Jason despertó temprano y cuando salía del baño, se sorprendió al ver a Lyra sentada en su cama.
Pero como ella no dijo nada, él se acercó, tomó el rostro en sus manos y le dio un beso. Como salió vivo de eso, le sonrió antes de preguntar.
Jason no necesitaba que especificara, ya que sabía que estaba refiriéndose a Anthar.
Aunque Lyra confiaba en Anthar, no había dejado de estar muy preocupada toda la noche, porque no le gustaba nada la idea de que él fuese a meterse en aquel horroroso lugar, y como dijo Rowena, a pasearse entre criminales. Sin embargo, tuvo la necesidad de decirle aquello a Jason y que él le asegurara que Anthar estaría seguro. Pero una vez hecho esto, estaba mirando a Jason que seguía de pie frente a ella y en ese momento fue consciente de lo atractivo que se veía cubierto solo por la toalla. Recorrió con la mirada el torso desnudo, deteniéndose en su pecho donde brillaba la cadena gemela de la suya. Subió un poco más, y vio su rostro enmarcado por sus largos cabellos que rara vez los llevaba sueltos como en aquel momento, y se detuvo en los ojos grises que brillaban con diversión.
Un pálido rubor cubrió sus mejillas, y ciertamente aprobaba todo lo que veía, de modo que una sonrisa apareció en sus labios mientras recorría de nuevo con el mayor descaro el cuerpo de Jason. Pero en esta ocasión, la mirada de Lyra tuvo efectos inmediatos en el individuo, que la sintió como una caricia que lo quemaba por donde quiera que pasaba.
Y como Lyra era perfectamente consciente de lo que estaba sucediendo por la obviedad del asunto, no esperó a que se lo repitiese y abandonó la habitación. Después que ella desapareció de su vista, fue cuando Jason pudo respirar de nuevo. No había vuelto a tocarla desde el día que perdiese por completo la cabeza, pero eso le estaba costando toda la fuerza de voluntad de la que disponía, y si debía ser honesto consigo mismo, si ella no hubiese desaparecido rápidamente en todas las oportunidades anteriores, él no habría sido capaz de controlarse. De modo que comenzó a pensar en algo que sin duda sería considerado una barbaridad aún mayor.
Otra que había despertado muy temprano había sido Lily, y en cuanto estuvo lista corrió a la chimenea. Intentó ir a su casa, pero apenas puso un pie dentro de la chimenea fue expulsada y cayó a varios metros de la misma. Miró con ira hacia las llamas y sintió el violento deseo de asesinar a Jason, porque sin duda aquello era obra suya. Lo pensó un momento y se decidió por otro método para alcanzar su objetivo. Harry estaba despidiéndose de Ginny cuando una cierva plateada se posó ante él.
Papi, necesito hablarte, pero no pude entrar a la chimenea
Harry ni siquiera esperó a que se desvaneciera el patronus de su hija, ni terminó de despedirse de Ginny, sino que corrió al salón y se metió en la chimenea, y unos segundos después salía al salón de los Black.
Aunque no se había hecho daño al caer, Lily se había quedado en el mismo sitio mientras le enviaba el patronus a su padre, y cuando él salió de la chimenea, era cuando recién comenzaba a levantarse.
En ese momento venía entrando el objeto de discusión, y se extrañó mucho de verlos allí.
El asintió mientras se acercaba a Lily, y cuando inclinó la cabeza para besarla, Harry giró rápidamente la suya, aquella era una imagen que aún sus ojos se negaban a ver de nuevo. Un momento después aparecieron Sirius y Jason, los cuatro se despidieron de Lily, y se marcharon.
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Editado: 09.02.2023