Recuerdo cuando mi madre nos sacó de la casa a mí y a Hunter por romper su florero favorito y me perdonó al conseguir otro igual. Quisiera volver el tiempo...
“El número que usted marcó, está fuera del área de servicio.”
Todavía no he perdido las esperanzas de encontrar a mi familia con vida.
Dejé el teléfono en mi cama y revisé que tanto le faltaba a Hunter para terminar de construirse. “Tiempo de espera: 00:58:04, sistema operativo 97%”
El portero, fue a la cocina a sacar todas las provisiones que tenía y las puso en la mesa para que todos comiéramos algo.
—Oye respeta y deja eso.— le dijo Luis a Alberto mientras este esculcaba los cajones.
Yo, escuchaba todo lo que decían desde mi cuarto.
¿Y tú? — Luis al portero.
¿A mí? —le dijo extrañado.
—Sí, ¿Qué hacías en la azotea?
—Cuando supe lo que pasaba, pensé que no tendría sentido huir si en todos lados era lo mismo.
Alberto fue a encender el televisor y buscar alguna transmisión.
Luis tomó la palabra. —Yo me preparaba para el curso sabático de la universidad y cuando vi las noticias, mi padre me encerró en mi cuarto. Cuando salí, vi botellas de alcohol y encontré a mi padre ahorcado en el baño. Cerré la puerta y agarré el arma que dejó en el sillón.
El portero le hizo un gesto de condolencia, —Lo siento, llámame Arquero, es mi apodo aquí en el trabajo.—
—Yo soy Alberto, tengo 25 años y estaba en la mejor fiesta del mundo, hasta que una chica le mordió el cuello a su novio. Les agradecería que se callaran y me dejaran ver la televisión en paz. Su vida me importa un carajo.—
Un rato después un canal estaba transmitiendo y captó la atención de todos.
“Los reportes de la OMS indican que las últimas 72HRS se a incrementado el número de infectados en todo el mundo.”
Salí de mi cuarto escuchando el monitor.
“Se presume que cualquiera puede estar contagiado sin present…” La transmisión fue interrumpida y todos nos quedamos con la intriga.
—Así que todos estamos infectados— dijo el Arquero.
—¿Saben de qué?— les pregunté.
—Nadie lo sabe, pero mientras ellos no se nos muerdan todo estará bien.— dijo Luis.
Y perdí la cabeza…
—¡Escuchen quédense aquí. Saldré a buscar a mi familia, si vuelven, díganles que regresaré!—
—Oye cálmate— contestó Luis.
—¡NO ME DIGAS QUE ME CALME!—
—Eres demasiado inestable pero no arreglarás nada poniéndote así.— respondió el Arquero.
—¡NO PUEDO! ¡MI FAMILIA ESTA ALLÁ AFUERA, MIENTRAS YO ESTOY PERDIENDO EL TIEMPO! ¡NO ME PUEDO QUEDAR AQUÍ COMO PENDE….!—
Alguien golpeó mi cabeza con el florero favorito de mi madre y caí desmallado.
Todos se quedaron callados y asombrados por lo que estaban viendo.
—Alguien tenía que hacerlo.— dijo Hunter sosteniendo un trozo del florero.
—¿Saben dónde puedo conseguir otro florero?—
Todos miraban a Hunter con asombro y temor.
—¿Eso es un…?— Preguntó Luis.
—No lo sé pero creo que esta de nuestro lado.—Apostando el Arquero.
—Es un androíde y dudo que este de nuestro lado.— dijo Alberto
—¿Por qué lo dudas?—
—Golpeó a su creador, ¿crees que no hará lo mismo con nosotros?—
—Oigan puedo escucharlos, no estoy sordo. Él estará bien.— dijo Hunter.
Mientras todos revisaban que de verdad estuviera bien, Hunter recargó sus municiones.
—¿Por qué lo golpeaste?— preguntó Luis extrañado.
Hunter estaba desconectando el laboratorio. —Sé cómo está la situación actual. Estuve en a la red todo el día, también planeo buscar a mi familia. Si se quedan aquí no sobrevivirán… son libres de elegir.—
—¿Eres de L-ST verdad?— Interrogó Alberto.
—No es cualquiera. Es Hunter.— respondió el Arquero por Hunter.
—Ahora se de dónde conozco a Neo.— Aliviado dijo Alberto. —Ya se me hacía extraño—
—L-ST… Los rumores de que un androíde vivía en la cuadra son ciertos.— comentó Luis.
—Vaya, Neo te hizo un cambio radical. Eres un androíde muy inusual.—
Hunter, tenía un diseño ligero. Parecido a un humanoide pero con una cola para equilibrarlo mejor, y una gabardina le darán ese “toque” de misterio.
Desperté asustado llamando la atención.
—¿QUÉ HA PASADO?, ¿y por qué me duele la cabeza?—
—¿En serio que nadie tiene otro florero?—