Legado navideño

- CAPITULO 18 -

 

Adara

Creo que si necesitaba un descanso, ya me siento mejor, aunque si que aun no se quita el malestar por completo. Hoy no comí saludable, aunque no es que siempre desayune lo más saludable, pero desayune un pedazo de pizza y un chocolate caliente.

Me dirigí a la fábrica por el mismo camino de siempre, pero con la diferencia de que estaba el idi- digo, Ossian saliendo de su casa.

-Buen día -me saluda amablemente.

-Buen día -le saludo igual.

-¿Ya te sientes mejor? -se acerca a mi examinándome con los ojos.

-Si, ya no estoy tan mal…

-Que bueno… -duda un poco desviando la vista- ¿te puedo acompañar?

-No lo sé… -un no me fio del todo de él- está bien -suspiro.

-Bien -es lo único que dice y extiende la mano- ¿vamos?

-Si -digo algo cortante y comenzamos a caminar juntos. Llegamos hasta la villa cuando rompo el silencio- ¿cómo es que nunca te veo cuando salgo? -lo volteo a ver y él sonríe algo incómodo.

-Bueno… es que siempre que veo que sales espero a que te vayas para poder salir.

-¿Por qué?

-No he querido incomodarte, se que no me querías ni ver.

-Ya.

No volvimos a hablar hasta llegar a la fábrica y lo único que nos dijimos fue un ¨feliz día ̈ algo incómodo. Él se fue a su área y yo fui por la tabla para empezar con la inspección de todas las áreas, por lo menos hoy solo un área me pone molesta.

 

- <3 -

 

Que no estoy soportando nada hoy, ya tenemos un problema, alguien se le ocurrió comer junto a la máquina de impresión y ahora ya no funciona, y me diran ¿cual es el problema si solo es una de muchas? Bueno, resulta que es la máquina que recibe un único diseño y que ese único diseño es el que tiene más pedidos, el cual no habían impreso ni la mitad.

Ahora se reporta atraso de dos días por ello.

Niego con la cabeza, suspiro y le doy el permiso para comprar las piezas dañadas, espero lleguen lo antes posible. Ya con el enojo más calmado, pero no desaparecido, me dirijo a la siguiente área que es la de empaque de juguetes.

Sorprendentemente ahí es donde me logro calmar del todo, he visto a Ossian que estaba trabajando cerca de la entrada y me ha dedicado una pequeña sonrisa. Si, eso me calmó, tan solo necesitaba que alguien me animara, tan solo un poco.

Al terminar mi recorrido me dejo tomar un suspiro comiendo un pequeño pie, tan solo eso fue mi almuerzo, no tenía mucha hambre. No pude descansar tanto porque necesitaba pasarle el reporte a Santa.

-Con permiso -cierro la puerta de la oficina de Santa.

-¡Oh! Hola, buenas tardes Ada, ¿ya traes el reporte? -deja un portafolio que tenía en la mano.

-Si, aquí está todo -le dejo la tabla- pero se hay que reportar un atraso de dos días, la máquina del área tres, sección dos, maquina cinco se ha dañado por derrame -que experta he sonado.

-¿Has ordenado ya las piezas? -sigue ojeando el reporte.

-Si, ya he enviado a alguien a que las vaya a buscar.

-¿Al que siempre va por piezas?

-Si, el que siempre va al pueblo humano.

-Perfecto, nadie más puede ir por ellas -levanta la vista- ¿en cuanto llegan?

-Está previsto que las piezas llegarán para esta noche.

-Tan solo unas horas atrás que el año pasado, no está tan mal, pero presionalos para que se adelanten con otros diseños.

-De acuerdo.

-Ahora acompáñame -se levanta de su silla.

-¿A donde?

-Toca lección diaria.

-Tiene razón -lo sigo.

Nunca pensé que esto llevara tanto tiempo, pero si que es menos de cuando mis padres me ponían a estudiar, a comparación, esto es la gloria. Y hablando de los reyes de Roma, Santa me acaba de llevar a la torre de la fábrica. La sección de control de niños. La Unidad Central.

¿Puede mejorar más la semana?

-Se que en está sección no estas tan perdida así que será un repaso -Santa se dirige a mi padre y le habla de algo, luego me hace señas para que me acerque- ellos te estarán guiando hoy.

-De acuerdo -es lo único que digo y él se va,

-¿Por qué necesitas esto? ¿Ya no serás Santa o qué? Sí no…

-Si lo seguiré siendo -le digo molesta- solo es un repaso, vamos empecemos.

-A mi no me hables así señorita… -comienza con su gran sermón.

Tan solo dejé que terminara y comencé a hacer todo lo que me decía sin reprochar, tan solo me quería ir a casa. Como ya todo lo conocía fue muy fácil y terminé rápido, mi padre me dijo que me veía en casa -sí como si no fuera a beber con madre hasta noche esas bebidas de humanos que los dejan casi que viendo estrellas- tan solo salí disparada de ese lugar.

Al salir de la fábrica y tome una gran bocanada de aire, voltee a ver y me encontré con Ossian. Me acerqué a él.

-Hola -le dedicó una pequeña sonrisa.

-Hola… -tan solo me ve esperando a ver que hago.

-Solo… -¿qué le digo? no tenía nada en mente, ni siquiera que le iba hablar. Agacho un poco la cabeza- ¿podemos ir juntos a casa? -me ve extrañado- no quiero estar sola hoy -levanto mi cabeza y le sonrío.

-De acuerdo -comienza a caminar y yo lo sigo feliz como una niña pequeña ¿desde cuando no es tan malo estar con él?

-¿Quieres pasar por un café? -le digo al llegar a su altura.

-Me parece bien -me sonríe.

Caminamos y llegamos a la cafetería, cada uno pedimos lo que deseábamos y volvimos a retomar nuestro camino a casa.

-Lo siento… -digo de repente.

-¿Por qué? -me ve extrañado.

-Por no aceptar tus disculpas.

-Tenías derecho a hacerlo, yo te hice muchas cosas malas.

-Lo sé, pero igual quería decirlo.

-¿Estamos bien?

-Estamos bien -confirmo.

Seguimos tranquilos nuestro camino a casa platicando de cosas que nos gustaban. En ese momento pude ver al Ossian que conocí antes, el de pequeños, el Ossian que no se juntaba con los otros idiotas. Un Ossian quien desde el inicio quise ser su amiga, del que ahora tiene la oportunidad de ser mi amigo.



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En el texto hay: fantasia, navidad, distopia

Editado: 24.11.2023

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