lo sé, Sirius lo sabe, y sin duda Remus lo sabe, así que es cuestión de tiempo para que todos lo sepan.