En esta clara noche de luna creciente he decidido declararte mi amor, nunca he sido bueno para estas cosas, no puedo evitar ser tan tímido como un ratón, no obstante me he armado con todo el valor que mi cuerpo es capaz de proporcionarme para decirte que aquí estoy y quiero quedarme pues tu mirada penetrante llena de misterio; que destella desde ese par de hermosos ojos que adornan tu dulce rostro me hace sentir que todo estará bien, tu delicada figura, comparable a las suaves melodías de Silvio que retumban en el corazón de los poetas, hace latir mi corazón al ritmo de tus pasos y me enamora aún más; como lo hace esta clara noche y sus hermosas estrellas que aunque lejanas y fulgurantes me animan y me dan el valor suficiente para al menos escribir estas letras, me gustas y en ti puedo ver una luz que me guiará al paraíso que añoro con el alma.