Cuando Bill y Fleur llegaron al hospital, el Auror decidió que como sabía que Louis estaba recuperándose satisfactoriamente, iría primero a ver a Joseph. De modo que Fleur se encaminó a la habitación de su hijo y Bill a la de Joseph. En cuanto los Aurores que estaban de guardia lo vieron acercarse, se pusieron de pie y extrajeron sus varitas, pero al ver de quién se trataba volvieron a guardarlas. A pesar de que su jefe tenía prohibidas las visitas, lo primero que ellos habían preguntado era sí aquello aplicaba a sus otros jefes, porque a ninguno le habría gustado verse en la horrorosa situación de tener que impedirle la entrada a cualquiera de aquellos peligrosos individuos. Sin embargo, Jason había dicho que naturalmente eso no aplicaba a ellos. Bill saludó a los muchachos y luego entró a la habitación. Dánaee continuaba allí, aunque se había quedado dormida en la silla.
Bill iba a decir algo, pero en ese momento escucharon que Joseph se quejaba, de modo que Dánaee se levantó de la silla y corrió hacia la cama, mientras Bill se situaba al otro lado.
A pesar de que en un primer momento no habían entendido, sus bien entrenados cerebros enseguida les dieron una posible respuesta, pero aparte de que era evidente que Joseph estaba en pésimas condiciones como para dar explicaciones, lo que estaba diciendo no podía ser, pero era igualmente evidente que estaba desesperado por hablar, aunque no pudiese hacerlo. De modo que Bill hizo lo único que le pareció prudente y envió un urgente mensaje a Jason pidiéndole venir lo antes posible y efectivamente llegó escasos segundos después, pero antes de que se acercase a la cama, Bill lo detuvo.
Mientras Jason examinaba a Joseph, escucharon el ruido de muchos pasos acercándose y a continuación la puerta se abrió con violencia dando paso a Harry en primer lugar. Sin embargo, los únicos que entraron fueron Harry y Grace, mientras que los demás se quedaban parados en la puerta. Nadie dijo nada hasta que Jason terminó de evaluarlo.
Aquel nombre hizo eco en las mentes de todos, pero no estaban muy seguros de qué pensar, porque Rabastan Lestrange estaba preso en Azkaban. En ese momento en los pensamientos de Bill irrumpió otra frase inconclusa de Joseph: Bill debes ir… y no le cupo ninguna duda que lo que Joseph quería decirle era que fuese a Azkaban a verificar que efectivamente aquel miserable estaba donde debía, pero él estaba seguro que así era, porque no se había registrado ninguna fuga, ya que de ser así ellos lo sabrían. Sin embargo, en ese momento Joseph volvió a moverse y Jason se inclinó hacia él.
Todos vieron como Joseph cerraba los ojos, Jason le colocaba una mano sobre la frente y cerraba los ojos también. Pasados unos minutos los abrió y miró hacia el grupo que se encontraba en angustiosa espera.
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Editado: 09.02.2023