Dime, ¿Tú crees en la magia? ¿No? ¿Sí?
Tal vez eres de esas personas que acertaron solo por el simple hecho de que la magia es parte de su infancia, que la magia te enseño a tener fe.
Dime, ¿Crees en los superhéroes?
Si, personas con poderes que iban desde súper fuerza hasta volar, que usaban esas habilidades por el bienestar de los demás. Idiotas que arriesgan su propia vida por la gente inocente del planeta tierra.
¿Crees en los defensores del bienestar?
No me refiero a esos tontos uniformados dirigidos por el gobierno, si no a esos héroes que teniendo poderes o no, luchan contra el mal dando todo de si.
Si respondiste que no a estas tres preguntas, déjame decirte que estas equivocado.
La magia existe, al igual que los superhéroes y los defensores. Están por todas partes, o alguna vez fue así.
¿No me crees? Entonces déjame contarte una historia. Una historia sobre un grupo de personas que a pesar de tener malas experiencias con el salvar al mundo, terminaron uniendo fuerzas para luchar contra el mal.
Los únicos que no se escondieron ante el inminente peligro.
Así que acomódate bien, arrima unas papitas con picante o algunas golosinas, porque esto será largo.