Hola, Hola.
Espero y disfruten el capítulo, denle mucho amor.
Sus comentarios del anterior capítulo los leí y por lo visto nadie la quiere como su hija o en el caso que lo fuese que no se amarre a la bruja de Tugce.
Si no respondí es por que estoy segura que me voy a delatar con lo que pienso hacer.🙄😁
Besitos sabor a fresa. 🌹❤
MICAL ETHRIDGE
Desperté más temprano de lo usual, gracias a los cólicos mañaneros que me ponían de un humor peculiar.
El bajo vientre y la espalda baja me dolían, ya me había tomado una calmante para que me pase el dolor pero aún así seguía molestando un poco, mis ganas de ir a la Universidad eran nulas, pero tenía un examen que defender y no podía dejarlo de lado por mucho que quisiera.
Hace unos días por cuestiones de la salud de mi abuela había llegado tarde a clase del docente y aun cuando le mostré el comprobante médico que me dio Atesh para que me deje entrar me dijo: "Usted no es la enferma, esto no la librará de su retraso de hoy". Estuve tentada a no entrar a clase y dar media vuelta sin embargo si no lo hacia estoy segura que el examen de hoy lo daría por perdido.
Ese docente, a veces sólo a veces quisiera lanzarle un pastel a su cara y ver si así sonrie.
—Mi niña te ves mal ¿Por qué no llamas a tu novio?
—No es mi novio y no es necesario pedirle que venga por mi, estoy bien.
Le doy mi mejor sonrisa para que deje de preocuparse y me despido de ella con dos besos en sus mejillas para luego salir corriendo en busca de un taxi.
Media hora después estoy sentada esperando que el docente nos diga que podemos dar la vuelta a nuestras pruebas para comenzar a responder cada una de las preguntas. Cierra la puerta del aula, nos da una mirada a todos que no expresa nada más: "Espero hayan estudiado, el examen está fácil".
—Tienen una hora y media, ni un minuto más, ni uno menos. Comiencen.
Luego de esas palabras los murmullos desaparecieron, solo se escuchaba algunos lapiceros siendo golpeados en la mesa que el doctor con una mirada silencio y las hojas emitiendo ese sonido particular al dar la vuelta sobre la mesa.
Los pasos del docente me ponían nerviosa sobre todo cuando lo sentía a mis espaldas o que le daba un ojo a mi exámen, no se cuentos minutos pasaron pero tenía listo más de la mitad, todo respondido correctamente. El salón se quedaba vacío con cada minuto que se acercaba la hora de entregar el examen y a mi sólo me faltaba dos preguntas que respondí a la velocidad de un rayo, entregando dos minutos antes seguido de otros compañeros.
Mi respiración volvió de a poco a la normalidad cuando estuve fuera del aula camino a la cafetería para comprar algo que comer. El tono de una llamada entrante a mi celular volvió a ponerme nerviosa ya que estaba muy concentrada repasando mis respuestas mentalmente, busco el aparto celular dentro de mi mochila revolviendo un poco el interior fe la misma hasta dar con el.
—Raquel —contesto la llama con el celular entre mi oreja y hombro.
—¡Hasta que al fin te dignas a darle atención a tu celular! —comenta exaltada al otro lado— Debes revisar inmediatamente los mensajes que te envíe sobre todo leerlo sentada y pensar muy bien lo que harás.
—¿De qué hablas Raquel? —pregunto preocupada llegando al pequeño jardín que posee la facultad para sentarme en uno de los bancos de concreto.
—Es una aberración que aún no lo sepas y tu abuela no te haya contado.
Reclama.
—¿Qué debería contarme? Ella anda tan emocionada con... con lo que estoy iniciando con Atesh que anda un poco olvidadiza.
—Siendo así te lo cuento, Alev Özdemir papasito y Cesur Öztürk estarán este viernes dando entrevistas y... mejor lee las noticias que te envíe, debemos ir juntas a ese lugar donde para pedirle autógrafos a tu cuñado t siquiera me hace hijos.
—Creo que era algo más importante —la regaño acomodando un mechón de cabello tras mi oreja— Me asusté montones.
—Dime que me ayudarás con tu cuñado, así de mejores amigas pasamos a ser cuñadas. —dice en tono sugestivo.
Me rió divertida ante su pedido ya que mi abuela le dará guerra para poder tener solo para ella la atención de Alev, nuestra conversación continua durante un par de minutos hasta que caí en cuenta de algo importante mientras mi amiga me contaba sobre un chico con el que salía.
Atesh no me ha enviado un mensaje o llamado desde ayer por la tarde, no es que fuese controladora pero dijo que me enviaría un mensaje al llegar a su casa sin embargo nunca lo hizo.
Intente buscarlo por los pasillos de la facultad pregunte por el a algunos docentes, ellos me mandaron con su grupo de estudio pero ninguno sabía donde estaba, solo un chico de cabello ondulado se puso alerta y según mi percepción incómodo cuando mencione el nombre de Aetsh. Intente llamar a su celular, le envíe algunos mensajes que eran recibidos pero no leídos.
¿Se habrá arrepentido?
Esa pregunta rondaba por mi cabeza, al igual que muchas otras dudas e inseguridades que querían salir a la luz, sin embargo no nublaria mis pensamientos con ideas que no eran, por mi salud mental y luego de agotar todos mis medios de búsqueda para dar con él solo me quedaba esperar a que de una señal de vida.
Durante el resto del día estuve ansiosa, con los nervios a flor de piel esperando un mensaje o llamada, que nunca llegó y me resigne tirando el celular apagado dentro de mi casillero del restaurante.
Comencé a atender a los comensales sintiendo esa espinita de inseguridad que poco a poco en mi fuente laboral desapareció, mi rostro afligido paso a segundo plano, ahora traía un semblante diferente con una sonrisa al ver el berrinche que le hacía un pequeño bebé a su papá por no querer comer lo brócoli.