Cap. 58 Lo que no deberíamos ver

Cuando Lyra despertó y aun sin abrir los ojos, experimentó una extraña sensación de irrealidad, pero unos segundos después comenzó a registrar otras cosas. La primera de ellas el olor de Jason que era entre otros muchos, inconfundible para ella, por lo que pensó que había dejado de nuevo su chaqueta allí. Segundo, que no se trataba de la chaqueta de Jason, sino que él estaba allí. Tercero, que su ropa había desaparecido, y por último que su cabeza reposaba sobre el pecho de Jason. En ese momento su cerebro terminó de despertar, abrió los ojos y se incorporó con violencia girando la cabeza.

Jason tenía la suya sobre la almohada y sus cabellos estaban esparcidos sobre ésta, y hasta ese momento había estado dormido, pero al sentirla moverse abrió los ojos.

• Buenos días, Nena  --  la saludó con una sonrisa

A pesar de que Lyra sabía que lo que a todas luces había sucedido, era la consecuencia natural de una relación amorosa, de pronto se sintió apenada, algo muy poco común en ella. Jason que había seguido con atención los pensamientos de la chica, se incorporó a su vez y la atrajo de nuevo hacia su pecho.

• No hay razón para que te sientas así, mi amor  --  le dijo con suavidad mientras acariciaba sus desordenados cabellos, y luego sujetando su barbilla levantó su rostro  --  Sé que no debí Nena, y no hay nada que pueda decir para justificar lo que hice excepto que te amo desesperadamente, que es lo más hermoso que haya podido vivir, y te juro que haré todo lo posible y hasta lo imposible por hacerte feliz todos y cada uno de los días de nuestras vidas.
• ¿No estás… decepcionado o arrepentido?  --  y él abrió los ojos con sorpresa, pero entendió de inmediato
• ¿No me has estado escuchando, mi vida? Ha sido lo más hermoso que me ha sucedido en la vida, y si no lo considerara demasiado inconveniente, te demostraría en este instante cómo estoy de decepcionado  --  le aseguró
• ¿Y por qué es inconveniente?  --  quiso saber ella  y él sonrió
• Porque debo ir a trabajar, y si no me voy ahora, estoy seguro que no podré salir de aquí en mucho, mucho tiempo
• Eres un mentiroso, Jey  --  y ahora él rio en forma abierta
• Esta fue tu primera vez, mi cielo, y es mejor darle descanso a tu cuerpo
• Pero a mí no me duele nada 

A Jason le divirtió su insistencia, pero ya había perdido la cabeza una vez y debía comportarse como el adulto responsable que se suponía que era.

• Ahora no te duele nada y pretendo que sigas así, de modo que vaya a bañarse, señorita

Pero ella se acostó de nuevo y se tapó hasta la cabeza haciendo reír a Jason mientras tiraba de las mantas.

• ¿Me dejarás desayunar solo?
• Tú no desayunas, necio --  dijo aun escondida
• Bien, tal vez alguna linda chica quiera hacerme compañía para…  --  pero no logró terminar, porque al segundo siguiente la tenía encima
• Escúchame bien cretino arrogante, si aprecias a tus amigas, procurarás mantenerlas alejadas de ti o tanto ellas como tú, podrían no tener tiempo para arrepentirse

Jason estaba divirtiéndose en forma desmedida, pero un serio problema se le presentó a continuación, porque tener el cuerpo desnudo de Lyra sobre el suyo era algo sumamente peligroso y que sin duda echaría por tierra sus buenas intenciones.

Lyra por su parte fue muy consciente del apuro en el que estaba Jason y sonrió con malignidad. Aproximó sus labios a los de él apenas rozándolos.

• ¿Te ha quedado claro el mensaje, Jey?  --  susurró sobre sus labios
• Nena…  --  dijo con voz ahogada
• ¿Tienes algún problema, mi amor?
• Nena… por piedad  --  suplicó

Pero Lyra no se sentía especialmente piadosa, de modo que le dio un fugaz beso, y cuando los brazos de Jason comenzaban a rodearla, ella se levantó a toda prisa. Aquello fue aún peor para el pobre infeliz, que al ver el cuerpo desnudo pasearse frente a sus ojos, sintió que el deseo feroz iba a matarlo. Sin embargo, aquella criatura había sido hecha para enloquecerlo, porque comenzó a caminar alrededor de la cama con lentitud

• ¿Se puede saber dónde está mi ropa?
• No tengo ni la menor idea  -- contestó él con la garganta seca
• Pues ni modo  --  y dicho esto desapareció hacia el baño

Una vez que hubo desaparecido de su vista, Jason fue capaz de respirar de nuevo. Se llevó las manos al rostro, sacudió la cabeza y se dijo que era un soberano imbécil y se estaba comportando como un escolar. Aun tardó mucho rato en serenarse, pero finalmente lo consiguió, y aunque lamentaba de veras tener que hacerlo, salió de la cama y comenzó a vestirse. No había terminado de hacerlo cuando Lyra salió del baño envuelta en una toalla, con el cabello aun goteando y viéndose tremendamente hermosa en su opinión, de manera que tenía que salir de allí a toda velocidad.

• No lo puedo creer, me sacas de mi cama, porque se supone que tienes prisa, y aun estás aquí a medio vestir 
• Ya me iba  --  dijo él  mirándola embobado e intentando pasar un brazo por la manga de la camisa mientras se dirigía a la puerta