Seguí caminando sin pensar a donde ir, eso no era muy buena idea para un día como hoy, el sol pega fuerte en mi cara y ya han pasado más de dos días desde que me fui de casa.
[Tengo sed... Pienso a cada rato...]
Vi un parque a lo lejos y supuse que sería un buen lugar para al menos buscar un poco de comida y algo para beber.
Entro y para mí sorpresa hay más gente de lo que esperaba.
[Es un bonito día para un picnic, con mi madre era frecuente hacer picnics, y era realmente divertido.]
Mi mirada se nubló y de mis ojos brotaron pequeñas lágrimas al ver como una niña corría y reía junto a su madre, buenos pero hirientes recuerdos vinieron a mí cabeza.
Una mujer con un bebé en cochecito se me acerca y con una voz preocupada me pregunta:
-¿Estás bien?-
Con voz quebrada la miro y le digo:
-Si... Lamento las molestias.
Me giro y la mujer me agarra del brazo y me dice:
-¿Tienes hambre?
Me dijo con una sonrisa sincera, la primera que vi en mucho tiempo...
Dijo que la siga y dicho y hecho, la seguí. Me llevó hasta debajo de un árbol con hojas tan grandes como las de una palmera que provocaban una sombra perfecta.
La mujer se sentó en una silla plegable que se encontraba al borde de aquel árbol de altura descomunal. Me quedé junto a ella esperando que me invitara a sentarme...
Me miró y me dijo:
-Tranquila, no tengas miedo, puedes sentarte.-
Y nuevamente me miró con esa cara de confianza que tanto me tranquilizaba.
Me senté en la lona color arcoiris que se extendía por el césped.
Me sentía relajada y tranquila, algo que no sentía hace mucho tiempo.
La mujer me mira y me pregunta:
- ¿Como te llamas bonita?-
Un poco temerosa la miro y le contesto:
-Ha... Hanna.-
Le respondí con cierto miedo, pero al segundo ya me sentía una tonta, esta mujer me estaba ayudando, no tenía por qué temerle (o eso era lo que yo creía...).
Me invitó a comer uno de sus sándwiches de mortadela, que se encontraban dentro de la cesta para picnic.
Ella extendió su mano mostrándome el emparedado. Lo agarré y con una gran sonrisa en mi rostro rápidamente comencé a comerlo ( mmm, estaba delicioso, hacía días que no comía).
Cuando lo terminé me dio sed, pero la tranquilidad del lugar me provocó sueño...
[Terminé por dormirme entregándome a los brazos de Morfeo]
Una brisa con un olor a cigarrillo terminó por despertarme de mi profundo sueño.
Lentamente abro mis ojos, y siento una presión en mis muñecas...
Hola, soy A.G.🖤✨, y pasaba para desearles que pasen una muy feliz noche buena, llena de risas, comida, familia o amigos, o mascotas, quién sabe. Bueno pasaba para decirles eso, disfruten de este día rodeados de sus seres queridos que uno nunca sabe cuándo no los volverá a ver. Ah, y coman mucho mantecol.
Y espero que les esté gustando la historia, y si no, acepto críticas constructivas.
~A.G.🖤✨~