Lazos Oscuros [libro 1]

38.- Una puerta abierta

RAINER 💥

—No te lo devolveré, hasta que tengas otra idea que no sea suicida— dije manteniendo en alto el grimorio.

—No es una idea suicida, es el plan que teníamos hace un tiempo. Russell creía que ese hechizo nos puede ayudar.

—Hace menos de veinte minutos hablamos con Russell y sugirió que buscáramos otra alternativa para combatir a la oscuridad, así que busquémosla.

—No tenemos tiempo— saltó para intentar agarrar el libro—. Rainer Sanderson, estoy hablando enserio.

—Yo también— solté—. Te he perdido momentáneamente dos veces, no pienso buscar la tercera.

—De acuerdo, si así lo quieres— Amelie se alejó un poco—. Hic libri.

El libro voló de mis manos a las suyas en un segundo.

—Eso es trampa— me crucé de brazos.

La chica dejó el libro flotando en el lugar y se acercó, parándose de puntillas para rodearme el cuello con los brazos; su calor me acogió por completo y su aroma a flores me embriagó.

—Eres sexy cuando te enojas.

Mis manos picaban por tocarla; por acercarla por la cintura y no soltarla, pero no me permití hacerlo, para que vea que no estoy en nada de acuerdo con su decisión.

—Sé que no te agrada este plan y conozco los riesgos, pero estamos contra el tiempo, amor— con sus manos acarició mis mejillas—, y te necesito ahí, conmigo.

Mi cerebro reaccionó a sus palabras, ¿de verdad lo había dicho?

—¿Acabas de llamarme amor?

Las mejillas de la castaña se tornaron rosa—. Tal vez.

—Eres un caso desesperante, Amelie— solté con un suspiro—. Me vuelves loco, amor.

—Si no hubiera una criatura amenazando con entrar en la escuela, te propondría hacer otra cosa— la chica se mordió los labios—, o cosas.

Un beso hambriento y lleno de emociones selló nuestra conversación.

Desde que conocí verdaderamente a Amelie, sé que es una chica fuerte y realmente poderosa, y que no necesita a nadie para demostrarlo, pero la necesidad que tengo no perderla es más grande. Nunca me consideré una persona egoísta, de hecho, solía ganar el premio anual del estudiante más solidario en la escuela, pero cuando se trata de ella, me vuelvo un maldito egoísta que no quiere perderla ni por un maldito segundo.

Acaricié parte de su cuello y mejillas cuando nos separamos.

—Te quiero, demasiado.

—También te quiero, chico guapo— me besó castamente—. Mientras estés cerca, nunca me perderás. Solo tú puedes sacarme de ese pozo oscuro.

Caminamos a la puerta, Amelie tomó el grimorio flotante. Al llegar abajo, todos los estudiantes estaban listo para ver que ocurría afuera, había dos profesores por año escolar, vigilando que ninguno saliera al patio.

Nos reunimos con nuestros amigos.

—Te estaremos esperando aquí, brujita— Cam abrazó a la castaña—. Patéale el trasero a esa cosa.

—Gracias— la chica los miró a todos—. Están a punto de ver una de mis realidades, pero recuerden que sigo siendo yo.

—Amigos, en las buenas, en las malas y las realmente jodidas y estúpidas— Janett estiró su puño hacia el centro, todos la imitaron.

Amelie rió—. En las buenas, en las malas y en las realmente jodidas y estúpidas.

Los golpes en la barrera se hicieron más fuertes, al igual que los rugidos. Amelie salió por las puertas junto a Leah y Kendrick. Cam y Joshua cerraron las puertas para después recibirlos. Warburn estaba en una de las ventanas junto al profesor Wallace, parecían estar hablando de la barrera, pero el movimiento detrás de ellos llamó mi atención.

Russell se estaba yendo, pero ¿Por qué?,

Síguelo.

Obedecí a la voz y lo seguí por los pasillos. Algo de todo esto no me daba muy buena espina, las palabras de mi novia se repitieron en mi mente “alguien nos quiere perjudicar, pero no me dijo quién.”, espero que solo sea un error de intuición, por qué sino, las cosas se pondrán feas.

No confíes en todos, no escuches a todos.

¿Eso quiere decir que Russell nos ha mentido?, ¡Responde!

Lo vi entrar en la oficina del director, me acerqué sigilosamente a la puerta para poder escucharlo. Estaba murmurando.

—Todo listo, señor. El hechizo se hará— habló Russell.

—Excelente, ahora vete de ahí si quieres vivir— respondió otra voz masculina.

Antes de cualquier otra palabra entré en la oficina. Russell rápidamente se dio vuelta, dejando caer un prisma de color rojo, el cual estalló en pedazos al llegar al piso.

—Joven Sanderson, ¿Qué hace usted aquí? — preguntó él.

—El hechizo es una trampa, ¿no es así? — deduje rápidamente—. ¿Usted es el monstruo que intentamos detener?

Sonrió ampliamente.

—Efectivamente, es una mentira, pero obtendremos un beneficio de esta mentira— expresó—, y yo considero que soy más bien un fiel servidor a una causa mayor— comenzó a caminar por la oficina—. Todo esto tiene un propósito mucho más grande que cualquiera de nosotros, jovencito.

—¿Y cuál es ese propósito? — escupí enojado.

—Restaurar el orden natural.

Antes de darme cuenta, Russell avanzo hasta mí, pero lo esquivé rápidamente.

—Eres un bastardo— lo miré —. ¿Por qué mierda decidiste ayudarnos a Amelie y a mi si en realidad quieres la destrucción del mundo sobrenatural?

—Yo no quiero eso, joven Sanderson. El mundo sobrenatural estaba perfecto hasta que ustedes aparecieron.

Lo miré confundido. — ¿Qué?

—Usted y esa chica rompieron el perfecto orden de nuestro mundo— soltó con molestia —. Hace dieciocho años nuestro mundo sufrió alteraciones, pero algunos de nosotros estamos dispuestos a resolver ese problema.

Volvió a intentar irse sobre mí, pero lo esquivé con rapidez y aproveché que estaba de espaldas a mí para darle una patada. Chocó contra el escritorio, arrojando al suelo algunas cosas.



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En el texto hay: demonios, licantropos, brujas

Editado: 31.12.2022

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