Lazos de Amor

Cap. 66 Directo al corazón

 

Lyra y Lily pasaron al comedor una vez que Anthar se marchó con los Aurores, pero en realidad ninguna de las dos tenía mucha hambre. Unos minutos después comenzaron a bajar los demás y comenzó el bullicio. Grace se asomó brevemente y luego de saludarlos a todos, se marchó al Ministerio.

Aunque en el comedor se escuchaba el bullicio usual, todos notaron que James estaba extrañamente silencioso, de modo que comenzaron a lanzarle miradas interrogativas a Rowena, pero nadie se animaba a preguntarle, porque cuando aquellos dos se peleaban por algo era mejor no intervenir en atención a la propia salud. Sin embargo, Albus que sabía que el asunto no iba por ahí, decidió preguntar, porque si bien era claro para él que su hermano y su prima no habían discutido, no lo era el motivo de su silencio.

  • ¿James?  --  llamó
  • ¿Qué?  -- preguntó el aludido mirando a su hermano
  • ¿Qué te sucede?  --  preguntó en forma directa

James notó que todos lo miraban con una expresión de curiosidad mezclada con preocupación, de modo que decidió que no valía la pena esforzarse.

  • No lo sé con exactitud, Al

Todas las alarmas se encendieron en los cerebros de los miembros de la familia, porque rara vez James usaba el diminutivo que empleaban los demás para dirigirse a Albus, y cuando esto sucedía era porque en realidad el mayor de los Potter o estaba en un enorme lío o alguien más lo estaba.

  • De acuerdo  --  dijo Albus intentando conservar la calma  --  No estás así por la visita de Anthar a Azkaban, de modo que…
  • Es como una sensación de fatalidad… como… un mal presentimiento, solo que no sé por qué  --  dijo con frustración

Un pesado silencio cayó sobre todos ellos, aunque sabían que estaban bien protegidos, la mayoría de sus padres normalmente estaban en constante peligro, de modo que cada uno comenzó a pensar en eso. Magenta se puso de pie y caminó hacia James.

  • James, aunque todos confiamos en que nada va a sucederle a Anthar, es posible que de manera inconsciente estés preocupado por ello  --  le dijo
  • No Maggi, no se trata de eso  --  insistió el chico  --  es algo como más… no sé cómo explicarlo, pero como más personal.

En vista de que nadie tenía una explicación para aquello, dejaron de discutirlo, pero un sentimiento de preocupación se instaló en todos ellos.

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Dánaee había llegado temprano al departamento como era su costumbre, y en vista de que no había llegado casi nadie y luego de saludar a los Aurores de guardia, se dirigió a la oficina de Joseph que estaba segura se encontraba allí, ya que últimamente Joseph vivía allí. Era un tema que había evitado por delicadeza, pero no podía seguir obviándolo, porque era evidente que su amigo ahora estaba totalmente separado de su mujer, y si era así, y aunque lo sentía por Jeremy, era necesario que buscase un lugar donde vivir y organizase su vida de forma más normal.

  • Buenos días  --  saludó al entrar y se fijó que él envolvía cuidadosamente una caja  --  ¿Qué es eso?
  • Buenos días Dana, es el regalo de Grace  --  le contestó  --  ya sabes, su cumpleaños es en un par de días.
  • ¡Por las Barbas de Merlín!  --  exclamó la chica  --  Lo había olvidado y aún no le he comprado nada, me va a matar
  • No seas tonta, eres su amiga y por el hecho de que olvides su cumpleaños no va a quererte menos  --  le aseguró él, pero ella lo estaba mirando de una forma que Joseph conocía bien y no le gustaba
  • Joseph…
  • Olvídalo, es algo que no sucederá

A Dánaee le dolió el corazón, tantos años y Joseph seguía amándola de la misma forma, o al menos eso pensaba ella. En ese momento su odio por dos personas aumentó en forma considerable. El primero y con mayor puntaje, era Sirius Black, y la segunda, Verónica. A Sirius por tener lo que Joseph quería, y a Verónica por tener a Joseph y no haber sabido hacerlo feliz. Aquella estúpida mujer en lugar de valorar el maravilloso hombre que tenía a su lado, se había esforzado al máximo en recordarle día y noche su fracaso con Grace, haciendo de este modo que él tuviese menos posibilidades de olvidarla. Joseph había comenzado a pasar más tiempo en el departamento de Aurores que en su casa, y aunque Dánaee sabía que era tremendamente responsable con su trabajo, estaba segura que en parte se debía a su resistencia a pasar tiempo al lado de alguien que se pasaba la vida haciéndole la suya miserable, y a juzgar por lo que veía, esto había llegado al punto de no retorno.

  • Lo que iba a decirte es que es hora de que resuelvas esta situación, Joseph  --  él la miró sin decir nada  --  ¿Piensas divorciarte?  --  preguntó a quemarropa
  • Tal vez no lo comprendas, pero creo que es lo mejor
  • El punto aquí no es si lo comprendo o no, sino el siguiente paso a dar, y en mi opinión, es que busques un lugar donde vivir, porque no puedes seguir acampando aquí. Así que esta misma tarde vamos a buscar un departamento decente para ti

Joseph sonrió sintiéndose tremendamente aliviado, porque pensó que ella iba a lanzarse en una furiosa defensa del matrimonio como había hecho tantas veces en el pasado, diciéndole que pensase en Jeremy. De modo que caminó hacia ella y la abrazó.

  • Gracias Dana
  • Eres un imbécil, pero siempre podrás contar conmigo  --  le dijo ella sonriendo




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