Lazos Oscuros [libro 1]

Especial: "Algunas costumbres Steinfield"

—¿Por qué? — pregunté a través de la línea.

Escuché un suspiro de parte de Sebastián.

Por qué prometimos pasar este año nuevo con los Dornan— me explicó mi primo con calma—. Solo será un año nuevo donde no la pasemos juntos, fiera.

—Es más que eso, Seb, sería el primer año nuevo que no la paso junto a ustedes— caminé por la habitación hasta un pequeño mural de fotografías, pasé el dedo índice por una fotografía que tenía junto Seb, Kira y Axel.

¿Me estás diciendo que nos vas a extrañar?

—Tal vez…

¡Vamos, Gabriela!, estás hablando conmigo, somos como hermanos.

—Bien… si los voy a extrañar, claro que quiero que pasen las fiestas conmigo. Tú y los mellizos son mis únicos primos, y me gusta estar con ustedes— me sinceré.

Seb y yo siempre habíamos pasado las fiestas juntos desde bebés, ya fuera con los Steinfield, o los Kenner, o ambas familias. Para mí ya es costumbre tenerlos en las fiestas junto a mí, sobre todo en año nuevo, y ahora saber que esté será el primer año que pasaremos “separados”, me afecta más de lo que creo y quiero admitir.

Si te sirve de consuelo, yo también te extrañaré, Fiera— podría jurar que sonrió—. ¿Ahora con quien robaré champaña e iré a bosque a beberla?

Reí—. Espero que, con nadie, esa es nuestra tradición.

Nuestra tradición— secundó Seb—. Te veré mañana, papá también quiere pasar parte de las fiestas con tía Gen.

—Está bien, ten un feliz año nuevo, Seb.

Tú también, Amelie— su silencio me llamó la atención—. Te quiero, Fiera.

—Yo también te quiero, Bestia.

Finalicé la llamada. A pesar de no tener a mis primos aquí, este será mi primer año nuevo con Rainer, y de solo pensar que este será el primero de muchos hace que mi estómago revolotee como un loco.

Miré el reloj en la mesa de noche, <19:35>. Debía darme prisa, tengo menos de una hora antes de que llegue Rainer con sus padres.

Después de bañarme, peinarme y arreglarme de la mejor manera, bajé al primer piso.

Tía Cassie se ha esmerado mucho en las decoraciones de la casa, para ella la decoración traía otras vibras a nuestras festividades, además, a pesar de que nosotros no celebramos navidades como el resto de mundo humano por nuestros Dioses, año nuevo es completamente diferente.

Al llegar al recibidor vi a mamá y papá, ella lucía un precioso vestido rojo largo y el cabello con pequeñas ondulaciones hacia un lado, mientras que papá llevaba un traje negro completo, exceptuando por la camisa, la cual era oscura pero no negra.

—Luces hermosa, mamá. Que guapo, papá.

Los ojos de ambos cayeron en mí, recibiendo con una sonrisa.

—Corazón, sin duda eres la mezcla perfecta de nuestros genes— papá me tendió su mano y me hizo girar en mi lugar—. Te ves más hermosa que todas las estrellas del cielo juntas.

—Estoy de acuerdo con tu padre, lobita— mamá acaricio mis mejillas —, vas a derretir a Rainer cuando te vea.

A pesar de escuchar un bufido por parte de Aarón Steinfield, mis mejillas se sonrojaron. Tenía que ser sincera, había escogido mi ropa con el propósito de tentar a Rainer, y no pensaba rendirme.

Uno de los grandes descubrimientos que hice desde que nos volvimos pareja es que Rainer tiene una gran debilidad al verme con vestidos de satín, sobre todo si estos eran rojos, verdes o negros, así que opté por uno nuevo de un color verde oscuro.

Mis tíos y hermanos comenzaron a llegar al recibidor, todos igual de atractivos y elegantes. También han venido Johnny y Lucien Mcguire; los hermanos de Kelsey, Lionel Fraser; el novio hechicero de tía Zada, y una particular amiga de Isaiah que aún no conozco, pero estoy segura de haberla visto más de una vez junto a mi hermano.

Sin duda este año nuevo será diferente al resto por más de una razón.

El timbre de la puerta principal sonó y un chico vestido de garzón salió de la cocina para abrir. Había olvidado que tía Cassie había contratado un catering para la cena de hoy. ¿Mi familia exagerada y excéntrica?, ¡Jamás!

—Bienvenidos— les dijo mamá cuando los tres Sanderson entraron en la casa.

Había olvidado que tanto Jacob como María no había visto nuestra casa de Golden Valley, el asombro en sus ojos era bastante notorio por la enormidad de esta casa.

—Jacob, María, muchas gracias por venir— hablé con voz dulce dando un paso hacia ellos.

—Gracias a ti por invitarnos, linda, para nosotros es un placer— contestó María con una sonrisa.

—Por favor, síganme, la cena será servida dentro de unos minutos— soltó papá con propiedad y los guió a todos a la sala de estar.

Miré fijamente a mi chico—. Hola tú.

—Hola a ti también— me escaneó de arriba abajo con descaro—. Que sexy te ves hoy.

—Hoy me he esmerado— me acerqué lentamente—. Y tú de te ves deliciosamente guapo, chico ángel.

Y no mentía, me había dado cuanta que ver a Rainer con traje elegante me hacía pensar en mil perversiones con él de protagonista, y comprobé que el dicho “un buen traje atrae a las mujeres” es completamente real.

Rainer Lorenzo Sanderson Facinelli con traje elegante y cabello desordenado es un deleite visual que toda persona y sobrenatural merece ver.

—Tú no tienes piedad de mí, preciosa— las manos del castaño recorrieron mi vientre con lentitud, dándome escalofríos —, ¿Por qué te gusta tanto tentarme?

—Porque puedo— sonreí.

Entrelacé nuestros dedos y caminamos hacia el salón de estar, donde estaba el resto de nuestras familias.

Papá, tío Zach y Jacob estaban hablando de negocias y empresas, igual que siempre desde que se conocen, de los deportes y, por otro lado, tía Cassie y María hablaban de las decoraciones y los platillos que se habían preparado.

Todos los hermanos Steinfield siempre han dicho que tía Cassie tiene complejo de ama de casa y organizadora de eventos, y no podría estar más de acuerdo, parte mi cree que la rubia solo está esperando ver un anillo en mi dedo para comenzar a planear y organizar mi boda.




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