Lazos de Amor

Cap. 86 ¿Boda? (II)

 

Después que Jason abandonó el recinto donde estaban los Aurores, y aunque su intención era ir a hablar con Lyra, no se apareció directamente en la habitación, sino que lo hizo al inicio del pasillo y comenzó a caminar despacio pensando en cómo iba a encontrársela. Sabía por experiencia lo mal que le sentaba a ella cuando sus celos hacían violenta aparición, y aunque estaba convencido que en esta oportunidad se había comportado en forma civilizada, no estaba muy seguro de cómo se lo tomaría Lyra.

Sin embargo, los mencionados celos que no estaban precisamente dormidos, comenzaron a hacer escándalo de nuevo, porque de todas las personas a las que podía haberse encontrado, tuvo que tropezarse precisamente con aquel infeliz. Jason intentó ignorar al joven sanador, pero definitivamente aquel debía ser el sujeto más estúpido del planeta.

  • Señor  --  llamó suspendiendo su conversación con otro sanador

Jason cerró los ojos con resignación y tiró de toda su paciencia, que por cierto no era mucha en el terreno de los celos, y se volvió clavando sus fríos ojos en Armand.

  • ¿Me permite un minuto?  --  preguntó el chico

Jason inmediatamente cambió de actitud pensando que quizá tenían problemas con algún paciente.

  • Dígame
  • Señor ¿usted me dijo que la señorita Lupin es su prometida con el fin de alejarme de ella, o es un hecho? Porque…

Pero Jason había dejado de escucharlo, todo lo que podía percibir era un zumbido en los oídos y lo más probable era que fuese el de su sangre que por efectos de los violentos latidos de su enfurecido corazón había comenzado a hervir en sus venas. Una cortina de roja ira se había alzado ante sus ojos y tanto Armand, como el sanador que había estado conversando con él, retrocedieron un paso al ver los sucesivos y aterradores cambios de color en los ojos de aquel individuo, y la expresión de decidida furia. Jason avanzó hacia el asustado sanador y sin transición lo sujetó por el cuello y lo estampó contra la pared.

  • Escúchame bien muchachito, nunca digo nada que no signifique exactamente lo que quiero decir  --  Jason no tuvo ninguna dificultad en ver que aquel imbécil aún se atrevió a pensar que aquello tenía que ser mentira, porque Lyra era una niña para él --  Suponiendo que te interese conservar la vida  --  algo que parecía imposible en las presentes circunstancias  --  te sugiero no volver a acercártele, porque esa niña, lo creas o no, es mi mujer

En medio de aquello, Jason había ignorado tanto la expresión del otro sanador que miraba la escena sin atreverse a moverse, pero temiendo seriamente por la vida de su amigo, como el grito de Rowena que venía a toda carrera en compañía de casi todos los chicos y dos Aurores que les servían de escolta.

Ellos habían salido con intención de bajar a la cafetería, pero apenas asomaron las cabezas, se dieron cuenta que los Aurores que estaban en la puerta miraban estupefactos al otro extremo del pasillo, y cuando ellos giraron las cabezas, vieron con horror que Jason estaba asfixiando, o al menos eso les pareció, a aquel pobre individuo.

Aunque los Aurores conocían la peligrosidad de Jason y sabían que interferir era el camino más seguro a perder sus cabezas, si no hacían algo las cosas podían ponerse muy mal e igual iban a tener que justificarse ante sus jefes por no haber hecho nada para impedirlo. De modo que habían extraído sus varitas y había intentado separarlos, pero para su mayor asombro, los hechizos habían rebotado.

Louis y Jeremy aplicaron su velocidad para llegar a esta él, pero si bien eran extraordinariamente veloces, de ningún modo podían atravesar la barrera que Jason había alzado y salieron despedidos en cuanto lo intentaron. Los demás habían llegado, pero viendo lo sucedido a los otros evitaron intentarlo.

  • ¡Jason suéltalo!  --  exclamó Tyler
  • ¡Jason vas a matarlo!  --  dijo Wini con desesperación
  • Por favor hermano, no vale la pena  --  dijo Anthar

Albus había intentado transmitir algo a Jason, pero la misma sólida barrera exterior que les impedía acercarse, parecía instalada en su mente. Sin embargo, mientras todos miraban con desesperación, de pronto Jason soltó al sanador.

  • Espero que hayas entendido el mensaje y te dediques a hacer tu trabajo en otra parte  --  y sin mirar a nadie se alejó por el pasillo

Las primeras en moverse fueron Victorie y Rose que se acercaron a Armand para asegurarse que estaba bien, porque su colega parecía haberse vuelto de piedra.

  • ¿Estás bien?  --  preguntó Victorie

Pero para sorpresa de todos, Armand la miró con extrañeza lo mismo que al grupo detrás de ellas.

  • Sí, claro  --  dijo y en ese momento el otro pareció recuperar la voz y el movimiento.
  • ¿Eres estúpido o qué?  --  le gritó para más asombro aun de los chicos  --  ¡Stone nos lo advirtió!
  • ¿De qué hablas?
  • Nos dijo que meterse con ese sujeto era pe-li-gro-so, y tú grandísimo imbécil vas y le dices semejante barbaridad
  • John, yo no…




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