Leina Y El Reino Misterioso

Capítulo I

Aclaración: Este capítulo será algo largo debido a que será la introducción de la historia de la protagonista principal.

Sin nada más que decir... DISFRUTA DEL CAPITULÓ.

 

 

El sol se elevaba otra vez en el cielo y con el un nuevo día comenzaba...

 

 <<¿Un nuevo día?>>

 

En realidad otra vez se repetiría la rutina de todos los días de mi vida, nada especial; soy la típica chica adolescente que despierta para ir a estudiar y estudia para no estar en su casa. Bueno, a pesar de que tengo una vida aburrida a la vez me parece muy divertida, soy muy sociable y alegre, y soy una soñadora libre aunque eso es gracias a mi abuelo; el solía contarme historias de mundos de fantasía y magia, de grandes Reyes y batallas despiadadas, esas historia eran mis favoritas de las muchas que él me contaba. Gracias a mis abuelos y a mis padres soy quien soy; ser una soñadora se lo debo a mi abuelo y estoy muy agradecida con el, mi inteligencia y carísima se las debo a mi madre ya que me educo muy bien, pero, lamentablemente ella murió cuando yo tenía nueve años y mi abuelo murió tres años después. 

 

Me quede sola con mi padre, el era un militar pero se retiró cuando mi madre murió para poder cuidar bien de mi; el no quería que yo fuera una chica indefensa que no pudiera protegerse sola, así que me entreno físicamente y me enseño a supera mis miedos.

 

Cuando la tenue luz del Sol empezó a iluminar mi habitación comencé a despertar, aunque en lo personal no me quería ni levantar de la cama, pero... no siempre se puede hacer todo lo que se quiere.

 

—Elena ya amaneció. —Mi padre tocó la puerta de mi habitación, pero cómo no le respondí abrió la puerta y entró.— Son las 5:30 am debes de arreglarte para ir a estudiar.

 

—¡Padre! —Me queje y me cubrí completamente con las sábana— ¿Puedo faltar hoy a la escuela? —Pregunte con un tono de voz que causaría lástima a quien lo escuchara.

 

—¡No! no puedes —Mi padre se negó a mi petición y cómo hace siempre tomo las sabanas que me cubrían y las separo de mi—, sabes que estás en los exámenes finales.

 

—Si, pero... 

 

—No me digas "Puedo recuperar las notas, todo lo que enseñan en esa institución es fácil". —Emito mi tono de voz y se adelantó a lo que iba a decir.— El desayuno ya está listo, lavate la cara y ve a comer. —Luego de decir eso mi padre salió de mi habitación y yo obedecí con pereza.

 

Los primeros años luego de la muertes de mi madre y de mi abuelo fueron duros tanto para mi como para mi padre; recuerdo que en aquel entonces él no sabía cocinar y quemaba todo lo que hacía así que siempre íbamos a desayunar a algún restaurante o cafetería, pero, ahora si me preguntan mi padre es mucho mejor cocinero comparado con muchos otros que cocinan en restaurante de alta clase.

 

La mañana transcurrió con normalidad en mi casa, desayuné junto a mi padre y luego me bañe para ir a la universidad y ver a mis amigos. Cómo de constumbre mi padre me llevó a la universidad en su auto y luego se dirigió a su trabajo, siempre era de la primera de mis amigos en llegar por lo que los tenía que esperar un tiempo.

 

—¡Hey! —La voz de mi amiga Nati se escuchó a la lejanía— Leina, espero no llegar tarde.

 

—¿Tarde? —La mire molesta mientras le mostraba mi reloj— ¡Son las 9:00 Am, llegas súper tarde!

 

—¡¡Que!! —Gritó histérica.— Juro que salí a las 6:00 Am —Comenzó a buscar su teléfono en su bolso.

 

—Jajajaja, solo bromeó Mira. —Saque mi teléfono de mi bolsillo y le mostré la hora real, le expliqué que había cambiado la hora de mi reloj para hacerle una broma al primero en llegar.

 

—Hay no me asustes así —Dijo en un tono de voz casi lloroso—, ¿sabes que tenemos un examen a primera hora?

 

—Ahh eso... —Le respondí con desinterés— No es importante.

 

—Claro... Elena Isabel Nelsar —Dijo mi nombre completo de una manera muy irónica—, la mejor estudiante del instituto.

 

—No empieces —Voltee los ojos y reí un poco—. Vayamos a caminar mientras esperamos la hora de entrada.

 

Cómo el resto de nuestro amigos aún no habían llegado solo caminamos por la universidad esperando la hora del examen, mientras caminábamos el frío de la mañana iba disminuyendo mientras el sol se elevaba más y más, hablamos de las cosas que haríamos en las vacaciones.

 

—Iré de viaje con mis padres a Aruba. —Nati estaba entusiasmada por eso—. ¿Y tú que vas a hacer?

 



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En el texto hay: accion, aventura, ciencia ficcin

Editado: 22.11.2019

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