Lena y Rein

Capítulo 21. Una cuenta pendiente

Una nube oscura, espesa y fría que contrastaba con el calor que emanaba de mi cuerpo, mi visión se nubló y el dolor que sentía bloqueó mis sentidos, lo único que quería era cerrar los ojos y no sentir nada, estaba perdiendo la razón, cayendo a un abismo.

De repente entre esa oscuridad se encendió una luz, una luz diminuta que recorrió de a poco un camino para alcanzarme, su voz me guiaba en mi ceguera para traerme de regreso al mundo, era mi madre. Pero al abrir los ojos, era Lena.

Capítulo 21. Una cuenta pendiente

En la ciudad se desplegaron elementos con estrategias para ubicar a las bestias fugitivas que tenían cautiva a la nieta de Lord Balthazar.

Poco a poco la figura de Rein se tornaba un sinónimo de peligro y temor para las personas, la información que circulaba por los medios los rumores incrementaban la mala reputación y aumentaban el rechazo hacia las bestias.

“Los asesinatos de la bestia de pelaje negro continúan, se cree que ha huido con rumbo al sur, las autoridades realizan operativos para localizar a la joven Ela, que había sido recuperada por Lord Balthazar pero fue tomada como rehén en un segundo ataque, se teme por la seguridad de la joven ya que testigos sostienen que probablemente está lastimada”

—Todo el mundo la está buscando, no tardará en haber noticias de ella.

Lord Balthazar era lo más parecido a un representante político en el exterior, un millonario fundador de asociaciones para ayudar a las víctimas de la guerra sin sentido, detrás de él una organización de magos realizaba acuerdos con las bandas criminales para conseguir bestias, mediante la manipulación de información infundieron temor en las personas para así seguir con sus planes, encontrar a la bestia original.

Lejos de la ciudad, dentro de un laboratorio improvisado, Lord Balthazar repasaba una y otra vez lo ocurrido en la casa de Bruno, había entregado la muestra de sangre de Lena a su subordinado.

—Esa era una bestia natural -Repetía en voz baja al científico que le daba la espalda y mezclaba la sangre con diferentes sustancias sobre una mesa de acero.

—Negativo -Le respondió el científico mostrándole el resultado e ignorando el comentario que estaba escuchando -La chica no está encinta.

—Tenía alas… juraría que esas eran sus alas, aunque estaba oscuro y esa neblina -El anciano seguía concentrado en sus pensamientos.

—Lord, la chica no está embarazada, necesito hacerle más pruebas -Insistió el científico.

—Ya veo… es una pena -Respondió reaccionando Lord Balthazar -La bestia que estaba con Ela era diferente a las demás… era casi como si fuera natural, pero tenía alas.

—¿Una bestia con alas? -Preguntó el científico -Nunca había sabido de eso, a excepción de esa criatura que ayudaba en la organización.

—La organización…- Continuó pensando en voz alta el anciano, apoyándose en su bastón.

—Tengo meses estudiando nuestro trabajo en esa organización, podemos proceder a nuestro plan si ha encontrado un buen motivo.

—Tengo un buen motivo ahora -Le contestó Lord Balthazar.

Habían pasado un par de horas, Lena despertó, se sentía levemente mareada.

—Bienvenida de vuelta, señorita Ela ¿Cómo te sientes?- Le dijo Brito a modo de saludo.

La joven se sentó y se frotó los ojos.

—Mi nombre es Lena –Respondió riendo –Estoy bien.

— ¿Segura? –Insistió Rein mirándola, haciendo que se pusiera nerviosa.

—S-sí, estoy bien, aunque soy yo quien debería preguntarte-

Brito comenzó a reír a carcajadas interrumpiendo la escena.

—Cada vez me parecen más divertidas, me alegro mucho de que hayamos salido de esta.

—Lo siento, no pude proteger a Liebchen –Se lamentó la chica, como disculpándose con Rein.

—El estará bien, es un cachorro de bestia, no es una criatura débil, lo veremos pronto, tenlo por seguro –Le afirmó el ciervo.

— ¿Qué le hiciste a tu cabello? – Agregó Brito.

— ¡Ah! Yo, intenté arreglarlo cuando estaba en casa de Bruno… incluso tomé un baño y algo de ropa para cambiarme.

—Te queda bien, ahora entiendo – Contestó Brito con una sonrisa - ¿Qué te pareció el cambio, loba? –Le preguntó golpeándole el hombro a Rein con intención de hacer que lo notara.

—Ah, está bien si te gusta así… -Dijo de manera pausada e intentando no verla demasiado.

—Sí, gracias – Lena no esperaba un elogio de su parte pero le agradaba la manera en que Rein parecía nerviosa en ocasiones.

—Bueno, es un avance – Les dijo poniéndose de pie para salir a buscar algo de comer.

Brito recolectó frutos mientras Rein consiguió algunos peces para la cena.

De pronto, la bestia se aventuró a hablar con la joven sobre lo que había sucedido, para su sorpresa, ella también quería tocar ese tema.

—Yo no puedo recordar nada, ese hombre dijo ser mi abuelo, que mi nombre es Ela y que estuve secuestrada todo este tiempo… dijo que había estado buscando sin saber que su sirviente más leal era quien me había tenido cautiva.

—Esa historia suena tan extraña, alguien ha estado mintiendo sobre nosotros y sobre todo, sobre Rein… -Dijo Brito entrando en la conversación.

—Fue todo tan confuso, mi abuelo se comportó de una manera tan rara, además, tengo la sensación de que él y ese hombre malvado hablaron algo que no pude escuchar bien por todo lo que pasó.

—Tu abuelo puede usar magia, por la sensibilidad que tienes hacia el collar de la madre de Rein creo que tú también tienes una habilidad que quizá no recuerdas -Le dijo el ciervo mirándola fijamente.

—Mencionó algo sobre magia, una guerra, una explosión -Les dijo la chica presionándose la frente como tratando de concentrarse en lo que recordaba.

—En la visión que tuvimos, mi madre camina hacia lo que parecen ser personas que usan magia, como tu abuelo y como tú -Rein parecía muy enfocada y decidida a continuar con el tema, llamando la atención de la joven.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.