- CAPITULO 9 -

Adara

Me levante, no voy a mentir, con un poco de miedo, prácticamente estoy asumiendo ya, ser la ¨líder del pueblo¨, aun no estoy muy segura si Santa quiera que dirija el pueblo también, pero si es sabio seguro no me lo dejara, soy un desastre andando cuando se trata de dirigir a alguien.

Tome mi nuevo uniforme, nunca han me dijeron que deba usar la misma ropa que los demás duendes y tampoco es que haya uniforme para aprendiz de Santa, así que no me quedó más remedio que hacer un uniforme, por supuesto ayer Dulce me ayudo en todo lo que pudo, no es muy buena cosiendo así que se limitó en cortar telas y medirlas.

Me tardé un poco en decidir como quería el diseño, aunque tampoco fue muy difícil porque ya había querido cambiar mi uniforme de duende en cuanto lo vi, así que empecé a hacer algunos bocetos y de ellos saque el que más me convencía, claro, añadiendo algunos cambios.

Quise mantener algunas cosas del uniforme de todos, como la camisa manga larga a rayas que le cambie color a verde oscuro con verde claro, me puse una chaqueta roja con un dobles en las muñecas, cambie el vestido a unos pantalones café oscuro, conserve el accesorio que va encima de los hombros de color verde y agregue un cinturón.

Por último pero no menos importante, un gorro como el que usa Santa, con un ligero detalle, le agregue una estrella porque me encantan, además unas botas blancas con cascabeles en las puntas, que por supuesto no suenan, sino me voy a volver loca con su sonido.

Baje las gradas y me dirigí a la cocina, efectivamente volvíamos a la rutina, agarre el dinero y me dirigí al restaurante de siempre, era evidente de cómo mis padres ya han conseguido lo que quieren ya no me harán el desayuno, porque no es que no tengan tiempo si no que no lo quieren hacer, siempre ha sido así, desde que soy adolescente.

Recorrí el mismo camino y compré el desayuno, además que hoy he tenido la suerte de encontrarme a Dulce para ir juntas a la fábrica, pensé que no pasaría ya que siempre voy tarde y ella si llega puntual a todo.

-¡Hola! -la saludo cuando llego junto a ella.

-¡Wow! te ves hermosa, te ves hermosa con todo, pero hoy estás increíble, necesito tu uniforme para verme igual de genial.

-Te haré cuno si me lo permiten, pero igual te ves espectacular siempre.

-Gracias, eso ya lo sé.

-Qué modesta.

-Si, así soy, bueno vamos que si no llegaremos tarde, bueno yo, tu no tienes horario de entrada, que suerte.

Caminamos juntas hasta que nos separamos en frente de la oficina de Santa, Dulce me deseo suerte y se dirigió a la cocina, solté un suspiro y toque la puerta de la oficina de Santa.

-Con permiso -digo en cuanto entro, veo que esta Santa sentado en la silla detrás del escritorio que al escucharme levantó la vista y me dirigió una sonrisa.

-¡Adara! Parece que ya tomaste tu decisión ¿estás segura de ella?

-¡Si! -bajo un poco más la voz- bueno más o menos, quiero intentarlo.

-Perfecto, empezaremos ya, por cierto te ves hermosa, empiezas con buen pie, esa es la actitud, -se levanta de su silla y camina para estar a mi lado- comenzaremos con algo sencillo hoy, vamos, a la sala de empaque.

Salimos los dos de la oficina y nos encaminamos al área de empaque, no sé a que nos dirigimos ahí, se supone que es de las últimas áreas en desempeñarse o eso es lo que me dijeron mis padres. Al llegar los duendes se pusieron en formación como señal de respeto hacia Santa.

El área de empaque no es para nada pequeña, tienen muchas máquinas que no se para que sirven, tienen su sección en donde se encuentran todos los envoltorios para los regalos y moñas, son muchas mesas muy amplias en donde cabe todo tipo de regalo.

-Buen día Santa Claus -habló el jefe de área.

-Buen día Roberto ¿ya han comenzado?

-Si señor, solamente necesitamos su aprobación para comenzar con la impresión -comentó Roberto y luego nos dejó pasar.

¿Comenzar con la impresión? ¿de que?

-Ven Adara, empezaremos con esto -me dirigí al lado derecho de él para ver qué era lo que señalaba- debemos de elegir el nuevo diseño de empaque para regalos.

Me quedo observando varios diseños, todos de diferentes colores y formas, se ven todos muy bonitos, aunque aun no entiendo para que debemos hacer esto.

-¿Cuantos debo elegir? -pregunto luego de unos segundos.

-Elige tres diseños, no necesitamos demasiados.

-Bien -vuelvo a observar los diseños- el rosa, celeste y amarillo -señalo cada diseño mientras lo voy nombrando.

-Creo que esta mejor este verde que el rosa, el rosa está muy fuerte su tono, -el jefe de área comienza a anotar algo, yo solo asiento con la cabeza, para mi se ve bien- empiecen, -ordena Santa- esos serán los diseños de este año.

-Si señor -habla el jefe de área.

-Sígueme Adara -Santa comienza a caminar y yo comienzo a caminar para alcanzarlo.

-¿Por qué debemos elegir un empaque nuevo? -comienzo a preguntar al llegar a su lado- ¿no era más fácil usar el diseño anterior?

-No podemos usar el diseño del anterior -ve mi cara de confusión y empieza a explicar- cada año cambiamos de empaque, los niños cambian de gusto cada año, si dejamos una envoltura que no va de acuerdo con los gustos generales podría no interesarles.

-Pero los niños no le pondrán atención al envoltorio, creo que quieren más el regalo que el envoltorio -seguimos caminando.

-Tal vez, pero si podemos dar un cien por ciento lo daremos, tal vez no le pondrán atención, pero para mí es mejor que demos todo nuestro esfuerzo, se siente bien dar un trabajo al cien por ciento -Llegamos al área de juguetes.

-Buen día señor -saluda el jefe de área.

-Buen día Gastón -Santa saluda también- ¿Cómo va con los diseños? .bueno no es el jefe, es el diseñador de juguetes.

-Excelente señor, solo es necesaria su aprobación -Santa comienza a avanzar a la mesas en donde se encuentran varias hojas, volteo a ver y aquí no hay ningún duende- mañana vendrán para comenzar con el trabajo -me dice el diseñador al ver mi confusión.